Jaime de Vicente. Bonares presume –y con razón- de ser un municipio amante de la cultura. En primavera, la coqueta sala que ocupa la planta baja del Teatro Colón acoge “Bonarexpo”, con una cuidada programación, que este año se ha abierto con “Cielos”, de Alfonso Aramburu, ese lujo veterano y altruista de la pintura onubense, y se cerrará en el mes de mayo con “Sentir. Con aires de cruz y Romero”. Entre ambas, en abril, por primera vez, se ha producido la confluencia entre el Área de Cultura del Ayuntamiento y la Asociación Cultural Iberoamericana. Permite admirar, hasta el día 21, una muestra fotográfica que causó sensación en la última edición del OCIb (Otoño Cultural Iberoamericano).
Se trata de “XXI. 20-21. Emociones, pasiones, sentimientos”. En pocas palabras, son 60 fotografías de 12 grandes artistas de Huelva y de fuera de la provincia, fruto de la inspiración que condicionaban las circunstancias que en los dos años últimos han perturbado nuestras vidas. Pero tras la extraordinaria calidad de las imágenes hay una historia que no me resisto a relatar.
Todo comenzó hace aproximadamente un año. Por entonces tuve noticias de la existencia del Club del Raw Solitario, un grupo fotográfico numeroso, con destacada presencia en las redes sociales, que se distingue por una calidad fuera de lo común. Además planteaban con frecuencia exigentes retos que suponían un estímulo poderoso para sus componentes, creando una atmósfera que favorece la creatividad. Pronto supe que el creador y líder del grupo era Reynus Sánchez, de Huelva, con quien yo había coincidido en alguna que otra exposición fotográfica. En una conversación distendida, tomando un café, le planteé la posibilidad de que el OCIb incluyera en su programación una selección de fotografías del Raw Solitario. Con la voz pausada que surgía entre su poblada barba, me respondió: “Es una idea interesante. Desde los píxeles digitales a las paredes de una sala de exposiciones…”
Una semana después, con el inevitable café de testigo, me presentaba las líneas generales de su proyecto. Sería una exposición en la que cada uno de los fotógrafos presentaría cinco fotografías con el denominador común de estar realizadas en tiempos de la pandemia. Este periodo que, en sucesivas oleadas, minaba la salud y paciencia de los ciudadanos y, por supuesto, influía en la creatividad de los artistas. Lo sorprendente es que, pese a este requisito, el resultado final fue que en el Museo de Huelva se presentaron doce excelentes conjuntos fotográficos de una extraordinaria diversidad. Y, desde luego, de una calidad incontestable.
Pero antes, en las siguientes entrevistas que mantuvimos, además de compartir la ilusión de los avances del proyecto, pude ir conociendo mejor a Reynus (Rafael Jimeno en el carnet de identidad), en su vertiente de gran profesional, siempre acompañado de su cámara, y como persona de excepcional nivel humano. Nuestras reuniones, desafortunadamente, debían supeditarse al calendario médico obligado por una salud precaria que iba empeorando.
Con el éxito de la exposición, nuestra amiga María Luisa propuso complementar los doce grupos de fotos con otras tantas composiciones poéticas inspiradas en ellas. Darían forma a un acto de clausura con un atractivo maridaje entre la imagen y la palabra. Pero Reynus no pudo asistir a él. El 18 de noviembre me había enviado este wasap: “Querido Jaime: estaría encantado de poder reunirnos, mejor antes que después”. No pudimos celebrar la reunión, su enfermedad se agravó y pocos días después nos dejaba.
Pero su espíritu, reflejado en el que sería su último proyecto, al que tanta sabiduría e ilusión dedicó, permanece vivo, ahora en Bonares. Eva Monllor, José Granado y los demás compañeros continúan su labor. Les representó en la inauguración de la exposición su hija y alumna María Jimeno con otros “fotografistos” del Raw Solitario; volverán a juntarse con los poetas en la tarde del 20 de abril, para rendirle homenaje. Y Reynus, en alguna forma, estará allí con ellos, con el mensaje que escribió para acompañar sus fotos: “Y al final tan solo llega el fin, serena conclusión del fluir de todas las cosas.”
