
Laura Cebrino. «Desde siempre supe que mi verdadera vocación estaría relacionada con el mundo de la enseñanza». Daniel Rodríguez Gómez, joven egresado de la Universidad de Huelva, es un claro ejemplo de constancia, ilusión y empeño, pues con tan solo veintitrés años ha inaugurado su propia escuela de idiomas. Bajo el nombre de Bulldog Language Studio, Daniel celebra cada día su sueño de trabajar como profesor, «La formación recibida en la UHU me ha ofrecido todo lo que iba buscando, lo que necesitaba para iniciarme en esta aventura».

Natural de Huelva, Daniel comenzó a estudiar el doble grado de Estudios Ingleses y Filología Hispánica en 2012. A excepción de una beca Erasmus, que realizó durante el tercer año de carrera en Kingston Upon Hull, en Yorkshire (situado al norte de Inglaterra), siempre ha vivido en Huelva y se siente muy vinculado a ella, aunque reconoce que una de sus grandes pasiones es viajar: «Creo que viajar es la mejor forma de aprender y de crecer como persona”, apunta firmemente. Aficionado al cine, las series y la lectura, este joven experto en inglés, también ha cursado clases de francés, chino, italiano y alemán, además de tener nociones de holandés.

Daniel, quién con éxito ha sabido compaginar sus estudios con el trabajo, lleva prácticamente como instructor de inglés desde los dieciséis años,“Desde mis estudios de bachillerato he estado dando clases de inglés a domicilio como particular; de hecho, esa experiencia fue la que me llevó a impartir clases en una academia oficial, y lo que por consiguiente también me animó a embarcarme en la aventura de montar mi propia escuela».

Oficialmente Bulldog Language Studio lleva abierta desde octubre de este año, aunque con un proceso de cocción de más de un año: «A pesar de las dificultades y las limitaciones que el proyecto presentaba, sentí que era el momento de atreverme, de dedicarme por completo a lo que realmente me apasiona: la docencia. Además, mi madre siempre quiso ser profesora; creo que de algún modo también me han influido sus ganas», confiesa Daniel.

Tras cinco años de formación en la Universidad de Huelva, este joven destaca como primordial en sus años de formación las diferentes posibilidades que la institución te ofrece de cara a querer cursar parte del grado en el extranjero: «Tener la ocasión de ver cómo funciona el mundo más allá de tus fronteras es una gran oportunidad que sin duda se disfruta mucho. Estoy muy agradecido en ese sentido con la Universidad de Huelva». Daniel también aludió al programa de prácticas SOIPEA, a través del cual pudo realizar prácticas extracurriculares «que sin duda ayudan a rodar con más facilidad”, comenta el joven.

«Aunque el proceso de apertura de Bulldog Language Studio fue largo y costoso, contar con la ayuda de mis familiares y amigos, lo ha hecho mucho más llevadero», asegura Daniel. El joven, quién comenzó el proyecto en solitario, actualmente conforma junto con cuatro personas más, un equipo bilingüe de cinco profesores que regentan la escuela, entre los cuales él ostenta la figura de director. «No somos una academia de inglés conformamos una escuela de idiomas que en un futuro no muy lejano espera ofertar más opciones de formación», detalla Daniel.

«Hoy en día se piensa que la educación debe ser cara para entenderse como buena, y la verdad es que esa afirmación no es correcta. Nuestra escuela ofrece precios más económicos para que sean asequibles a todos los bolsillos, no porque la educación impartida sea más limitada». Calidad a un precio asequible.

El signo distintivo de Bulldog Language Studio es su metodología: «El protagonista es el alumno, las clases son dinámicas, divertidas e interactivas y pretendemos emplear la tecnología como herramienta principal», comenta Daniel. Con este proyecto, Daniel busca poner en valor, realzar, la importancia del perfil del profesor español de inglés, puesto que «Las nuevas generaciones vienen muy bien preparadas, la formación del profesor es más importante que la natividad del mismo», afirma. Daniel aboga por este pensamiento con la configuración de una escuela en la que conviven profesores españoles y también ingleses impartiendo inglés, «creando la mejor combinación para enseñar de la mejor forma el idioma», concluye Daniel.