Redacción. El Ayuntamiento de Huelva, a través de la Concejalía de Políticas Sociales e Igualdad, ha suscrito un convenio de colaboración con el Teléfono de la Esperanza destinado a la puesta en marcha en la ciudad de programas y talleres que estén dirigidos a la prevención e intervención en el ámbito de la salud emocional.
Como ha querido resaltar el alcalde de Huelva, Gabriel Cruz, “aunar esfuerzos con esta entidad es esencial para el Consistorio, ya que gracias a su incansable labor social y asistencial en Huelva con personas que se encuentran atravesando situaciones difíciles, se consigue que quienes han perdido la esperanza puedan recuperar la ilusión y las ganas de vivir”.
Por su parte, tras la firma de este acuerdo, el presidente del Teléfono de la Esperanza, Luis Benítez, ha querido expresar su agradecimiento al Ayuntamiento ya que “la colaboración mutua es muy importante para que podamos seguir desarrollando numerosas actividades en la ciudad, entre las que se encuentran las charlas que llevamos a cabo en asociaciones, colegios e institutos para abordar todo tipo de crisis humanas, desde un estado de soledad, un duelo hasta una pérdida del sentido de la vida”.
En este marco, cabe destacar que Teléfono de la Esperanza ha atendido en Huelva durante este 2019 más de 2.000 llamadas al 959281515, realizando además en su sede más de 600 consultas psicológicas y trabajando mediante un psicólogo o terapeuta familiar con aquellas familias onubenses que lo han demandado.
Por todo ello, tal como aseguran desde esta entidad, la ayuda municipal es parte fundamental, ya que les permite ofrecer sus recursos profesionales, sufragando los gastos de los programas que ponen en marcha para jóvenes, personas mayores y otros colectivos que acuden a sus cursos y talleres en la capital.
Finalmente, hay que señalar que Teléfono de la Esperanza es una ONG cuyo fin es proporcionar de manera totalmente gratuita, anónima y especializada, un servicio permanente de ayuda de urgencia por teléfono o personal a cuantas personas lo solicitan por encontrarse en situación de conflicto grave, siendo de atención preferente y prioritaria aquellos casos en los que peligren la vida y la integridad física o psíquica de las personas, así como en cualquier otra situación límite.