S. D. Carolina Marín ha aumentado su apuesta, seria apuesta, por conquistar el Abierto de China, uno de los ‘grandes’ del circuito mundial de bádminton, al acceder a la final del torneo que tiene como escenario Changzhou, después de derrotar en la semifinal a la japonesa Nozomi Okuhara (15-21, 21-12 y 21-13), a quien hace seis días también venció en la final del Open de Japón.
Carolina Marín atraviesa un momento de forma excelente. Lo prueba su triunfo en el Mundial en agosto, y en Japón hace una semana. Y claro, también su trayectoria en este Abierto de China, al que sólo le queda el último escollo, importante y complicado, el de la local Chun Yufei.
Pero para acceder a este partido definitivo, la onubense ha ido superando obstáculos (Blichfeldt, Takahashi y Gao), antes de citarse con su amiga Okuhara, otrora su ‘bestia negra’, pero a la que ha ganado sus dos últimos partidos, el del domingo pasado con el Abierto de Japón en juego y éste en China.
No lo tuvo nada fácil Carolina, aunque al final hasta lo pareciera. Mucho tuvo que jugar y pelear para, yendo de menos a más, acabar poco menos que triturando a la nipona, incapaz de contrarrestar el juego de la onubense, y eso que la asiática también juega un montón.
Una hora y cinco minutos duró el partido que, en el primer set, se vio a una Okuhara más solvente, sobre todo tras el empate a 7, última igualdad del mismo. Un parcial de 0-4 para la nipona hizo que se fuera con ventaja al descanso (7-11), renta que aumentó a la vuelta a la pista hasta un 8-14 ya definitivo. De ahí al 15-21 final fue sólo cuestión de tiempo.
Le tocaba remontar a Carolina y se metió en faena. Aguantó el tipo en el arranque del segundo set, muy equilibrado (8-8). Pero a partir de ahí fue la de Huelva la que empezó a mandar. En lo que quedaba de set y de partido. Un primer parcial de 4-0 inició el despegue de la onubense (12-8), renta que fue ampliando hasta cerrar la manga por 21-12.
La historia del tercer set fue la que escribió Carolina quien, con un arranque solvente (4-0), dejó a las claras sus intenciones. Al descanso se fue con esa renta de cuatro punto: 11-7, aunque pronto dobló en el marcador a una Okuhara ya entregada a su suerte (14-7). El desenlace estaba escrito: 21-13 para la onubense y pase a la final.
Ahora en la pelea por el Abierto de China se enfrentará a Chen Yufei, a quien curiosidades del destino, derrotó la semana pasada en la antesala de la final de Japón. Ese es el único antecedente entre ambas.