Redacción. El programa «Yo soy del sur», que emite la televisión autonómica cada sábado, ha dedicado la quinta edición de esta temporada al reconocido compositor de sevillanas Feliciano Pérez-Vera, hinojero de cuna.
Durante las más de cuatro horas de duración del programa, Feliciano se encontró con la nostalgia en muchas ocasiones, contó anécdotas personales, le hicieron reír, llorar…, pero la emoción permaneció en todo momento, de principio a fin.
El programa lo abrió Lubricán, el grupo de sevillanas compuesto por tres jóvenes hinojeros, quienes mantienen una estrecha relación con el compositor. A lo largo de su trayectoria artística han grabado numerosas letras de Feliciano Pérez – Vera y le sorprendieron con unas de las sevillanas más hinojeras, “Hinojos marismeño”.
“Yo soy del Sur”, presentado por María del Monte, rindió homenaje al compositor con un programa completo dedicado a sus letras, todas las sevillanas que se cantaron fueron de Feliciano Pérez-Vera.
Los diez concursantes abrieron la gala con el popular tema «La carreta de mi prima», y a este le siguieron temas tan conocidos como “Tiene Dolores”, “Mi abuela a mí me contaba”, “Dónde hay más bello jardín”, “El desamor”, comúnmente conocida como “Si me enamoro algún día”, o las entrañables letras “Campanitas”, entre otras más simpáticas “Dame otra oportunidad”, popularmente conocidas como “Salta la Rana”, las sevillanas que alzó a la fama a María del Monte.
Entre las actuaciones, Feliciano sintió el cariño de muchos amigos; a través de un vídeo recibió un bonito mensaje de El Raya, el primer artista que grabó sevillanas del artista hinojero, y a él se sumaron las felicitaciones de otros artistas como: Grupo Bordón 4, La Canastera, Requiebro, Albahaca, Brumas, Juanini Marismeño, Rafael Medina y Miguel A. Gallardo, del grupo Senderos.
El momento más inesperado llegó al final de la noche, Manuel Lombo sorprendió a su amigo Feliciano Pérez-Vera con un popurrí de sevillanas llenas de sensibilidad y en las que el autor manifiesta el amor y la pasión que siente por la Virgen del Rocío, herencia de su familia rociera. Pérez-Vera no pudo contener la emoción ante la sorpresa de su queridísimo amigo.