P. G. La pedrea por lo menos. Pero hubiera sido injusta, otra vez, la derrota de un Recreativo de Huelva que, por juego y ocasiones, pudo/debió desnivelar mucho antes la balanza a su favor. Pero se tuvo que conformar con sumar un solo punto (1-1), gracias al tanto anotado por Antonio Domínguez de penalti en el tiempo añadido, que niveló el tanto marcado por Santi Luque a poco de comenzar el segundo tiempo.
El valor en sí del punto que pescó el Decano sólo se conocerá en el futuro, que se intuye de enorme tensión para los onubenses, que sufren lo que no está en los escritos, no sólo para sacar adelante sus partidos, simplemente para empatar.
Quien vio el partido Recre-Melilla seguro que se quedó con la impresión de que lo pudo ganar cualquiera, pero también que el Decano para nada hubiera merecido perder. Fue uno de esos partidos en el que haces todo lo que está en tus manos para sacarlo adelante, pero al final te tienen que conformar con un premio menor y hasta dando las gracias. Porque el penalti que dio origen al tanto de Antonio Domínguez son de esos de los que unos árbitros lo pitan y otros no.
De entrada un cambio introdujo en el once Juan Manuel Pavón, entrenador del Recreativo de Huelva, con respecto al último compromiso ante el Lorca. Fue la inclusión de Pape Assane en el eje de la medular, junto a Rafa de Vicente, con lo que Bonaque, que venía siendo utilizado en esa posición, regresó a su habitual puesto en el centro de la defensa, formando pareja con José Alonso, dado que Ubay Luzardo estaba sancionado.
La puesta en escena del Recre fue la de un equipo que era consciente de lo que se jugaba -muchísimo-, y por eso salió decidido a no hacer concesiones, a presionar arriba a un Melilla que, dicho sea de paso, saltó al campo con mucho respeto al cuadro de Huelva. Así, en los primeros compases el partido se jugó en el campo melillense, con un dominio abrumador de los locales, eso sí, sin crear demasiado peligro, pese a la profusión de saques de esquina que lanzó en esos minutos. Un remate de Bonaque y otro de Antonio Núñez, no con mucho peligro, fue de lo poco que pudo ver el aficionado albiazul en ese inicio, en el que los de casa tuvieron más la pelota, pero con la profundidad justa.
Aunque el Melilla dio la impresión de querer salir un poco de la cueva pasado el ecuador del primer periodo, y la prueba fue un lanzamiento intencionado de Jilmar que obligó a Rubén Gálvez a intervernir, el guión del partido no cambió en exceso, y el Recre siguió insistiendo ante Dani Barrio.
Cumplida la primera media hora, y con el aviso de un cabezazo fallido de Iván Aguilar en buena posición, el Recre por fin dispuso de su mejor en el primer periodo. Fue un pase a Fran Machado al interior del área, pero su remate franco ante Dani Barrio, de fue por arriba del larguero, ante el desencanto de la afición local.
De ahí al final, de nuevo de estiró un poco el Melilla, y tanto Jairo como Santi Luque inquietaron a una zaga local que, también es cierto, se mostró firme en esas acciones. Con todo, el último acercamiento con peligro a una de las porterías llevó la firma de Antonio Domínguez quien, con su disparo, estuvo cerca de sorprender a Dani Barrio, que rechazó in extremis el remate del jugador de Punta Umbría.
Si ya el Recre acumuló méritos para irse al descanso con ventaja, lo ocurrido en el segundo tiempo fue similar a lo que ha venido sufriendo el Decano en muchos encuentros. Bastó unos minutos de ‘caraja’, un par de errores, para que el Melilla castigara donde más duele. Porque el cuadro norteafricano salió más metido que su oponente, y en una de esas acciones encontró petróleo. Santi Luque se recorrió la línea frontal del área local desde la izquierda hasta el centro, para soltar un fuerte disparo por bajo sorprendiendo a Rubén Gálvez que, pese a su estirada, nada pudo hacer.
Al Recre, otra vez, le tocó remar contra la corriente de un equipo que concede poco atrás y al que es muy difícil, no sólo marcarle, simplemente generarle ocasiones de gol. El Recre, pese a todo, las creó. Vale que el Melilla, a la contra, cuando el Recre se fue arriba sin miramiento -no podía hacer otra cosa- pudo sentenciar el choque, pero las ocasiones se sucedieron sin parar ante el portal de Dani Barrio, al final, erigido como el mejor de su equipo.
Es verdad que el partido pudo acabarse al cuarto de hora de la segunda parte en una arrancada de Jairo, que culminó Nacho Aznar ante Rubén Gálvez, que salvó a su equipo con su intervención; y también es real que Agudo volvió a tener una buena oportunidad ante el meta de Aracena ya al final. Pero en el cómputo global del segundo tiempo, quien pudo/debió marcar fue el Recre.
Iván Aguilar (65′) con un remate al lateral de la red; Antonio Domínguez (66′), solo ante Dani Barrio no pudo ni rematar; Waldo (67′), con un disparo cruzado; el mismo protagonista (68′), con un disparo seco fuera por poco; Antonio Domínguez (83′), con un remate en semivolea que detuvo el meta melillense; y una doble parada de Dani Barrio, impidiendo primero que fuera gol un disparo de Antonio Domínguez y el posterior de Iván Aguilar (86′), fueron esas claras ocasiones que tuvo el Decano para evitarse llegar al tiempo añadido en desventaja.
Pero el Recre, hasta el penalti, vio como volvía a ser penalizado doblemente en las áreas. En la suya, al encajar un gol casi en la primera llegada de verdadero peligro del rival; y en la ajena, donde por tierras, mar y aire, todos sus intentos se convirtieron en baldíos.
Menos mal que haciendo bueno eso que “el fútbol no se queda con nada de nadie”, el Recre tuvo esa última oportunidad con el penalti. Que Antonio Domínguez, con la presión que tenía encima, se encargó de lanzar y de transformar, y que significó al menos ese punto que, ahora mismo, es complicado saber si va a tener mucho o poco valor. Pero que deja con vida, con mucha vida a este Recre de culpas y pecados que tendrá que seguir remando.
RECREATIVO: Rubén Gálvez; Iván Robles (Rubén Mesa, 75′), Bonaque, José Alonso, Javi Cantero; Rafa de Vicente, Pape Assane (Miguelito, 60′); Antonio Núñez, Fran Machado (Waldo, 60′), Antonio Domínguez; Iván Aguilar.
MELILLA: Dani Barrio; Mahanan, Sergio, Richi, Jilmar; Nando, Diakité, Jairo (Kiu, 75′), Vázquez (Agudo, 64′), Santi Luque, Nacho Aznar (Borja Prieto, 70′).
Árbitro: Alexander González González (colegio tinerfeño). Mostró la cartulina amarilla a Antonio Núñez (31′), Pape Assane (46′), Bonaque (81′), Ale Zambrano (83′) e Iván Aguilar (86′), por el Recreativo; y a Diakité (30′), Dani Barrio (88′), Nando (88′), Richi (93′) y Santi Luque (94′), por el Melilla.
Goles: 0-1 (48′) Santi Luque, de disparo seco al palo tras una excelente jugada individual. 1-1 (93′) Antonio Domínguez, al transformar un penalti.
Incidencias: Partido correspondiente a la 35ª jornada en el grupo IV de Segunda B jugado en el estadio Nuevo Colombino. En los prolegómenos del partido, homenaje a Juan Antonio Zamora, jugador albiazul que ha decidido colgar las botas por las lesiones. Se le entregó una placa y un ramo de flores al futbolista, que hizo el saque de honor.
