HBN. La Cofradía de la Santa Cruz, Santo Sudario de Nuestro Señor Jesús de la Providencia y María Santísima Madre de Gracia ha sido la última en salir a la calle en este Miércoles Santo onubense que ha continuado con las temperaturas veraniegas, siguiendo la tónica de la semana. Fundada en 1998, la hermandad de la Santa Cruz ha salido puntual de su templo, la parroquia de la Merced, a las 18.50 horas.
El sonido de la esquila rompía el silencio imponente y propio de esta cofradía, la más joven de todas las que conforman el Miércoles Santo, que este año ha estrenado una nueva talla del respiradero frontal, el medallón del canasto con el escudo de la Orden Mínima y el llamador.
Con una temperatura algo más suave que la del Martes Santo, muchos onubenses rodeaban las inmediaciones de la catedral para ver salir al único paso de esta cofradía, que representa el momento en que Jesús es descendido de la Cruz y Nicodemo, María Salomé y María Cleofás, van a depositarlo en el Santo Sudario. María Santísima Madre de Gracia, titular de la hermandad que procesiona en el paso de misterio, es ayudada por San Juan y la Magdalena.
La Capilla Musical Madre de Gracia, propia de la Cofradía, es parte del halo solemne y austero de esta hermandad, que realiza su estación de penitencia con un total de 125 hermanos, vestidos con túnica, capa, morrión y escapulario en azul marino. Los exornos florales, compuestos este año por rosas, iris, cardos, calas y eryngius, han lucido hermosos en esta tarde soleada.
Pese a su juventud, la hermandad de la Santa Cruz de Huelva va año tras año haciéndose un hueco cada vez más respetable en la Semana Grande de Huelva, siendo además una hermandad de silencio que muestra un semblante de elegancia y seriedad. Sin lugar a dudas, la Santa Cruz ofrece el contrapunto al fervor y al cariz festivo que la Victoria y la Esperanza marcan en el Miércoles Santo onubense.
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