Francisco Martín Acosta. La Casa del Guarda de la Riotinto Company Limited (R.T.C.L.) en Punta Umbría se sitúa en el paraje conocido popularmente como el Cerrito o el Murito, pero de forma generalizada por la Punta de los Ingleses. La fisonomía que presentaba el lugar en otros tiempos era el de un extenso arenal coronando la cima de una duna estabilizada con un frente de arenas en su lado sur-sureste, sobre este suelo se desarrollaba la vegetación tipo de estos ambientes costeros, en principio especies colonizadoras posteriormente se realizaron repoblaciones forestales con la idea de frenar el avance de las dunas, dando como resultado un bosquete de pinos piñoneros con matorral acompañante y un amplio retamar de retama blanca. En zonas próximas se implantó el barrón con igual fin, los ingleses hicieron lo propio con la uña de león.
Dentro de este marco natural se localizaban las construcciones realizadas por los ingleses, casas de salud, de dirección, otras dependencias y entre ellas la casa del guarda – la única que se ha mantenido hasta nuestros días – y de obra hidráulica, el llamado pozo Mackay. En cuanto a la tipología de la viviendas proyectadas existe una estrecha relación entre su arquitectura y las condiciones que le impone el medio físico ; inestabilidad del suelo, relieve, exposición a los vientos y brisas marinas, humedad, insolación, etcétera, siendo unas de sus principales características su edificación sobre pilotes elevados del suelo facilitando el paso de la arena arrastrada por el viento. Son algunos de los aspectos intrínsecos ligados a el paisaje puntaumbrieño y que guardan estrecha relación con el desarrollo de las futuras actuaciones que se llevarán a cabo en la casa del guarda.
Por consiguiente, una vez finalizadas las tareas de rehabilitación del inmueble y sin perder su carácter arquitectónico, sería de gran interés valorar y actuar sobre el entorno del edificio con una adecuada restauración del paisaje sobre la parcela que la ocupa con el objetivo de devolver al lugar, en la medida de lo posible, el estado natural que nos ofrecía desde su origen y a lo largo de los años.
En esta dirección y con la posibilidad de que recreando este ambiente se le pueda aplicar nuevos usos dentro del mismo espacio que lo conforma, con la realización de un Parque o Paseo Dunar. En este jardín naturalizado e integrado en el trazado urbano se pueden cultivar las especies vegetales propias del ecosistema dunar y pinar costero del territorio local, en el se pueden representar las que aporten alguna o más características de interés y ser utilizadas como ornamentales por su porte, colorido, textura, floración, olor, etc. , también tendrían cabida las protegidas por Ley y clasificadas como raras, vulnerables, endémicas, etc. y otras que de algún modo han tenido relación directa con el hombre en el transcurso de los años y en diferentes ámbitos de la vida local, por su aprovechamiento, usos y utilidades –Etnobotánica.
Un claro ejemplo de ello, lo tenemos en la construcción de viviendas: chozas, casetas y de embarcaciones, aperos y útiles marinos; como fuente calorífica; en la recolección de frutos, plantas silvestres comestibles y aromáticas; caza; en manifestaciones populares de carácter diverso, decoración navideña, la Candelaria, fiesta de las flores y como exorno floral en las de contenido religioso; en repoblaciones forestales, jardinería y adornos florales; a modo de alimento para el ganado y animales domésticos; en el esparcimiento y recreo; base de estudios de la flora local, huertos, etcétera.
Con respecto al pequeño jardín que rodea la casa del guarda sería necesario aplicar medidas para su mejora y conservación, evitando ejercer labores culturales agresivas, respetando las plantas allí situadas e incorporando otras de tiempos pasados cultivadas por los británicos.
Complementando las labores de ajardinamiento, fuera del recinto propuesto y sin distorsionar el conjunto se embellecería con árboles y vegetación ornamental, implantando las que en su momento se localizaban en sus alrededores, calle Lepanto, que además de el efecto decorativo se le puede emplear en la ocultación de vistas no deseadas.
La puesta en práctica de este proyecto conlleva la remodelación del entorno de la vivienda. Actualmente, la ocupa una amplia superficie de pradera de césped conteniendo árboles y arbustos, este jardín moderno elaborado a costa de un sitio acreditado por otros tiempos no es una solución acertada, resta valor histórico al edificio catalogado. Así su diseño debe de ir orientado hacia una composición simple y menos pretenciosa, buscando la unidad y la armonía, donde se valore la belleza de los elementos naturales antes que su sofisticada elaboración. En todo caso las actuaciones en su conjunto deberían de ir encaminadas en función de su origen o de su pasado histórico, y de sus valores estéticos, sensoriales o botánicos.
Por otra parte, como recurso didáctico, nos ofrece la oportunidad para el diseño y desarrollo de planes y actividades educativos-medioambientales y de índole cultural, favoreciendo un espacio alternativo, a la vez dinámico e interactivo para el visitante y como atractivo turístico, uno más dentro del circuito patrimonial de la localidad.
El inmueble, identificado con el nº 14 y construido a finales del siglo XIX, último testimonio arquitectónico del Legado Inglés en Punta Umbría, goza del grado de protección al estar catalogado como Lugar de Interés Etnológico formando parte del Patrimonio Histórico Andaluz.
Un bien cultural en un lugar de interés y como valor añadido los ambientales, que en su conjunto merecen una especial atención.
1 comentario en «La Casa del Guarda de Punta Umbría. Paisaje y Arquitectura»
Buen artículo. Muy bien redactado. No conocía la historia de un lugar tan emblemático de mi pueblo. Totalmente de acuerdo con el cambio del diseño de sus alrededores, no concuerda el actual con el diseño y la historia de la casa del guarda. Un saludo.