RFB. Dudábamos de la foto a encabezar este artículo sobre Laura Sánchez, en el Día Mundial de la Sonrisa. Las imágenes de la célebre onubense son casi siempre sonriendo de una forma absoluta, rotunda, con lo que la elección resulta bien difícil. Finalmente optamos por una de las más significativas y que tiene en estos momentos en su perfil de Instagram. Aparece sonriendo con toda la franqueza del mundo al lado de su padre, Eulalio, recientemente fallecido.
Y es que Laura, una profesional indiscutible, tiene varios registros de sonrisa. La más autentica no obstante, la más representativa de ella misma, la más original sin ninguna duda, nos parece que es la que surge en la compañía de su querido padre, por eso la hemos elegido. Eulalio ha sido y sigue siendo una de las principales fuentes de su sonrisa, esa de fuera pero que surge de dentro.
Laura Sánchez más allá de su belleza y cualidades artísticas y profesionales, se caracteriza, a nuestro juicio, por su extraordinaria simpatía y naturalidad. Si nos embruja a nosotros, que somos paisanos y de alguna forma estamos acostumbrados a esa forma de expresarse y entender la vida, que no sucederá con los foráneos, tantos con los que se relaciona debido a su popular trabajo. Es una mujer motivo de orgullo de los onubenses, sin ninguna duda, y siempre es un placer conversar con ella.
Amablemente la modelo, actriz y empresaria, nos atiende con motivo de esta efeméride -Día Mundial de la Sonrisa-. Las preguntas, lógicamente, giran en torno a la sonrisa. Nos dice de entrada que su sonrisa entiende que es innata. Considera que hay un componente genético en ella. «Yo no era consciente de que sonreía tanto hasta que empecé a trabajar -afirma-. Pensaba que todo el mundo sonreía«. Admite que necesita en el proceso de la participación de los demás «me gusta mucho que me hagan sonreír«. Y lo adecuado en la relación dar/recibir sonrisas para ella debe ser un ‘fifti fifti‘. «Me gusta observar -añade-, y en la observación encuentro siempre el punto de la sonrisa«.
Le encantaba de pequeña la sonrisa de su hermano. «Mi hermano tiene una sonrisa maravillosa. Se parece a la mía, pero en hombre, con lo que es mayor. Me encanta su sonrisa. Me fijo mucho en los dientes de las personas, pero creo que me fijo en los dientes por las sonrisas«.
Profesionalmente la sonrisa que le ha marcado más a Laura Sánchez es la de Julia Roberts, «para mí -asevera- es la sonrisa más plena que veo en algún personaje público«. Le preguntamos si se puede enseñar a sonreír. Contesta que «se puede enseñar a vivir, y dentro de vivir en consciencia, en la aceptación y la plenitud, encuentras tus momentos de sonrisas«.
Añade que «en la profesión tengo mis sonrisas perfectamente estudiadas. Hay días que no tengo ganas de sonreír, porque todo el día yo no soy la mujer más feliz del mundo, pero tengo que sonreír profesionalmente y las tengo estudiadas«.
Tiene claro la forma de poder disfrutar de las sonrisas de los demás. «Tu le sonríes a alguien por la calle -señala- y te devuelve la sonrisa. Es un trabajo que hice de terapia y… funciona. Aconsejo a todo el que lea esta entrevista que le sonría a alguien por la calle sin que le conozca. Seguramente que el 90% te devolverá la sonrisa«.
Una sonrisa que emociona y multiplica la de Laura Sánchez es la de su hija, Naia. «Tiene una sonrisa… esto es de madre, de orgullo muy de madre,… pero es que yo la veo sonreír y es que la boca no me da para más«.
Respecto a su sonrisa, Laura destaca que «es verdad que gesticulo mucho, ahora que me veo en televisión. Y creo que eso es muy divertido, muy entrañable que expreses emociones con la cara, algo que es sano«.
A la pregunta si con frecuencia, estando sola y pensando, sonríe sin que nadie la vea, afirma con un «siiiiiiii. Hay muchos momentos en mi vida que si los evoco me traen una sonrisa. Evidentemente, ahora mismo, el que me trae la sonrisa más grande es mi padre, la más. La más grande me la trae él. Estoy recordando miles de momentos a su lado«.
Muchísimas gracias, Laura, y sigue regalándonos sonrisas, por favor.
