M. P. D. La consultora de comunicación Elena Barrios, onubense de adopción, ha dado un paso más en su actividad profesional con la puesta en marcha de ‘WomenCompol’, una Plataforma de Mujeres Consultoras en Comunicación Política e Institucional. Junto a Elena, la entidad ha sido cofundada por Diana Rubio, Mar Vázquez y Ana Cabrera. Una iniciativa muy novedosa que tiene como objetivo el ayudar a impulsar la visibilidad de las mujeres que trabajan en este sector convirtiéndose en la primera Asociación Profesional de Mujeres Consultoras de la Comunicación Política e Institucional. Un punto de apoyo para las mujeres que se dedican a esta profesión, pero con una filosofía abierta a la interacción con todos.
La plataforma organizaba recientemente el I Foro de WomenCompol, que servía para presentar la propuesta y para poner en marcha un debate anual sobre el rol de las consultoras en la comunicación política e institucional. Una interesante actividad que Elena Barrios ha querido presentarnos.
-Elena, ¿en qué ha consistido el I Foro Womencompol?
-Ha sido el primer encuentro celebrado entre mujeres que se dedican a la Comunicación Política e Institucional con el fin de lograr una mayor visibilidad entre las propias profesionales y ante el resto de la profesión. Ha sido como un “aquí estamos, somos muchas, tenednos presentes”, podríamos decir. Y ha sido, sobre todo, la presentación en sociedad de la plataforma WomenComPol, un “lugar” dedicado a ayudar a las mujeres de esta profesión a ser más visibles por su trabajo y su prestigio.
-¿Cuándo y dónde se ha desarrollado?
-Se ha celebrado en Madrid, en la sede de Postgrado de la Universidad Camilo José Cela gracias al apoyo de esta organización y de ACOP, la Asociación de Consultores Políticos, que nos ha brindado todo tipo de facilidades para que pudiéramos celebrarlo. Desde aquí reiteramos nuestro agradecimiento a ambas instituciones.
-¿Cómo surge la idea de ponerlo en marcha?
–WomenComPol nació en realidad hace cuatro años, cuando un grupo de profesionales de la Comunicación Política nos dimos cuenta que en todos o casi todos los eventos de este sector que se organizaban -aquí y al otro lado del charco- la ausencia de presencia femenina era abrumadora. ¿Es que no existían profesionales mujeres con suficiente curriculum y prestigio como para ser invitadas? Claro que existían. ¿Por qué entonces sólo aparecían hombres y, curiosamente, siempre los mismos?
Ahí fue cuando decidimos que debíamos hacer algo, que la unión hace la fuerza y que podíamos y debíamos liderar –ya que no existía nada parecido en ese momento- una plataforma para lograr una mayor visibilidad de la mujer en un mundo profesional especialmente femenino.
Hemos tardado cuatro años en organizar este primer evento, más que nada por la propia vida que nos ha ido llevando a cada una de las cuatro fundadoras -empezamos siendo cinco- en este tiempo. Y mientras tanto, este debate no ha hecho más que crecer en el sector y en las redes. Hasta se cuestiona por qué se utiliza el término anglosajón spindoctors para referirse a los asesores de los políticos y se olvida que igualmente existen spindoctress. No es una reivindicación del lenguaje no sexista: es un intento de borrar del imaginario del público en general la idea de que asesores de políticos o instituciones sólo son hombres.
-¿Cuál es vuestro balance?
-Positivo. Muy muy positivo. No hemos recibido más que alabanzas por existir y por organizar el evento, por lanzarnos y por dar un espacio a las muchas mujeres que trabajan en este sector especialmente masculinizado.
-¿Tendrá continuidad?
–La plataforma como tal, sin duda. De hecho, este evento en realidad ha sido una manera de vestirlo de largo para presentarlo en sociedad. Nuestra idea es convertirnos en un lugar de referencia donde todas las mujeres del sector que quieran puedan publicar sus trabajos e investigaciones, formen parte de un directorio de profesionales y se puedan beneficiar –cuando existan- de los convenios de colaboración que se firmen con distintas entidades. Se trata de que nos apoyemos, nos sintamos unidas y así, en bloque, nos hagamos más visibles.
Y el evento como tal, es muy probable que también tenga continuidad. En primer lugar, porque ya hay varias compañeras de otros puntos de España que nos han pedido celebrar eventos similares en sus ciudades. Y sabemos que América nos mira y nos observa. Tendremos continuidad. Trabajaremos para que así sea.
-¿Quiénes lo habéis hecho posible?
-WomenComPol lo formamos cuatro mujeres estupendas: Ana Cabrera Canal, especialista en comunicación institucional y diplomacia. Mar Vázquez Lorca, consultora política y estratégica de la Diputación Provincial de Huelva. Diana Rubio, doctora en ciernes y especialista en política y protocolo y servidora, consultora de comunicación política y comunicación digital.
-¿Tenéis algún otro proyecto de futuro?
-Sí claro, muchísimos. Proyectos e ideas nunca pueden faltar. Pero vamos poco a poco. De momento queremos que WomenComPol pueda ser la plataforma que hemos pensado y para eso nos falta aún mucho trabajo. Cuando haya crecido y sea mayor de edad, surgirán ocasiones para desarrollar otras ideas. Eso seguro.
-¿Qué papel está jugando la mujer en el mundo de la consultoría política en la actualidad?
–Muy relevante. De hecho, hay mujeres que han ocupado u ocupan puestos de primerísima responsabilidad en este mundo. Pero, como decíamos, a la hora de hablar, hacer reportajes, salir en medios, participar en eventos, pareciera que ninguna existe y que es un mundo exclusivo de hombres. Además, uno de los grandes momentos del debate durante el foro se dio al definir la aportación de la mujer en el sector. Y se habló de la capacidad de la mujer para dar una nueva visión a la política, más empática, más amable y con mayor capacidad de escucha. De alguna manera, las panelistas y el público coincidieron en que la necesaria feminización de la política podía y debía llegar gracias a la aportación de la mujer a través también de la consultoría y a la puesta en valor de sus cualidades específicamente femeninas.
-¿Cuál es la función de la consultoría política? ¿Se está teniendo cada vez más en cuenta la opinión de los expertos/as?
–No se puede generalizar, porque cada caso es un mundo. Sí hay, en ocasiones, cierta sensación de estar asistiendo a una mayor visibilidad del trabajo y la necesidad de contar con un especialista. En esa idea general, que quizá ha calado entre la sociedad, tiene mucho que ver, debemos decirlo, la aportación de la ficción, ya sea en forma de series, películas o novelas sobre el sector.
No obstante, y aunque en América nos llevan una grandísima ventaja en este punto, sí podríamos decir que cada vez hay menos políticos que se aventuran a prescindir o desoír la opinión de asesores especializados en consultoría política. No es como en las películas, pero cada vez son más conscientes de que es una figura necesaria a la que deben hacer caso. Al menos, ¡alguna vez! (risas)
-¿Algún mensaje final?
-Quisiera agradecer a todas las compañeras que quisieron estar presentes y nos brindaron su apoyo desde el primer día. A aquellas que finalmente no pudieron asistir por sus obligaciones profesionales, darles las gracias por hacer grande esta profesión y la presencia de la mujer en ella. Y a la UCJC y a ACOP, su respaldo sin el que la presentación de WCP habría sido más complicada.
Por último, me gustaría transmitir otro de los mensajes que más se repitieron durante el debate, pero que sirven para otras muchas profesiones en las que las mujeres sean minoritarias. La clave está en creérselo. En que creamos primero en nosotras mismas. Y luego nos lancemos sin miedo a hacer lo que sabemos.
