Fran Oliva. Tras no poder ir a Tokio 2020, comienza una nueva etapa en la vida deportiva de Héctor Santos. El saltador de longitud onubense cambia de ciudad y entrenador. Deja la Blume y Madrid para desplazarse a Guadalajara para entrenar bajo las órdenes de uno de los mitos del salto de longitud como es el cubano Iván Pedroso, campeón olímpico en Sidney 2000 y nueve veces campeón del mundo.
«Estoy contento con el cambio de grupo, ciudad y de vida en general y, sobre todo, muy motivado. He pasado un poco la época de incertidumbre de cómo saldría todo con el cambio y también un poco de tristeza por dejar mi vida y mi grupo atrás pero ahora estoy muy contento y motivado con lo nuevo que está llegado», relata Santos.
Un cambio necesario para entrenar con «un referente y un ídolo» del salto de longitud
Un Héctor Santos que nos contó que su aterrizaje al grupo de entreno de Iván Pedroso se había gestionado con «un poco de coincidencia» ya que «mi representante, Alberto Suárez, que confió en mí con 17 años, es el representante de Iván y todo su grupo desde hace bastante tiempo. Siempre me comentaron la posibilidad de ir a entrenar con Iván pero creía que lo mejor para mí era estar en Madrid, cumplir el ciclo olímpico para ir a los Juegos con Juan Carlos, mi entrenador en la Blume. Sin embargo, llevaba estos dos años lesionado y tocado anímicamente y psicológicamente y le pedí que gestionase un cambio de entrenador y si podía ser con Iván, mejor. Tuvimos unas reuniones y llegamos a ese acuerdo de entrenar con Iván a partir de este año».
Aparte de ser una de las figuras del salto de longitud, siendo campeón olímpico en Sidney 2000 y 9 veces campeón del mundo, entrenar con Iván Pedroso tiene un plus especial para el onubense al ser su ídolo desde sus inicios. «Para mí es una motivación enorme. Iván siempre ha sido mi ídolo. Cuando me especialice en salto de longitud, casi solo veía videos de él. Para mí ha sido el que mejor ha saltado a pesar de que no tenga el récord del mundo. Desde pequeño, antes de conocerlo, sabía quién era. Tuve la suerte de conocerle
como entrenador en 2017 y ahora poder entrenar con el que ha sido tu ídolo es una motivación enorme. La experiencia que él tiene en grandes campeonatos, haber ganado Juegos Olímpicos y Mundiales y la preparación psicológica que hace solo lo ha vivido él. Poder ver eso de primera mano es un orgullo y estoy aprendiendo muchísimo».
Yulimar Rojas, Ana Peleteiro, Fatima Diamé o Nelson Évora, nuevos compañeros de viaje
Y aprenderá por partida doble porque cambia de compañeros, entrenando ahora con Yulimar Rojas, campeona olímpica en triple salto con 15,67, récord del mundo, Nelson Evora, campeón olímpico de triple salto en 2008 y del mundo en 2007 o con la española Ana Peleteiro, bronce en Tokio 2020, entre otros. «Voy a aprender cosas que antes no podía. Mi grupo anterior era de muy alto nivel con Torrijos, Eusebio o Patricia Rapio pero nunca había convivido con medallistas olímpicos. Yulimar es campeona olímpica y tiene récord del mundo, Ana es la mejor atleta española de estos tiempos, Nelson Évora ha sido campeón olímpico… esa motivación a la hora de entrenar al ver qué puedo entrenar con los mejores y que me enseñen es tremenda. Quiero absorber lo máximo de toda esa experiencia y que cada uno me aporte en su granito. Aparte de entrenar con Iván, convivir con un grupo de alto nivel es tremendo. Los conocía de antemano y estoy deseando que se unan ya para poder entrenar».
Nueva vida y rutina de entrenos para un Héctor Santos ambicioso para París 2024
Apunta a que su día a día cambiará radicalmente porque «paso de vivir en Madrid con mi grupo de amigos en la Blume, con todas las facilidades, a vivir solo, en un piso y teniendo que hacer todo. También habrá cambios en los entrenos, con métodos diferentes. Aunque sigo siendo saltador de longitud, habrá cambios en la preparación, con ejercicios diferentes. Es mucho más técnico todo y me está costando adaptarme pero contábamos con eso. Iván me dijo que el primer año seria de adaptación pero creo que me estoy adaptando bien, bastante rápido, aunque me queda mucho aún».
Y deja claro que si da este paro es para estar en tres años en Paris 2024. «La marca para París no ha salido aún pero creo que será parecida o más alta que la de Tokio. El objetivo cambia por completo y paso a ser más ambicioso. Aunque no he ido nunca a unos Juegos, el objetivo en este ciclo de tres años es luchar por quedar en buenos puestos en campeonatos internacionales. Sin dejar de ser realistas, no nos conformamos con participar en Mundiales y Europeos sino luchar por la zona alta y mejorar mi marca. Esto último, aparte, creemos que es factible porque lo tengo en las piernas pero las lesiones me han lastrado. El paso de entrenar con Iván es para ser un poco más profesional y mejorar mi rendimiento».
