HBN. Siendo conscientes de que saber idiomas es una de las principales necesidades de la sociedad actual, en la que vivimos en un mundo completamente globalizado, se hace casi obligado apuntarse en una academia al comenzar el nuevo curso. De hecho, no hay edad para aprender un nuevo idioma, puesto que pueden hacerlo desde los niños, casi bebés, a los mayores, sea cual sea su edad, porque siempre es un buen momento para empezar. Por este motivo, en estos días son muchas las personas que están barajando y viendo las posibilidades que tienen de aprender un idioma en Huelva, como así sucede con la Academia Bulldog Language Studio, situada en la zona de Pescadería de Huelva, en la calle Doctor Celestino Verdier. Un centro dirigido por el doble graduado en Estudios Ingleses y Filología Hispánica por la Universidad de Huelva Daniel Rodríguez, que puso en marcha este centro en octubre de 2017, por lo que ahora inicia su tercer curso, ofreciendo clases de inglés, francés, alemán y español para extranjeros, aunque están trabajando también para implantar el japonés y el árabe para dentro de unos meses.
En concreto, las clases para niños a partir de 3 años comenzaron hace unas semanas, mientras que las clases de jóvenes y mayores -incluyendo un grupo senior para la tercera edad– se iniciarán el próximo 1 de octubre, por lo que todavía estás a tiempo de matricularte para este año. Puedes hacerlo en la propia sede del centro, donde te atenderán e informarán de todos los detalles, aunque también puedes conocer más datos en la web de la academia y en sus redes sociales.
Unas redes sociales donde podemos leer comentarios como estos: «100% recomendable. El trato es inmejorable y te preparan genial para el examen. Iba con un poco de miedo a la prueba, porque nunca la había hecho antes, y la aprobé sin problemas» o «Más que contenta con la academia y sus profes!! Las clases muy dinámicas y completas, nos han aportado lo necesario y más a todos para conseguir el resultado que esperábamos. Ha sido genial contar con ustedes!». Comentarios que son sólo dos de las muchas opiniones positivas que hacen los alumnos de Bulldog.
Y es que Bulldog es una academia diferente que se caracteriza por impartir idiomas de forma divertida a través de un equipo joven y altamente cualificado. Según explica el propio Daniel, «como se puede comprobar en las clases, no somos la típica academia. Nos gusta que el alumno aprenda el inglés real, no el que se ve en los libros, que sepan hacer un examen y punto, sino que aprendan un inglés que puedan utilizar en el día a día. Le damos importancia a que aprendan el inglés de la calle, no sólo enfocado al examen. Y todo ello lo hacemos a través de actividades que apuestan por la diversidad, con propuestas lúdicas, como talleres de cocina, fiestas de Halloween e, incluso, solemos trabajar con animales para insertar a los niños en la necesidad de cuidarlos. Es decir, al tiempo que aprenden idiomas hacemos una labor social porque les enseñamos a comer sano, a respetar a los animales y a cuidar el medioambiente».
Es más, los padres de los niños que acuden a las clases de esta academia están muy satisfechos, porque, junto con la docencia impartida, los profesores ofrecen un importante refuerzo escolar a los alumnos de forma gratuita, para que puedan preguntarles por las dudas que tengan de los deberes y tareas del cole. Y todo ello de forma dinámica y divertida, «por lo que los niños están encantados con la filosofía de las clases, que a los pequeños les encanta, tanto que no quieren irse», nos dice Daniel.
Además, el mismo método se implementa en cualquier nivel, desde estudios más básicos a más avanzados, y de cualquier edad. Es más, el responsable de Bulldog pone de manifiesto que «es evidente la progresión que presenten los alumnos. De hecho, estamos muy satisfechos con el alto nivel de porcentajes de aprobados de nuestros alumnos, que alcanza el 98%«. En concreto, Bulldog te prepara para los exámenes como el de Cambridge.
Para terminar, Daniel Rodríguez anima a «toda la gente que quiera que nos conozca. Y, sobre todo, que la buena educación no tiene porqué ser cara. Y es que tenemos unos precios bastante ajustados y no por ello perdemos calidad. Al contrario. Ofrecemos muchos servicios que otros centros que pueden resultar más caros no poseen». Un mensaje que lanza no sólo a los niños y jóvenes, sino también a las personas mayores, «que se lo pasan genial en las clases y, desde luego, nunca es tarde para aprender un idioma».