Antonio Ramos. Derrota sí, pero con enseñanza. Ese es el lado positivo al partido perdido por el Bifesa Tartessos de Huelva (5-24) ante el Cruxe de Jerez, en el que supuso su estreno (aciago) en el año 2019, y del que se extrae, por aquello de la botella medio llena, el lado amable: los onubenses mantienen la tercera posición de la tabla del grupo Occidental de la Segunda División Andaluza de rugby.
Los Reyes Magos llegaron tarde y con la saca vacía para el conjunto onubense de rugby. Los linces lo intentaron, redactaron sus mejores deseos e incluso se conjugaron para que la mañana del domingo culminase con sonrisas; pero en esta ocasión no hubo regalo en el zurrón y los linces empiezan el año con la necesidad de mejorar.
Llegó hasta el estadio Iberoamericano Emilio Martín el segundo clasificado del grupo, el Club de Rugby Xerez, rival directo por las plazas de ascenso de los onubenses que tenían a tiro recortar distancias al equipo jerezano desde su tercer puesto, y apretar más una Liga que ahora comienza a romperse en bloques.
Los linces pidieron una victoria en su carta con la firme convicción que las buenas maneras del pasado 2018 iban a propiciar un resultado favorable y una alegría inmaculada; pero el carbón en esta ocasión vestía los colores del equipo rival que comenzó golpeando primero con una buena jugada en el minuto 15 que culminó en ensayo y transformación y que tiznó los ánimos de los onubenses.
No supieron sobreponerse al varapalo los locales que volvieron a ver traspasar su zona franca en el minuto 25, con otro nuevo ensayo y un marcador en contra de 0-14 que permanecería inalterable hasta la reanudación de la segunda parte.
Ya en la segunda mitad, el XV del lince despertó durante los primeros instantes, los puntos “no vienen solos”, pensaron, y en su búsqueda lograron hilvanar una consecución de pases precisos y de avance lineal para acabar ensayando a los 8 minutos de la reanudación: 5-14 y el horizonte de otro color.
Sin embargo no fue el día, al menos para el Bifesa Tartessos, al que poco más se le vio, y sí para un Cruxe enchufado que mediante un bonito drop primero y un ensayo posterior en el minuto 68, marcaron distancias para llevarse la victoria por un tanteo final de 5-24.
Los Reyes no pasaron por el estadio Iberoamericano y dejaron a los onubenses tal y como acabaron el pasado año, en la tercera plaza y con 20 puntos aunque a 9 ya de sus rivales. Todavía queda año por delante. Es lo que tienen los linces, que saben muy bien como seguir peleando para volver a sonreír.