Redacción. ‘Vrbanitas’, el grupo de investigación de Humanidades más antiguo de la Universidad de Huelva, acaba de cumplir 30 años, un largo periodo en el que han sido “muchos los logros conseguidos”, por lo que “ya podemos celebrar toda esta trayectoria”, destaca el director del grupo y catedrático de Arqueología de la Onubense, Juan Campos.
Durante esta etapa, “hemos realizado proyectos de investigación en tres continentes, Europa, África y América”, de modo que “el nombre de la Universidad de Huelva ha viajado por todo el mundo”, pero “si a ello le unimos los resultados tan interesantes de los proyectos, la percepción de la arqueología en la Universidad de Huelva es muy importante”, prosigue Campos.
También son destacables los proyectos realizados “en nuestro entorno, en la ciudad de Huelva y en la provincia de Huelva”, proyectos con los que “hemos logrado que se dé un salto cualitativo sobre todo en algunos temas que estaban muy perdidos, principalmente la arqueología romana”, explica el director de ‘Vrbanitas’.
De hecho, aunque este grupo también retomó los estudios sobre el megalitismo o Tartessos, “sobre todo hemos reivindicado la arqueología romana de la provincia y especialmente la ciudad de Huelva”, hasta el punto de que “hoy ya tenemos una percepción completamente distinta de esa etapa”, subraya Campos.
El catedrático de Arqueología explica que “hemos progresado mucho en el conocimiento de la historia”, para lo que “hay mucho publicado”, si bien “gran parte en circuitos científicos”, pero también “se ha hecho bastante divulgación científica a través de artículos, monografías, conferencias o notas de prensa”, explica.
“Otra cosa diferente es la conservación de restos, que no depende de nosotros, sino de la administración competente”, añade Campos, para quien, “con todo, algo ha cambiado. De no haber nada, hemos pasado a tener experimentos, algunos inconclusos, como los restos que están conservados en la Plaza de San Pedro, pero no integrados al público, o los de Esfera, desde mi punto de vista mal integrados, o los de la Almagra, que se pusieron en valor, o los del Parque Moret o la Fuente Vieja”, explica, tras lo que echa en falta que, por parte de las administraciones, “se le dé cohesión a esos restos y se hagan circuitos culturales como existen en otras ciudades”.
Respecto a los proyectos internacionales, Juan Campos destaca la importancia del que precisamente se está desarrollando actualmente: la recuperación de los puertos imperiales en Roma. “Durante muchos años trabajó un grupo inglés y era muy difícil entrar, pero hace cuatro años conseguimos entrar y vamos a acabar un proyecto de mucha envergadura que nos está dando mucha repercusión internacional. Estamos recuperando un muelle completo y haciendo un análisis de la navegación. Además, ahora vamos a dar el gran salto con un proyecto nuevo para analizar desde el puerto de mar hasta el puerto fluvial del Tíbet, en Roma”, explica.
Otro proyecto a destacar es el realizado recientemente en el norte de África, concretamente en Tamuda (Marruecos), donde el grupo de investigación dirigido por Campos recuperó un campamento de época romana, mientras que, en América Latina, se han desarrollado varios proyectos, entre los que destacan el de La Isabela, la primera ciudad que funda Cristóbal Colón, o el de Panamá, la primera que fundan los españoles en la Costa del Pacífico.
Por último, hay que destacar que Juan Campos acaba de sacar a la luz una última publicación sobre el Puerto Histórico de Palos, en el que “ya hemos llegado a un nivel de recuperación histórica y física más que aceptable”, señala. De hecho, “no se sabía dónde estaba exactamente y ni siquiera si se conservaba y, después de nuestras investigaciones, que comenzaron en 1992 y se retomaron en 2013, hemos puesto a flote todo el complejo industrial y hemos demostrado que el estero era navegable”, explica.
“Ahora lo que queda es el proyecto de obra civil de puesta en valor de ese lugar, en lo que está el Ayuntamiento de Palos, pero el sitio está en perfecto estado de conservación y con un mantenimiento continuo”, concluye.