S. D. La importancia de esta victoria (0-1) se podrá saber en un futuro. De momento bienvenido sea el primer triunfo de La Palma en esta temporada de su regreso a la Tercera División. Si el fútbol hubiera sido justo, mucho antes debió ganar su primer partido el equipo condal, pero tuvo que esperar al último fin de semana de enero para concretarlo. Lo hizo a lo grande, con una versión muy seria y en el campo de un ‘gallito’, el Utrera.
Era a priori, y a posteriori, un partido exigente, en el que se tenían que dar las cosas muy bien para pensar en puntuar, mucho más en ganar. La Palma lo entendió a la perfección. Compitió desde el inicio, se fajó desde el primer momento, puede que en alguna fase tuviera esas dosis de fortuna tan necesarias y que, en otros partidos, le condenaron. Pero al final se trabajó y de qué manera un punto (tres) de inflexión.
La Palma se armó de paciencia para tratar de contrarrestar el presumible arranque del Utrera. Jesús Galván, entrenador del cuadro utrerano, dijo en la previa que marcar pronto era clave, y quiso salir muy enchufado. Pero se topó con un equipo palmerino serio, muy serio, que minimizó ese acoso inicial del Utrera, más ficticio que real.
Lo mejor que le podía venir a La Palma es que en el partido no pasaran muchas cosas. Y no pasaron. Ordenado, bien pertrechado, cerrando espacios y siempre sin perder de vista la salida a la contra, el cuadro condal se fue al descanso incólume, con un empate a cero para la esperanza.
Es verdad que en el segundo tiempo el Utrera quiso dar un paso al frente. Que jugadores como Rubén Cruz y Ranchero saltaran al campo fue una declaración de intenciones, ante la que no se arredró el cuadro palmerino, fiel en lo suyo, y que no se inmutó pese a las ahora más frecuentes llegadas del Utrera, que eso sí, rozó el gol en en un cabezazo de Plusco que un defensa de La Palma despejó in extremis.
Aunque el dominio local se intensificó, quien dio de verdad fue La Palma, al anotar su gol por mediación de Iraola. Un terremoto en el Utrera, ya que el guión del partido no era el esperado. Con todo perdido se fue arriba, arrinconó a La Palma en busca del oxígeno de un gol, que pudo llegar, pero justo es decir que el cuadro de Mario Rodríguez también supo multiplicarse en defensa, y nadó contra la corriente que suponía el acoso local, y tras enmarronarse un poco el final del choque -expulsión en los dos equipos, de Cachana y de Iraola- supo salir indemne de ese dominio con una victoria muy, muy, muy trabajada.
UTRERA: Ayala; Rober (Rubén Cruz, 55′), Moi Rodríguez (Trabazo, 79′), Cachana, Álex del Río, Lúa (Contreras, 68′), Fernando, Jairo, Sosa (Ranchero, 55′), Kiki Padilla (Titi, 68′), Plusco.
LA PALMA: Luis Gil; Pirri, Andrés Pavón, Paco Caraballo, Diego Domínguez, Alberto; Juan Becken, Mario de Iraola, Manu Calle; Pablo García (Segura, 85′), Mazín (Benja Caro, 85′).
Árbitro: Francisco Javier Pulido Valero (colegio de Jaén). Expulsó con roja directa a Cachana (90′) por el Utrera, y por doble amonestación a Iraola y el técnico Mario Rodríguez, por La Palma. Mostró la cartulina amarilla a Rober y Moi Rodríguez, por el equipo de casa; y a Iraola, Andrés Pavón, Alberto y Mazín, por los visitantes.
Gol: 0-1 (67′) Iraola.
Incidencias: Partido correspondiente a la 14ª jornada en el grupo X (subgrupo B) de la Tercera División, disputado en el Municipal de Vistalegre en Utrera (Sevilla).
