Redacción. El Servicio de Control de Mosquitos de la Diputación de Huelva ha puesto en marcha su Plan de Actuación 2019 para el control integrado de plagas mediante el uso de tratamientos correctores con biocidas, que se desarrollará desde el mes de marzo hasta finales de octubre, periodo de máximo trabajo y fumigación, coincidiendo con la subida de las temperaturas que aceleran los ritmos de desarrollo larvario, si bien el Plan de Control de Mosquitos está activo todo el año, planificando diversas acciones de control. Así, durante los dos primeros meses del año, se han llevado a cabo trabajos de restauración hidrológica y desbroce de vegetación en espacios naturales.
Este Plan Operativo de Control de Mosquitos tiene como principal objetivo reducir la densidad de población de este insecto a niveles que sean tolerables para la ciudadanía, al ser imposible su erradicación. Para ello, las estrategias de control se diseñan específicamente en función de las características particulares del foco, lo que da lugar a dos grandes grupos: marisma mareal y medio urbano y rural, con un ámbito geográfico de actuación total de 140.000 ha de superficie protegida divididas en 16.000 ha de marisma mareal y 114.000 ha pertenecientes al medio urbano y rural, donde se encuentran 25 núcleos de población de la provincia.
De este modo, se prevé la actuación con tratamientos correctores mediante el uso de biocidas en aproximadamente 5.000 hectáreas de marisma mareal susceptible de albergar poblaciones larvarias de mosquitos, con especial incidencia en el estuario del Tinto -aproximadamente el 53% de superficie-, y en el del Odiel – un 43% de superficie-, así como en las marismas mareales del Guadiana, Carreras y Piedras.
Las aplicaciones aéreas acumularán en torno a un 80% de los tratamientos contra las fases larvarias, si bien en cualquier caso los tratamientos se adecuarán a las necesidades que vaya demandando la dinámica de la plaga a lo largo del año para el conjunto de términos municipales que integran el Plan Operativo del Servicio de Control de Mosquitos de la Diputación de Huelva de 2019, que son Aljaraque, Almonte, Ayamonte, Cartaya, Gibraleón, Huelva, Isla Cristina, Lepe, Moguer, Palos de la Frontera, Punta Umbría y San Juan del Puerto.
Respecto al segundo grupo de actuación, constituido por el medio urbano y rural, se han programado cinco fases de tratamientos de control frente a mosquitos adultos repartidas de mayo a octubre, en función de las previsiones establecidas a comienzos de esta campaña. Las actuaciones se realizarán en espacios periurbanos de los principales núcleos de población de la costa, así como en un buen número de áreas verdes y zonas ajardinadas de todos los municipios integrados en el Plan de Control. En total, está prevista la realización de más de 420 km de recorridos de tratamientos de nebulización y 255 km de recorridos bajo la modalidad de tratamientos barrera.
Respecto a los trabajos de restauración hidrológica mediante maquinaria hidráulica adaptada, está previsto actuar en algo más de 5.000 metros lineales de cauces que evidencian una clara pérdida de funcionalidad, lo que provoca una elevada potencialidad para la cría de mosquitos.
Trabajos de investigación. Además de acometer labores de tratamiento sobre el terreno con el mínimo impacto ambiental gracias al uso de técnicas blandas y un máximo rendimiento mediante la optimización de los recursos, el Servicio de Control de Mosquitos desarrolla a lo largo del año distintos trabajos de investigación, manteniendo un completo programa de seguimiento de las poblaciones de mosquitos a través de la red de 16 estaciones de muestreo que están repartidas a lo largo de todo el litoral de la provincia con el objeto de evaluar el estado de la plaga frente a las medidas de control programadas.
Fruto de esos de trabajos de investigación, durante el pasado año el personal del Servicio de Control de Mosquitos colaboró en cinco artículos científicos y participó en varios congresos y reuniones científicas de temática entomológica.
Para abordar este Plan de 2019, el dispositivo, con más de tres décadas de experiencia, cuenta con una plantilla sólida formada por 41 oficiales aplicadores, cinco capataces, un técnico de laboratorio, un biólogo jefe de programación y desarrollo, un biólogo jefe de investigación, un director del servicio y un auxiliar administrativo, además de 11 operarios contratados para intensificar las labores de verano. A todo ello hay que sumar los medios técnicos disponibles, como vehículos aéreos, terrestres y embarcaciones equipadas con motor fueraborda, entre otros.