Mari Paz Díaz. Bañado por el océano Atlántico, el litoral onubense cuenta con 122 kilómetros de playa, que discurren desde la desembocadura del río Guadiana, haciendo frontera con Portugal, y el río Guadalquivir, en el Parque Nacional Doñana, incluyendo a los municipios de Ayamonte, Isla Cristina, Lepe, Cartaya, Punta Umbría, Huelva, Palos de la Frontera, Moguer y Almonte. Nueve localidades que pueden presumir de contar con algunas de las mejores playas, de entre las 3.458 que existen en España, como se aprecia, sobre todo, durante los calurosos meses de verano.
Por suerte, los onubenses podemos elegir entre las playas de Isla Canela y Punta del Moral, en Ayamonte, con parajes repletos de historia y patrimonio, como el Mausoleo romano del siglo IV, las playas de San Miguel, El Rompido y Nuevo Portil, en Cartaya, rodeadas de la Reserva de la Laguna de El Portil, o Punta Umbría, donde se concentran El Portil, Los Enebrales, La Bota y La Mata Negra, además de la playa de Punta Umbría y la de La Ría, donde se deja ver la huella inglesa. Muy características son también las playas del Puente del Vigía, Mazagón, El Parador, Rompeculos y Torre del Loro, repartidas entre Palos de la Frontera y Moguer, con paisajes naturales increíbles, sin olvidar que Huelva tiene la playa del Espigón, con una parte casi virgen inmersa en el Paraje Natural de las Marismas de Odiel.
Naturaleza también ofrece Almonte, que alberga las playas del entorno de Doñana de Torre del Loro, de Castilla, Cuesta Maneli o de Matalascañas, con acantilados como el Asperillo, monumento natural reconocido a nivel europeo. Y, por último, están Isla Cristina y Lepe, donde se concentran hasta diez playas, como son El Cantil, Punta del Caimán, Santana, Central, El Hoyo, La Casita Azul, La Redondela, Islantilla, La Antilla y Nueva Umbría, en la zona del Paraje Natural Marismas de Isla Cristina.
Una costa de gran belleza que posee unas características excepcionales. Y es que, si miramos cualquier mapa de la provincia de Huelva, es obvio que la línea del litoral onubense es bastante peculiar. Y lo es por muchas razones, pero, fundamentalmente, por la presencia de varios elementos geográficos y naturales que son difíciles de encontrar en cualquier otro lugar. Diez elementos que hacen de las playas onubenses una auténtica joya:
1. Su arena fina y blanca. Frente a otros puntos del litoral andaluz, la existencia de rocas, grava o bolos es nula en Huelva. Es más, sus playas son las de mayor volumen de arena en España, ya sean peninsulares o insulares. Una arena procedente de la erosión de los acantilados costeros, situados entre La Redondela y El Rompido y entre Mazagón y Matalascañas, así como por la aportación de las corrientes de agua dulce. Un dato especialmente apreciado por todos los que tienen la suerte de disfrutarlas, al ser casi las únicas que no se asientan sobre rocas ni tienen una cordillera directamente en contacto con la línea costera.
2. La longitud de las playas de Huelva es muy valorada, dado que la provincia cuenta con tres de las cinco playas más largas de España, como son las playas de Doñana (Almonte), Castilla (Mazagón, Moguer) y Nueva Umbría (Lepe), que cuentan con 28, 17 y 12 kilómetros de longitud, respectivamente. ¡Tienes espacio suficiente para poner tu sombrilla!
3. Puedes elegir entre las playas menos concurridas del litoral andaluz, al tiempo que hay lugares con un gran número de visitantes, dependiendo de lo que queramos. En concreto, la provincia onubense cuenta con nueve playas que se encuentran entre las de mayor afluencia de Andalucía. En esta categoría podemos citar playas tan conocidas como Matalascañas, Mazagón, La Bota (Punta Umbría), El Portil, Nuevo Portil, La Antilla, Islantilla, Punta del Moral o Isla Canela.
Aún así, Huelva sigue contando con un buen número de playas con un grado de afluencia bajo o medio, por lo que existen auténticos paraísos, con playas solitarias y en pleno contacto con la naturaleza. Entre las playas con afluencia media están El Parador de Mazagón, Urbasur, Redondela, Casita Azul, Del Hoyo, Central, Camino de Santana o Gaviota. Por último, de afluencia baja son las playas de Castilla, Rompeculos -ambas entre Matalacañas y Mazagón-, El Espigón en Huelva, Los Enebrales de Punta Umbría, Nueva Umbría o Icona, entre otras.
4. El litoral onubense destaca por sus largas flechas litorales, como las del río Piedras, Punta Umbría y Doñana. Se trata de estructuras formadas por el depósito de sedimentos, generalmente arena, en costas rectilíneas, como sucede en estuarios y en la desembocadura de los ríos. Un buen ejemplo de ello es la Flecha de El Rompido, configurada por una singular lengua de arena de más de 13 kilómetros de longitud que separa las aguas del Río Piedras de las del océano Atlántico. La Flecha ha contribuido a la formación del Paraje Natural Marismas del Río Piedras y Flecha de El Rompido, que comparten los términos municipales de Cartaya y Lepe, creando playas vírgenes, como las de Nueva Umbría o el Caño de la Culata.
5. Las playas de Huelva incluyen sistemas délticos que, junto con los estuarios (desembocadura de un río amplio en el mar que produce un espacio en el que se mezcla el agua dulce con la salada), le confieren una enorme personalidad. Esta situación se produce con tres ríos onubenses: el Piedras, el Tinto y el Odiel, que crea la Ría de Huelva. Estos estuarios son los más desarrollados y evolucionados de todo el territorio nacional, permitiendo la formación de marismas de gran valor biológico, como así sucede alrededor de la Ría de Huelva con el Paraje de Marismas del Odiel, calificado Reserva de la Biosfera por la UNESCO en 1989, sin olvidar el estuario del río Piedras y la Flecha de Nueva Umbría, al que hemos hecho referencia, un sistema de deltas mareales de carácter único.
Siendo así, en la línea del litoral onubense encontramos ecosistemas tan ricos como las Marismas del Guadiana y Carreras, las Marismas del río Piedras y la Flecha de Nueva Umbría, las Lagunas de El Portil, las Marismas de Punta Umbría y Los Enebrales, el Estero Domingo Rubio o las Lagunas de Palos y Las Madres, entre otros.
6. Las torre almenaras. El litoral onubense conserva un patrimonio muy singular: once torres almenaras del siglo XVII que se extienden por la línea de la Costa, si bien se tiene conocimiento de que llegaron a construirse hasta catorce. Unas torres que se han convertido en todo un símbolo, habiendo sido investigadas por Juan Villegas Martín, Antonio Mira Toscano o Juan Luis Carriazo Rubio. En concreto, encontramos la Torre de La Higuera y Torre Carbonero (Matalascañas), Torre San Jacinto y Torre Zalabar (playa de Castilla), Torre del Loro o Torre del Oro (Mazagón), Torre de la Arenilla (Palos de la Frontera), Torre Umbría (Punta Umbría), Torre del Catalán (Lepe), Torreón Castillo de San Miguel (Cartaya), Torre Canela o Torre Canales (Ayamonte), sin olvidar la Torre del Asperillo (Almonte) o la Torre Marijata (El Portil).
7. La belleza de los faros onubenses. La Costa de Huelva cuenta con tres faros, situados en El Rompido, el del Picacho de Mazagón y el de Torre de la Higuera, en Matalascañas, hoy estación SIVE (Sistema Integral de Vigilancia Electrónica). También Huelva también tiene uno, considerado por las autoridades como baliza, ya que su alcance no sobrepasa las 10 millas y sirve para indicar la entrada en la ría. Todos ellos están bajo la jurisdicción de la Autoridad Portuaria de Huelva desde 1992, que se encarga de su mantenimiento y gestión. Además, tampoco podemos olvidar otras construcciones tan peculiares como el Faro del Cantil de Isla Cristina.
En todo caso, debemos recordar que El Rompido cuenta con dos faros, ubicados en la margen izquierda de la desembocadura del río Piedras y muy cerca del puerto, en el término municipal de Cartaya. El más antiguo, hoy en desuso, se construyó en el año 1861. Su óptica se encuentra expuesta en el Centro de Recepción y Documentación del Puerto de Huelva. Este es de menor altura que el más nuevo y su estilo se enmarca dentro de la arquitectura industrial del siglo XIX. En su construcción parece que se utilizaron materiales procedentes del Castillo de San Miguel de Cartaya. Actualmente, el edificio se utiliza como biblioteca y centro cultural, uso al que también se ha destinado el faro de Mazagón.
8. Más de 3.000 horas de luz al año. La ciudad de Huelva y, por extensión, la Costa onubense disfruta de uno de los mejores climas de España. No en vano, Huelva es la ciudad más soleada de España, con unas 3.120 horas de sol al año, según el Instituto Nacional de Estadística. Además, la capital cuenta con el número medio de días despejados más alto de España, estando a la cabeza de Europa. Un dato a tener en cuenta si, como sabemos, el sol y la luz natural son beneficiosos para la salud, disminuyendo las posibilidades de sufrir problemas como el insomnio, la depresión y la sensación de fatiga y cansancio. La temperatura media anual de Huelva es de 19 grados.
9. Gastronomía. La tradición marinera de Huelva permite que en esta tierra se pueda degustar una enorme variedad de pescados, mariscos y moluscos, entre los que destacan delicias como las coquinas o los chocos, si bien, la gamba blanca es la estrella de la gastronomía del litoral onubense. De igual modo, se puede disfrutar de un excelente pescado fresco, como los atunes, lenguados y acedías a la plancha o fritos, así como las caballas y sardinas asadas, sin olvidar otros platos tan típicos como el choco frito. Un sabor marinero que también se ha trasladado a las conservas, algunas tan conocidas como la mojama de atún en salazón o las conservas de caballa y melva.
10. Distintivos de calidad, como las Banderas Azules y la Q de Calidad Turística. Las playas onubenses están avaladas por 17 banderas azules (diez playas y siete puertos deportivos), tal y como informaba la Asociación de Educación Ambiental y del Consumidor (ADEAC), por lo que este 2022 ha incorporado dos nuevas distinciones con respecto al pasado año. Además, la mayoría de las playas de la provincia están abanderadas por el reconocimiento europeo de la ‘Q’ de Calidad Turística certificada, lo que pone de manifiesto que merecen ser recorridas, contempladas y disfrutadas por sus servicios, que van desde su oferta hotelera y de restauración a sus campos de golf y puertos deportivos, que permiten la práctica de deportes de vela.
En definitiva, estas diez características nos autorizan a afirmar que los más de 120 kilómetros de litoral onubense conforman un auténtico paraíso para disfrutar de momentos inolvidables. Y no sólo en verano, sino todo el año.