HBN. Nazarenos de blanco y azul cruzan las puertas de la Parroquia del Sagrado Corazón para abrir paso a la salida de dos de los Titulares más esperados de la Semana Santa en Huelva: Nuestro Padre Jesús de la Humildad y María Santísima de la Victoria.
Una inmensa multitud, como cada año, acoge a la Hermandad entre aplausos, con lágrimas de emoción y devoción en las miradas. Un emotivo recibimiento dos de las Imágenes más significativas del Polvorín.
El paso de Cristo, con Jesús (obra de Antonio León Ortega) acompañado de Herodes, su mujer Herodías, Caifás, Anás, un soldado judío y dos soldados romanos (obra de Elías Rodríguez Picón), cuenta con el acompañamiento musical de BCT La Humildad, de Huelva. Este año se ha completado el dorado del respiradero trasero, esquinas y manguetas del paso. El capataz que guía el paso de los costaleros en su recorrido por las calles de Huelva es José Miguel Moreno Toscano.
El paso de Palio, con la Reina del Polvorín restaurada (por Enrique Gutiérrez Carrasquilla), portando su corona de oro (donada por el pueblo onubense y realizada por Manuel Valera) con la que fue coronada canónicamente en 2012, presenta algunas novedades como la restauración de la toca de sobremanto y de los candelabros de cola, y una nueva tanda de candelería.
La cuadrilla bajo la Virgen sigue las indicaciones de Javier Ruiz Rita, su capataz, y tendrá el acompañamiento musical durante su recorrido de la Banda Filarmónica de Pilas.
La Real, Antigua, Ilustre y Fervorosa Hermandad del Sagrado Corazón de Jesús y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús de la Humildad Despreciado de Herodes, María Santísima de la Victoria y San Juan Evangelista, cuenta con 1977 hermanos, de los que 800 nazarenos caminarán por las calles de la capital en su recorrido de penitencia, vestidos con túnica blanca, cíngulo de lana rojo, botonadura, capirote y capa azulina.
Es una tarde llena de sentimientos para el barrio del Polvorín y todos los Hermanos y devotos de la Victoria, que culminará en la emocionante e infinita ‘petalá’ antes de su recogida, de la mano de sus vecinos de la calle Puebla de Guzmán. Una despedida donde se puede apreciar el amor y cariño que el barrio siente por su Reina. Un espectáculo cada año inolvidable.
