Sergio Borrero. La Hermandad de la Esperanza ha venido celebrando durante esta semana cultos al Santísimo Sacramento en su templo como hermandad sacramental de San Francisco. Tres días de triduo que daban final en la tarde de ayer con la solemne función y posterior procesión por las calles de la ciudad. Serían pasadas las 20:00h cuando desde el campanario de la Iglesia de Santa María de la Esperanza se anunciaba el inicio de la procesión eucarística.
La Banda de cornetas y tambores Santísimo Cristo de la Expiración precedía con sus sones a un nutrido cortejo que iba encabezado por los niños carráncanos de la hermandad haciendo sonar la esquila. El Guion Sacramental era seguido por niños vestidos de primera comunión, a los que seguía el Simpecado de la hermandad y hermanos portando cera roja acompañando al Santísimo. Presidía la procesión el Hermano Mayor, Alfonso Díaz junto al “bacalao” de la hermandad y miembros de la junta de gobierno.
El paso procesional hacía su salida del templo a los sones del Liceo de la Música de Moguer comandado por el capataz de Nuestra Señora de la Esperanza Coronada, Pedro Olivares. Bouquets y centros de claveles blancos y espigas de trigo exornaban el paso procesional del Santísimo, mientras que el templete de metal plateado cincelado por Orfebrería Ramos se encontraba adornado con los característicos racimos de uvas y espigas de trigo.
La custodia de la Hermandad, de plata de ley sobredorada y pedrería, data de 1990 y es obra de los cordobeses hermanos Lama, reproduciendo el diseño de una anterior sustraída a la Hermandad en dicho año.
Numeroso público acompañó la procesión en una tarde de junio que invitaba a acompañar al Santísimo Sacramento por las calles del casco histórico de Huelva. Unas calles que aparecían engalanadas con algunas colgaduras en los balcones y con dos altares levantados por jóvenes hermanos de la cofradía en honor a Jesús Sacramentado instalados en la antigua calle Padre Andivia.
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