Redacción. En el ámbito industrial, empresas como MATSA trabajan por la mejora continua de su gestión ambiental, con políticas basadas en la economía circular y los Objetivos de Desarrollo Sostenible. El consumo eficiente del agua, modalidades de producción responsable, minimización de la huella ambiental y la conservación y protección de la biodiversidad y los ecosistemas son las prioridades de la compañía en este ámbito. De todo ello hablamos con Reyes Parga, jefa del departamento de Medio Ambiente de MATSA.
-En el contexto actual, en el que estamos viviendo una situación excepcional derivada de la crisis sanitaria del coronavirus, ¿cuál es el valor principal de la minería y de empresas como MATSA?
-La minería siempre ha sido una actividad imprescindible e insustituible, pues de ella sacamos minerales que son elementos básicos para los materiales, equipos y utensilios que usamos en nuestro día a día, como es la electricidad, los móviles, coches y electrodomésticos, entre otros. Hoy más que nunca, debido a la crisis sanitaria del COVID-19, se ha puesto de manifiesto la importancia de la minería, reconociéndola, después de idas y venidas como actividad esencial, pues suministra componentes fundamentales también para la fabricación de equipos sanitarios, fármacos y alimentación.
Aparte de este contexto actual, la minería juega un papel estratégico en el desarrollo socioeconómico de las comarcas en las que opera y, en estos momentos de adversidad, se hace más presente la fortaleza de este sector y los beneficios que nos aporta, como la generación de riqueza y empleo.
-En lo que respecta a la gestión ambiental, ¿Cuál es la filosofía de MATSA? ¿En qué consiste la estrategia de sostenibilidad y la política ambiental de la compañía?
-MATSA lleva operando desde el inicio de su actividad bajo un sistema de gestión ambiental muy robusto, en el que se han establecido unos criterios técnico-ambientales rigurosos que nos permiten desarrollar la actividad minera respetando en todo momento el entorno en el que nos encontramos y minimizando cualquier impacto. Esto es algo que estamos haciendo y demostrando desde que se inició la actividad.
En lo que se refiere a las estrategias y políticas ambientales, están alineadas con los principios de economía circular y los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU. Nuestra prioridad es garantizar la sostenibilidad en el uso del agua y en las modalidades de consumo y producción, y llevar a cabo proyectos para la conservación de la biodiversidad y los ecosistemas, además de sumarnos a la lucha contra el cambio climático.
-¿Cuáles son los logros, actuaciones y proyectos más destacados llevados a cabo por MATSA en el ámbito ambiental?
-Hay dos aspectos ambientales que son muy relevantes, vinculados al consumo de agua y a la superficie ocupada por las instalaciones de MATSA.
En lo que respecta al consumo de agua, la compañía realizó una importante inversión para dotar a la operación de las mejores técnicas disponibles que existen hoy para el tratamiento del agua, lo que ha permitido no solo operar con plenas garantías de protección ambiental la operación minera, sino poder incrementar la recirculación del agua y disminuir el consumo externo y el vertido. Por ejemplo, en 2019 el consumo de agua fresca aumentó debido a la baja pluviometría, pero el porcentaje de recirculación del agua llegó al 100%, cerrando el año con cero metros cúbicos de vertido al exterior.
Respecto a la ocupación del suelo, hemos minimizado significativamente la huella generada por las instalaciones, gracias a la reutilización de los residuos mineros o con proyectos innovadores, como el aprovechamiento integral del depósito de pasta, que nos ha permitido duplicar su capacidad de almacenamiento sin tener que incrementar la huella.
-Actualmente, ¿cuáles son las actuaciones e iniciativas más importantes que se están desarrollando en el departamento?
-Hemos desarrollado e implementado procedimientos para el cálculo de nuestra huella de carbono. Esto nos permite tener un punto de partida para analizar oportunidades de reducción de gases de efecto invernadero y poderlos llevar a cabo en Plan de acción. Por otro lado, estamos trabajando en la elaboración y publicación de nuestra primera Memoria de Sostenibilidad según indicadores GRI (Global Reporting Initiative).
A estos se suman otros proyectos relacionados con la protección de la biodiversidad, como la elaboración y publicación de una Guía Etnobotánica realizada en 2019 con la colaboración de diversas entidades locales y vecinos, o la creación de una Red de Voluntariado Ambiental, proyecto que ha arrancado en 2020 y que nos vemos obligados a aplazar debido a la actual crisis sanitaria.
-¿Qué acciones se llevan a cabo desde MATSA para involucrar a los grupos de interés en estos objetivos?
-Contamos con un buen número de campañas de sensibilización y comunicación externa para involucrar a los grupos de interés en las iniciativas ambientales que proponemos, especialmente a empleados, entidades locales y vecinos. Apostamos por su implicación a través de la comunicación y del fomento de la participación, para alinearlos así a nuestros estándares ambientales como elementos fundamentales para cumplir con éxito nuestros objetivos.
Por otro lado, contamos con mucho apoyo de nuestros accionistas para llevar a cabo cualquier proyecto o iniciativa ambiental.
–¿Cuáles son los objetivos en materia de gestión ambiental de MATSA para 2020?-Mantener el bajo índice de incidentes ambientales que venimos registrando en los últimos años. A corto plazo, estamos inmersos en un plan de mejora de la gestión actual de los residuos industriales y domésticos que se generan en MATSA. La finalidad es incrementar el porcentaje de reciclado y valorización de dichos residuos.
Por otra parte, estamos implementando desde la cadena de mando un plan de inspecciones ambientales, actualizando los planes de restauración, realizando el cálculo de nuestra huella hídrica y trabajando en un proyecto de investigación y desarrollo para seguir optimizando la gestión actual de las aguas.