Con el testimonio de la palabra dedicamos un canto real y poético a la Mujer desde todos los ángulos visibles e invisibles de la condición humana. A las amas de casa, a las enfermeras, a las camareras, a las monjas, a las socorristas, a las altas, a las feas, a las madres, a las solteras, a las abogadas, a las impertinentes, a las cariñosas, a las dóciles, a las negras, a las tímidas,a las soñadoras, a las bajitas, a las juezas, a las políticas, a meretrices, a las presas, a amantes, a las comprensivas, a todas las mujeres de toda diversidad, dignidad y honor.
Fogones encendidos,
ruido en la cocina,
el estractor silabeando,
tenedores batiendo.
Cabello plateado,
alegria del despertar,
aromas añorados,
mandíl y cintillo.
Ha amanecido y todo huele a tí,
vino dulce para aderezar,
niños, hermanas, la vecina,
ajetreo y todo a tu alrededor sabe dulce.
Cebolla, ajo y laurel,
vino blanco, y olor a saber,
gambas, chocos y arroz,
con cariño añades todo tu sabor;
Almuerzo, risas y canción,
eres pimienta y sal,
un paseo por el mar.
Sencilla y humilde
hasta en tu cocinar,
caceloras y platos suenan,
Manuela, mi madre, está cocinando ya.
Raúl Talavera
Tú que siempre fuiste mujer luchadora,
quedaste ciega en el tiempo
al pairo de manos osadas y boca injuriosa.
Una madrugada de lunas
decidiste cambiar el frío por calor,
luz, por oscuridad.
Que la lluvia
jamás volvería a mojarte.
Que tu oxidada sonrisa
tornaría a ser la de siempre.
Y aquél bienaventurado día llegó
para iluminar el oscuro rincón de tu alcoba.
“Y el verbo se hizo carne”
y el ahogo se hizo oxigeno
y el rostro se hizo brisa
y los brazos alas.
Un estallido de emociones explotó en tu pecho.
Y de nuevo la vida.
Para amar, para sentir, para gozar.
Loli González
Sus pisadas van dejando
los recuerdos de la infancia
llenos de sabiduría
de tesón y de constancia.
Ella es cielo, luna y sol,
soñadora y solidaria,
es bondad, es fuerza y amor,
es la paz y la esperanza.
Trabajadora y pan tierno,
consejo y noche callada,
resplandor en las tinieblas,
soles por la madrugada.
En los cuencos de sus manos
caricias, besos, confianza,
nanas meciendo la cuna,
susurros en la mirada.
Huele a trigales y olivos
a sonrisa y rosas blancas
a verdad, a leña seca
huele… a mujeres con alma.
Adelaida Hidalgo
Maria que mania,
saía todos os dias.
Não sei ao que ia,
naquelas manhãs frias,
mas saía sempre.
Procurava alguma novidade,
talvez fosse entre
as flores, matar alguma saudade
Mas maria seguia,
um e outro dia,
na busca do que queria
e o que ela queria,
era algo simples e fácil
– era amor…
Queria ser mulher todos os dias
e não só um dia.
António Cabrita
Manta Rota – Portugal
Puro Sol,
darás luz,
Luna gris,
eres tú.
Diosa carnal
creando vida,
nada de clonar
nada de arcilla.
Cabellos de ángel
ojos de niña,
sobran los trajes
piel sin lija.
Lazo umbilical
cerrando heridas,
mamas que manan
vianda divina.
¿Dónde reposan tus sueños?
autodeterminación,
libre, ¡al pasado dueños!,
coges riendas y timón.
Camino,
tus huellas,
tu lucha…
tú marcas tu destino,
no arrojes al mar botellas
seguro que alguien te escucha.
AMOR de mujer,
Alma de mujer…
Alas de MUJER
Gaspar Limón
Mujer es aquella
criatura especial
que tiene el don
de regalar la vida.
Mujer es mi madre,
mi esposa y mi hija.
Mujer es la belleza,
el jardín luminoso
de las flores infinitas.
El sacrificio y la lucha
del trabajo delicado y altruista.
Porque ser mujer es parir
sensaciones exquisitas
y vivir con la hermosura
de unas manos bondadosas
que abrazan con calidez
más allá del amor y la ternura.
Casto Sancha
SONETO.
Por que eres la besana de la vida,
esposa y madre, hija y compañera,
hermana, amiga, eterna primavera,
del alma eres la tierra prometida.
Un ansia de belleza compartida,
un sueño con el que soñar se espera,
un hálito de amor al darte entera,
espiga de cosecha recogida.
Un rayo de luz tierna en los altares,
color del arco iris vespertino,
el bálsamo que alivia los pesares.
De las aves canoras eres trino,
el eco del Cantar de los Cantares,
el verso del Soneto que termino.
Cristóbal Carrasco
¿Quizás un cohete a Venus?
Nos es fácil que nos crezca otro mundo en el pecho,
que ladre a nuestro oído el perro de la vida
advirtiéndonos de que nada va bien.
No quiero ser un cesar con cetro y con esclavos,
pero reclamo la parte que me toca de este pastel
en un mundo que se ríe a nuestras espaldas.
A Venus, un cohete que nos lleve a Venus.
Llevo en mi lengua un grito que pesa demasiado,
un grito que nace de una puerta abierta a patadas,
cansada de escribir poemas de puta hechicera
que no sé si el mundo escucha.
Un cohete a Venus,
un cohete para cuando queremos escaparnos al sol.
Ana Deacracia
Si pudiera,
colgaría en las paredes de su alma
los bocetos que con tanta gallardía
fue dibujando a lo largo de la historia,
logrando con muchas zancadillas,
la paridad.
Y como le pasa al trigo,
aunque lo cimbree el viento,
se sigue manteniendo erguida,
ofreciéndonos su recompensa.
Amanece para ella,
como el alba se despide de la noche,
deja atrás las miserias y desvelos.
Mujer:
Tu corazón es relicario
donde guardas el amor, la esperanza
y el deseo de alcanzar
la paz y la unión
del Universo.
Inés Díaz Rengel
Cuando tú recuerdes que
siempre estuviste ausente,
sabrás del silencio de unos labios y
las sombras de los ojos.
Cuando tú recuerdes,
los silencios en tus ojos y del frío
que acompañan a tus furtivas manos,
sabrás que tienes el corazón perdido.
Cuando tu alma sepa por quien
doblan las campanas,
será un día triste y la noche se vestirá
de melancolía, mientras tú llorarás
a solas por las esquinas.
Rosa Veiga
Hoy, se ha rubricado el resplandor a raudal,
las flores flamantes, han bebido de sus pétalos
las olas del mar, más espumosas que nunca,
el día se ha vestido de luces, en la estampa de mujer
talante, en la voluntad infalible,
el torrente dichoso, se ciñe al corazón
los rasgos de su aroma, prevén los caminos.
Ana María Cáliz
No se puede en veinte versos,
describir bien la hermosura
y la belleza de una mujer.
Harían falta cientos de ellos.
Los más hermosos y bellos
para exaltar a la mujer,
fuente de amor y de vida,
madre, abuela y esposa a la vez.
Es pilar de la familia
a la que entrega el corazón,
la más hermosa criatura
de la Tierra y la Creación.
Musa e inspiración de poetas,
de inteligencia y dulzura,
belleza exterior e interior
toda llena de ternura.
El día que Dios creó el Edén,
puso a la flor más hermosa
del Jardín del Universo,
y quiso llamarla: MUJER.
José María Mateos.
Mujer, mujer, mujer,
nadie está a salvo
cuando el amor nos llama.
Los ojos
pueden ser mariposas
que vuelan
cautivas de miradas.
De tu boca caí,
hasta quedar yacente
sin que me amortajaras.
Augusto Thassio
Femi-nada
Para saberme feminista
no necesito sentar las tetas en las aceras,
ni pintarme el rostro como una vikinga mal follada,
me basta con la reivindicación en la palabra,
con un grito alto, claro y contundente,
poner a trabajar la inteligencia…
Y mirarme en el espejo.
Soy mujer, la vida comienza en mí.
Manuela Lozano Pérez/ Punta Umbría.
Anoche me asomé al espejo,
abrí la ventana del tiempo
y un pasado letal de mujeres,
llamadas brujas aparecieron.
Antaño a las mujeres lista
las quemaban en la hoguera.
Aparque la melancolía.
Pasaron los años ellas
escribían y pintaban;
pero eran los maridos
los que firmaban de autor.
Vamos a ritmo lento.
Hoy dicen que tenemos
Igualdad,
Otros comentan:
Las “sexo débil” son simples
y las cosas simples,
las devora el tiempo.
Un poeta mayor tiene
solera, experiencia.
Si es una mujer ,
no es lo mismo.
Apoyada en el quicio
de la tarde,
espero la justicia..
Cristi Fernández.
Apoyadas sobre arcos de encajes
las mujeres somos protagonistas de la historia.
En cada filigrana amurallada
se asoma una mujer encarcelada,
en cada ventana abierta al tiempo
se oyen suspiros lejanos.
Los dibujos de los azulejos añiles
nos llevan a viajar sobre dunas,
el patio con olor a naranjas
deja que se escuche el sonido del aljibe
llevando y trayendo agua.
Me asomo al tiempo y sigue ahí,
igual, desde hace siglos.
Hoy las mujeres no queremos arcos de encajes,
ni murallas con filigranas,
ni azulejos añiles,
ni viajar sobre dunas.
Queremos vivir en un patio con olor a naranjas
y oír el manantial de agua clara pasear por el aljibe.
Paqui Aquino
Desde el comienzo de la humanidad, la mujer caminó por el mundo bajo el sol, por lugares áridos, pedregosos, subió a las altas cumbres y penetró en las profundidades más oscuras impulsando la sabiduría y la creación. Un día, de cualquier época, liberó su cuerpo bajo la lluvia, miró su reflejo en las quietas aguas de un lago y descubrió a esa desconocida que brotaba de su interior.
José Antonio Riveros Leblic
Mujer, madre o esposa,
Una hermana o amiga,
Jimena o Isabel,
Ejemplo de entereza,
Raza de fuertes.
Mujer, abuela octogenaria,
Una cuentacuentos paciente,
Joven y soltera, libre,
En todas sus facetas
Resuelta y autosuficiente.
Mujer, culta o analfabeta,
Un pilar de su casa,
Jabata que trabaja y cuida,
En casa, en el campo o la oficina,
Resignada y entregada a los suyos.
Me alegro de ser mujer.
Marisa Blandón
A esa mujer que mira por la ventana las arrugas le dibujan en la cara
tantos años de lucha por lograr otro tipo de vida,
lejos de aquella que la hizo esclava de una época y una moral caducas.
De niña, los estudios eran cosa de hombres,
de joven, las salidas controladas -a las 10 siempre en casa-,
de amigos y de novios nada de nada sin la previa aquiescencia de papá.
Y el trabajo…¡Ay el trabajo! Solamente los propios de una mujer,
o mejor todavía, ser ama de su casa,
con marido que vuelve displicente cada noche a su reino de taifas
a encontrar nuevamente su cena, su butaca, su sexo por contrato.
Y ahora, al cabo de los años, mira por la ventana con la sonrisa amarga
y ve un río de mujeres que esgrimen pancartas,
que cantan consignas de igualdad, que reivindican derechos…
Y ella, que de joven, había luchado en todas las batallas,
sonríe levemente y sus arrugas delatan su felicidad
al ver cómo su lucha de ayer no ha sido vana
y hoy hay otras que han retomado su legado.
Y deja la ventana… y baja a la calle…
José Luis Muñoz
Nací princesa,
aunque hoy nadie me cree.
Viví en un castillo de cristal con hadas y duendes.
Mi sangre era azul
y mis cabellos resplandecían como los de Rapunzel.
Nací princesa…
En un mundo colmado de sueños,
historias entretejidas en las estrellas
y sonrisas prendidas en los árboles.
Sin embargo, para ellos solo soy tejedora de cuentos inventados.
Autora de camisas planchadas.
Esposa de besos que trasueñan memoria y perfume.
Esclava de objetos amados.
Fumigadora de pesadillas errantes.
Cocinera de retales rotos.
Hacedora de lunas etéreas.
Pitonisa de hilos invisibles.
Equilibrista de cables tendidos
y mujer de lluvia y sílabas eficientes.
Nací princesa.
Soy princesa.
Seguiré siendo princesa,
aunque hoy nadie me crea.
María Coronado
“A veces me pregunto mujer:
¿Quién te hizo cenicienta?”
G.G
Descansa al sol una bayeta.
Añora la mano suave
que la empuja cada mañana
contra un rugoso suelo sobre el que caen
lágrimas que no son suyas.
Albas grises, ocasos púrpuras, camas vacías,
risas insidiosas, miradas sin nombre;
vida prestada por un trozo de pan
y una cama en el ático.
El jilguero ha muerto;
el gato deja huellas de barro.
Todo es volver a empezar.
No hay un futuro, sí gritos.
En un rincón, una carta sin destino
se escribe con tinta de sueños,
se inventa un abrazo, intenta dormir.
Entre los cristales rotos escapa un
«quizás mañana».
Gabriel Gil
Sevilla
De su poemario Versos de tierra y viento
Halaga tu figura.
Emboza tus ojos hermosos.
Mira tu vestido,
porque es tuyo y de nadie más.
Empápate de la luz
y que te estremezcan los rayos diarios.
Sé tú,
goza de tu pasión
y adorna la primavera de más colores.
Tu cielo es tuyo y de nadie más.
Que tus lágrimas sean provocadas por la emoción
y no te pierdas en una estrella apagada.
¡Somos mujeres!
Somos mujeres de la luna y el sol,
que vivimos en nosotras,
y que nos enfrentamos al temblor de la vida.
¡Que nadie quiera ser tú, mujer!
María José Leblic
Soy mujer de fuertes tormentas.
Soy mujer de la lluvia mansa.
Soy mujer que le salpica el agua.
Soy la que escribía con pluma.
Soy la que silenciaron su autoría.
Soy la tinta.
Soy sangre reivindicando mi nombre.
Soy mujer.
Rosa Pazos
Creando para tí, mujer, un poema,
tú que naciste de otra mujer,
tú que eres una luchadora,
que naciste para luchar por tus ideales,
que no te dejas vencer por nada ni por nadie,
que llevas en tus adentros una Juana de Arco,
que no te achicas por nada
que no tienes miedo,
que te caes y te vuelves a levantar,
tú que llevas en tus entrañas
la semilla de lo más grande que existe,
tus hijos,
tú llevarás siempre la bandera de ser mujer.
Carmen Vázquez
Me he levantado igual que todos los días.
Haré las mismas rutinas, como todos los días.
Pensaré en el día de hoy, como todos los días.
Escribiré algunas páginas del libro, como todos los días.
Sonará el teléfono, como todos los días,
una voz cariñosa me dirá
¡no sé nada de ti desde ayer, hija!
Brotan las lágrimas.
¡Son tantas emociones calladas!
La sociedad de antaño enmudeció la ira,
mutiló las inquietudes que, como una telaraña,
enredaba las mentes críticas.
Hoy me he levantado creyendo
que era un día normal.
¡No! Es un día para reflexionar,
poner a examen las razones de los que
justifican la violencia contra las mujeres.
Hoy no es como ayer, lo parece.
El mundo está en la calle para
eximir el sufrimiento femenino,
colorearlo de rojo.
¡Todos los días en la calle el mundo!
Todos los días para que el lamento se escuche
más allá del universo.
El llanto reapareció ¿qué puedo hacer?
Defender la vida.
Carmen Azaustre
Aquello del horizonte
es un crepúsculo en tono uva
que imita una mujer. Aquello otro
del horizonte
es una mujer en tono uva
que imita un sarmiento,
la generosidad fugaz de la tierra
que imita un parto
es otra mujer
o es otro sarmiento
que desnudan el horizonte
de podas
y lo nacen exacto
a la tierra.
Ramón Llanes
No te disculpes mujer,
mujer sin li?mites.
No te escondas mujer
no guardes silencio,
no tengas miedo.
Que la dulzura de tu voz es sabia
y ha cautivado las ciencias,
las letras y el arte.
Mujer sin li?mites,
que la constancia serena
de las generaciones guerreras
han alcanzado cumbres,
han liberado presas,
han enfrentado guerras donde no teni?an voz.
No te avergu?ences mujer,
por guardar en tu quimera
los suen?os que son?aron tus abuelas,
aquellos suen?os prohibidos
que no se podi?an son?ar.
No renuncies mujer,
a seguir siendo mujer adema?s de madre.
A seguir siendo mujer adema?s de esposa.
A seguir siendo mujer
y liberar tus alas para volar.
Vuela mujer,
mujer sin li?mites.
Esther Fortes
Tú y yo somos la misma.
Tú eres la soñadora.
Yo la rebelde.
Tú olvidas el olor maloliente de la noche,
huyes del ayer y buscas un mañana.
Yo vivo con un dolor que nadie conoce.
Tus pupilas dilatadas no ven el miedo.
Yo escondo el mío con una coraza de humo.
Tú buscas el amor que te han prometido.
Yo… yo solo pretendo salir de ese infierno.
Somos dos mitades en un cuerpo deshojado de futuro.
Somos víctimas de nuestro silencio.
La voz del dueño de nuestro destino nos alerta del peligro.
Vuelve la oscuridad.
La ceguera nos conduce de nuevo a un túnel sin salida.
¿Llegará el día que seamos libres?
¿Llegará el día que el verdugo sea la víctima?
¡Ojalá llegue pronto ese día!.
Lola Guevara
¡Gracias mujer!
Por no rehusar a sanar con tus pócimas,
sabiendo que te esperaba la hoguera.
Por no callar ante tu esposo
que con humillaciones y desprecios,
te quería sometida.
Por estudiar contra las negativas paternas,
enriqueciendo tu sabiduría.
Por investigar a escondidas,
sin reconocimientos.
Por escribir nuestra historia,
aunque te apartaran a la sombra.
Por reivindicar nuestros derechos,
manifestándote públicamente,
aunque acabaras en una celda.
¡Gracias mujer!
Por haberme parido mujer,
siendo la que soy.
Mujer soñadora,
amante y amada,
hija y madre de mujer.
Mujer trabajadora;
respetada y respetuosa;
comprometida.
Mujer ávida de conocimiento,
de explorar bellos lugares,
encontrar gente diferente,
creciendo con la diferencia,
escribir nuevos versos
y compartirlos contigo;
exprimiendo la vida hasta bebérmela.
¡Gracias por hacerme libre. Mujer!
Rosa Álvarez
Mujer, deberías ser centro del universo,
eres timón del mundo.
Que no te pongan vendas en los ojos,
imperdibles en la boca,
ni cadenas en las manos.
Que esos ojos, esa boca y esas manos,
nacieron para iluminar, besar y acariciar.
Tus ojos iluminará la tierra,
tu boca, regalará dulces besos,
tus manos, ofrecerán las flores
que emanan de tu corazón.
Charo Torrejón