M. P. D. La Edad Media es una larga etapa histórica que resulta apasionante por los acontecimientos vividos, pero también porque todavía son muchos los datos que permanecen ocultos sobre este periodo que se desarrolló durante mil años, como sucede con un episodio registrado en la provincia de Huelva en el siglo XIV. Se trata de una batalla de gran trascendencia que se libró a orillas del arroyo o río Candón y que enfrentó a las tropas del señor de Gibraleón y la milicia sevillana que defendía los intereses del rey Pedro I. Uno de los pocos enfrentamientos que tuvieron lugar en territorio onubense durante los siglos bajomedievales, dando lugar a todo tipo de relatos literarios y leyendas.
Los protagonistas de este hecho, efectivamente, fueron don Juan de la Cerda, señor de Gibraleón, y el rey Pedro I, tal y como ha desvelado el profesor de la Universidad de Huelva Juan Luis Carriazo en el artículo ‘Ecos literarios de una batalla medieval en los confines del Reino de Sevilla: La derrota de Juan de la Cerda frente a Pedro I en 1357’. Un trabajo científico publicado en el libro titulado El reino de Sevilla en la Baja Edad Media. 30 años de investigación (1989-2019), editado por la Universidad de Sevilla bajo la coordinación de Isabel Montes Romero-Camacho.
Desde un punto de vista histórico, el propio Juan Luis Carriazo reconoce que “sabemos muy poco sobre esta batalla”, a pesar de su enorme interés literario e historiográfico, puesto que “constituye el núcleo temático de uno de los romances históricos más antiguos de que se tiene noticia, estudiado de forma magistral por Diego Catalán”, un romance que aparece en un par de textos portugueses del siglo XVI. La composición fue realizada para cantar la victoria de los sevillanos sobre don Juan de la Cerda, lo que lo convierte en un testimonio muy antiguo y relevante de su género.
Pero, ¿cuál fue el motivo de tal enfrentamiento? Gracias a este trabajo de investigación se ha podido constatar que la causa central fue el abandono de Juan de la Cerda del castillo fronterizo de Serón (Soria) en el transcurso de la guerra entre los castellanos contra los aragoneses. Una acción de rebeldía que hacía pensar que el señor de Gibraleón “planeaba levantarse en Andalucía contra su rey con el apoyo de Pedro IV de Aragón”, apunta Carriazo, que añade que “el rey castellano envió a Sevilla a Juan Fernández Melgarejo, canciller del sello de la poridad, con órdenes de que combatiesen al rebelde”, dado el poder de La Cerda en Andalucía.
El conflicto, en el que se contabilizaron múltiples bajas, se saldó con la derrota del señor de Gibraleón, ante un ejército de milicias sevillanas, donde se encontraban personajes tan ilustres como don Juan Ponce de León, señor de Marchena, y el micer Egidio Bocanegra, entre otros caballeros. Esta victoria proporcionó una gran satisfacción al rey, que mandó cortar la cabeza a don Juan de la Cerda. De nada sirvió que la esposa del señor de Gibraleón se desplazara a Tarazona (Zaragoza) para pedir clemencia a su majestad, puesto que, aunque Pedro I accedió al perdón, era consciente de que cuando ella llegara a Sevilla con el documento en el que se anulaba la sentencia, De la Cerda ya estaría muerto.
Tal y como expone Carriazo, detrás de la supuesta traición al rey del noble olontense se encuentra una causa familiar de restitución de honra: al parecer el señor de Gibraleón estaría apoyando a su cuñado, don Alvar Pérez, una vez que el monarca había intentado corromper la pureza de la esposa de este, doña Aldonça Coronel. Por su parte, el rey afirma que De la Cerda y su cuñado pretendían atacar Sevilla y Niebla, con la finalidad de que hubiera una sublevación generalizada en la región andaluza contra la monarquía castellana y Andalucía quedara dividida, acusaciones de las que no existen pruebas. Por este motivo, en algunos relatos se plantea esta batalla como una lucha entre las milicias del señor de Gibraleón y las de la ciudad de Sevilla. Según la procedencia de las fuentes, las crónicas de la época pondrán el acento en una u otra postura.
En cualquier caso, en este artículo podemos comprobar cómo los relatos medievales exaltan la valentía y caballerosidad del señor de Gibraleón, descendiente directo de los reyes de Castilla y de los de Francia. El resultado fue bastante trágico para los dos nobles sublevados, puesto que, tal y como expone el profesor e investigador de la Onubense, «Alvar Pérez de Guzmán tuvo que huir a Aragón, mientras que don Juan de la Cerda “era batido en Trigueros, por los leales de Sevilla, y en esta misma ciudad, expiaba sus muchos delitos, siendo ajusticiado”.
En definitiva, un interesante trabajo que permite dilucidar de forma objetiva y científica una historia que ha sido cantada y narrada por la literatura de forma tradicional desde la época bajomedieval y que ahora queda revelada y analizada en esta nueva publicación por el profesor Juan Luis Carriazo. Un ejemplo más que pone de manifiesto la importancia y necesidad de la investigación histórica.
2 comentarios en «La desconocida batalla medieval librada a orillas del río Candón, entre Trigueros y Niebla, en el siglo XIV»
Un bonito artículo, que pone al descubierto, algunas de las muchas historias que no queda por descubrir.
Muy buen artículo, vivo en Gibraleón y dudo que más de cuatro personas sepan de éste hecho histórico, y cuatro murieron en la batalla y el último soy yo.