S. D. Hay derrotas que son más que una simple derrota. Por el cómo. Hay quien puede pensar que el partido perdido por el Huelva Comercio Viridis en Madrid ante el Juventud Alcalá (90-88) después de entrar en el último cuarto ganando por 18 puntos va a marcar el futuro del equipo. Puede ser catastrofismo, pero la realidad, la cruda y cruel realidad, dicta sentencia.
Y es que un triunfo para el Huelva Comercio en el inicio de la segunda vuelta era la vida misma. De momento, números en mano, suponía salir del descenso directo; y al tiempo colocarse a una sola victoria de la salvación más absoluta. Pues eso que se ganó a pulso en los tres cuartos iniciales lo mandó al garete -utilicen otra palabra más contundente si prefieren- en los diez minutos finales, en los que se pegó un tiro de gracia -maldita- en el pie.
El 52-70 con el que se llegó al fin del tercer cuarto venía a dejar claro lo ocurrido sobre la cancha madrileña. Superioridad infinita del Huelva Comercio Viridis, renacido cual ‘ave fénix’, dueño y señor en la pista. Por tierra, mar y aire, el equipo de Huelva comenzó a labrar sus primeras rentas casi desde el inicio. Con Cameron Gaines, Charles Minlend y, en especial Godwin Boahen, el cuadro onubense se hizo con el primer cuarto: 15-23.
En el segundo volvió a mandar el Huelva Comercio, eso sí, ya tuvo un primer apagón durante cinco minutos, en los que el marcador pasó de un 19-30 al empate a 30. Debió servir de aviso, aunque los de Carrasco se fueran al descanso ganando (31-36).
La ‘tormenta perfecta’ del Huelva Comercio Viridis se vio tras el intervalo. Su juego coral, enorme poderío bajo los aros, y con muchos jugadores implicados en la anotación, el marcador alcanzó guarismos muy favorables para los onubenses, aún con el hándicap de la lesión sufrida por Boahen, algo que a la postre acusó. Con todo el equipo de Gabriel Carrasco se fue al último cuarto con el partido en el bolsillo. 52-70. Pero…
Lo peor estaba por llegar. No se sabe el motivo, pero los fusibles saltaron y el equipo dejó de funcionar. Lo que antes era alegría en la pista se convirtió en un sinvivir, con pérdidas de balón continuas, horrible selección de tiro -si es que había tiro-, y un paulatino acongojamiento -también se puede usar esa otra palabra que ya sabemos-, que llevó al equipo de Huelva al precipicio para despeñarse. Un parcial de 16-1 en cuatro minutos ya dejó claro lo que iba a pasar. Vamos, lo que pasó al final, derrota del Huelva Comercio Viridis (90-88), otras más como visitante, que deja en un segundo plano los buenos números de su debutante Massine Fall: 15 puntos, 8 rebotes y 18 de valoración.
JUVENTUD ALCALÁ ESCRIBANO EME, 90 (15, 16, 21 y 38): Imru Duke (24), Albert Lafuente (6), Marco Echeverría (8), Chuso González (7), Jhery Matos (17) -cinco inicial-; Willy Isiani (3), Jorge Parra (24), Pedro Arribas (0), Álex Montero (1).
HUELVA COMERCIO VIRIDIS, 88 (23, 13, 34 y 18): Niko Cebrián (9), Cameron Gaines (8), Charles Minlend (12), Manu Vázquez (11), Aziz Fadika (2) -cinco inicial-; Alberto Artiles (5), Godwin Boahen (14), Kostas Vasileiadis (12), Ángel Cañas (0), Massine Fall (15).
Árbitros: Alejandro Pellitero Gonzalez y Jaime Álvarez-Ossorio Varela. Eliminado por cinco personales: Niko Cebrián (Huelva Comercio Viridis).
Incidencias: Partido correspondiente a la 14ª jornada en el grupo Oeste de la LEB Plata disputado en el Pabellón Movistar Academy Magariños de Madrid.
