ILG. El Almendro y Villanueva de los Castillejos unen sus tradiciones en la celebración de la primera romería que inaugura el calendario festivo en la provincia. Tradición y fiesta van de la mano en una festividad que comienza este Domingo de Resurrección y finalizará el próximo miércoles 30 de marzo.
Tras la Semana Santa, los onubenses cambian el costal y las túnicas de nazarenos por trajes de corto, volantes y el colorido que caracteriza a cada una de las fiestas y romerías que se celebran en la provincia. Se trata de fiestas religiosas pero que cambian la sobriedad y solemnidad de las cofrades, por la alegría de las celebraciones de gloria.
La primera de ellas es la romería en honor a la Virgen de Piedras Albas, una festividad que comparten los municipios de El Almendro y Villanueva de los Castillejos en el Prado de Osma. Una celebración en la que los vecinos de los dos municipios conviven y comparten su devoción y su fe por la Virgen.
Según cuenta la historia de la Hermandad, un pastor de El Almendro encontró, un Domingo de Resurrección al amanecer, dos figuras de dos vírgenes: la de Piedras Alba y la Virgen de la Peña, de Puebla de Guzmán.
Originalmente, la romería en honor a Santa María de Piedras Alba pertenecía al término municipal de El Almendro porque el Prado de Osma, lugar en el que según cuentan las leyendas apareció la imagen de la Virgen, pertenecía al municipio andevaleño. Hacia 1800, a raíz de la guerra, le primitiva imagen de la Virgen se quemó, al igual que parte de la ermita. Los vecinos del municipio de Villanueva de los Castillejos ayudaron a levantar parte de la ermita y en agradecimiento le cedieron el 50% de las fiestas y desde entonces ambos pueblos celebran unos días en perfecta convivencia en la romería.
Una romería singular que, además de la exaltación religiosa, supone unas jornadas de convivencia de dos pueblos vecinos en el que los buenos momentos están asegurados.
Por cierto, que la hermandad ha convocado la segunda edición de su concurso fotográfico.