Ana Rodríguez. Latitudes Festival Internacional de Fotografía Huelva 2013 ha inaugurado en el salón Iberoamericano de la Casa Colón, la séptima exposición de su quinta edición. Se trata de la muestra ‘Tres países, tres miradas (Túnez, Egipto y Libia)’, en la que los fotógrafos Tobías Kruse, Jörg Brüggemann y Maurice Weiss han dejado entrever con sus cámaras una realidad social como es la ‘primavera árabe’.
Los tres autores han sido los grandes invitados de la tarde y han viajado hasta Huelva para explicar a los onubenses las imágenes que tomaron en estos tres países. El alcalde de Huelva, Pedro Rodríguez, así como el director del Festival, José Luis Ruiz, han estado también presentes en la apertura de una muestra que ‘’más que una exposición es un documento social’’, según el primer edil. Rodríguez señaló que la ‘’sociedad se expresa con palabras y con imágenes’’ y añadió que ‘’todos estaremos más informados de cómo fue la primavera árabe’’ tras contemplar la exposición.
Los tres fotógrafos de la agencia ‘OSTKREUZ–Agentur der Fotografen’ fueron explicando al público cada una de las imágenes. En ellas se pueden admirar desde las diferentes concentraciones en la plaza Tahrir, donde la situación era distinta cada día, hasta los zapatos de Gadafi, pasando por cárceles militares, campesinos que convierten una carretilla en un arma, jóvenes que rezan mientras hacen de guías turísticos en un edificio que perteneció a la policía secreta, el retrato de una chica revolucionaria cuyo padre había sido jefe de policía en El Cairo, gente en bares, bailarinas, un grupo de jóvenes gravando un videoclip en el metro egipcio o una escena tan insólita como parar un concierto de rock porque es la hora de las oraciones.
Mesa redonda. Tras la inauguración, los fotoperiodistas ofrecieron una mesa redonda que estuvo moderada por el presidente de la Asociación de la Prensa, Rafael J. Terán. En ella, Tobías Kruse explicó que el punto de partida del fenómeno conocido como ‘primavera árabe’ se encuentra en un grupo de hombres jóvenes que están insatisfechos con la realidad que les rodea. El detonante, un individuo que se quita la vida en Túnez quemándose a lo bonzo, un hecho que prendió luego en Egipto y Libia. Tras una situación tensa, revolucionaria, desaparecen los dictadores, se convocan elecciones libres y llegan al poder los Hermanos Musulmanes, muy queridos inicialmente porque durante mucho tiempo habían estado sometidos por Mubarak ‘’y eso es lo que no ha gustado a la gente, ése es el problema’’, señala Kruse.
A este respecto, Weiss afirmó que en su último viaje a Egipto, tuvo ‘’la impresión de que ya no existe la conexión que había antes entre los jóvenes y los Hermanos Musulmanes. Por ello, creo que el proceso va a ser largo, de tira y afloja, parecido a como está la situación en Siria’’.
Maurice Weiss destacó, por otro lado, que en Argelia y Marruecos se ha encontrado con gente joven que ha perdido la esperanza y que lo que desea es irse de su país. Sin embargo, el fotógrafo percibe que la situación de Libia va a ser muy distinta, ya que ‘’es un país rico y en poco tiempo se estabilizará y tendrán un estado estable’’. En Libia o Túnez «hay jóvenes que quieren una sociedad civil en la que ellos encajen«.
Por su parte, Jörg Brüggemann indicó que cuando acuden a países como éstos van ‘’con la mente muy abierta al mundo que vas a encontrar. Vas a ver qué pasa allí, su realidad, no a confirmar una idea preconcebida. No voy con la idea de que voy a ver a una mujer con el pañuelo en la cabeza bailando heavy metal’’, reconoció. En este sentido, Brüggemann habló de lo que supone la música para estos jóvenes precursores de la ‘primavera árabe’ y aseguró que para ellos se trata de ‘’una cuestión de identidad. Quieren ser parte de algo más grande que sus problemas o sus países. La globalización también es cultural, tenemos muchas cosas en común y en la música se ve muy claro y es una forma de documentarlo y mostrarlo’’.