HBN. Año nuevo, imagen nueva. Así comenzará el próximo 2017 para los vinos Marqués de Villalúa, unas bodegas onubenses que se ubican en la carretera nacional A-472, entre los términos municipales de Villalba del Alcor y Manzanilla, y al frente de las cuales se encuentra actualmente el empresario Pedro Robles.
El origen de este cambio de imagen no es otro que el comienzo de una nueva etapa para este negocio, pues recientemente ha entrado en él un nuevo socio, el conocido Grupo Viñafiel, que liderado por Luis Galán ha visto las grandes posibilidades de Marqués de Villalúa y ha decidido sumarse al proyecto onubense. Así, como explica la enóloga de las bodegas de Villalba del Alcor, Amalia del Pino Gallardo, a partir de enero, con la añada de 2016, la sociedad va a conocer el nuevo formato de estos caldos del Condado, que estrenarán también logotipo y diseño.
Será un paso más en la evolución de esta empresa de la provincia de Huelva, que pusieron en marcha hace ya 16 años cinco hosteleros villalberos, aunque finalmente ha sido Pedro Robles quien se ha quedado al mando de la misma.
Desde sus orígenes, el objetivo siempre fue diferenciarse apostando por las nuevas tecnologías y la calidad de los vinos, queriendo convertir a Marqués de Villalúa en la bodega más moderna del Condado. Además, la puesta en marcha del proyecto coincidió en el tiempo con un cambio en la zona, donde empezaron a elaborarse vinos jóvenes, y no sólo generosos, con uva zalema. En este contexto, estos vinateros se desmarcaron de sus competidores con una curiosa propuesta, combinando la zalema con variedades más aromáticas que generan caldos con un toque distinto.
Así, en las siete hectáreas propiedad de las bodegas se cultivan las variedades moscatel, savagnin blanc, Pedro Ximénez y la listán de Huelva. Con ellas, y la citada zalema, desde Villalba dan vida a vinos blancos jóvenes, generosos y olorosos, además de a la línea de vinagres Hacienda de Villalúa.
Como explica Amalia del Pino, por un lado encontramos el Márques de Villalúa, que es un vino blanco, joven y seco, elaborado con zalema, moscatel, listán de Huelva y Pedro Ximénez. Por el coupage que presenta es muy aromático, ya que en su elaboración lo que se pretende es extraer el máximo aroma de la uva, algo que logran a través de una maceración en frío. «Es un vino bastante frutal, en el que destaca el aroma de la moscatel, de la fruta madura, de fruta blanca. Es agradable y fresco y el aroma que se percibe en nariz se traduce en boca dejando sensación de fruta madura. Un caldo que combina a la perfección con pescados, arroces o carne blanca», apunta la enóloga.
También blanco, pero semidulce, es Aguadulce de Villalúa, un vino más amable, con un punto de dulzor y aroma a fruta madura, que gusta mucho para tomar como aperitivo o de copeo, aunque también puede acompañar a marisco o productos de la zona.
Asimismo, las bodegas producen un vino de alta gama bajo el nombre Colección 1000, fruto de la fusión de las variedades que dan cuerpo al Marqués de Villalúa y, en su otro 50%, de la savagnin blanc, que es la que determina finalmente el carácter de este blanco seco joven. Este tipo de uva le confiere un aroma más floral, de flores blancas, resultando un caldo más fino y elegante. Según Amalia del Pino, «en boca se traduce en un pelín más seco, al no tener tanta moscatel, pero agradable y fresco. Puede maridar a la perfección con mariscos, pescados, arroces, carne blanca o jamón».
Por otro lado, las bodegas comercializan también sus caldos bajo la marca Santa Águeda, patrona de Villalba del Alcor, resultando ésta una línea de vinos generosos, tipo mistela, que han pasado por un periodo mínimo de envejecimiento de cinco años. En este sentido, encontramos Santa Águeda, un vino dulce del Condado de alta calidad cuya madre es de 1932; Ermita de Santa Águeda Oloroso, Ermita de Santa Águeda Pedro Ximénez y Ermita de Santa Águeda Cream, que es mezcla de los dos anteriores.
Finalmente, Márques de Villalúa cuenta con un vino de naranja, también bajo el nombre de Santa Águeda, un vino dulce al que el alcohol que se le ha añadido para llegar a los 15º de mistela ha estado macerándose previamente con cáscara de naranja amarga, confiriéndole ese especial sabor a cítrico.
Esta gama de productos se verá incrementada próximamente, abriéndose más al mercado nacional e internacional y surgiendo nuevas marcas y diferentes tipos de vinos. Y es que actualmente Marqués de Villalúa está analizando el mercado para enfocar su expansión y también para abrir nuevas vías de encuentro con sus productos, como la venta on line o acuerdos con nuevas superficies comerciales.
Éste es uno de los grandes proyectos para 2017 de la bodega onubense, que además prepara una sorpresa relacionada con el 525 aniversario del Encuentro entre dos Mundos. Se trata del lanzamiento de un nuevo caldo, una edición especial y limitada, con una producción de unos 5.000 litros -entre 6.000 y 7.000 botellas-, que rendirá homenaje a los vinos colombinos, es decir, a los primeros vinos que se enviaron desde España al Nuevo Mundo a finales del siglo XV y que, según registros del Archivo de Indias, procedían de Villalba del Alcor. Será un vino elaborado con uva zalema y las botellas tendrán un diseño y formato muy especial, probablemente imitando a las ánforas en las que el producto viajó a América.
La puesta en marcha de estos nuevos proyectos va pareja a la actividad del día a día en la bodega, que se encuentra inmersa en la elaboración de los caldos fruto de la última cosecha, la de este 2016. «Por las variedades que tenemos somos los primeros que comenzamos la vendimia en el Condado. Empezamos el 25 de julio con la moscatel y hemos terminado el 21 de septiembre con la zalema», explica Amalia del Pino. Además, la enóloga hace hincapié en que la vendimia se realiza en el momento óptimo de cada variedad y de manera manual, en cajas de 15 kilos que permiten mantener la integridad de la uva, la cual llega intacta al lagar. En la bodega, el fruto pasa por la mesa de selección, donde se desechan las partes dañadas, traduciéndose todo este cuidado en una mejor calidad.
Este año la cosecha es de muy buena calidad, habiendo recogido un total de 85.216 kilos que, tras ser procesados han dado lugar a 65.150 litros de mosto (aparte compran litros de zalema a granel). Además, las previsiones de venta son muy altas, lo que apunta a que 2017 será un año excelente para la empresa de Villalba del Alcor.
Por último, cabe recordar que Marqués de Villalúa dispone de unas amplias instalaciones compuestas por un edificio principal, que comprenden la recepción y las oficinas, y luego por dos naves, una de recepción de la uva y elaboración de los caldos y otra de almacenaje y embotellado.
En suma, la bodega onubense está pasando por un momento de transición que la conducirá a la expansión nacional e internacional y a la ampliación de su línea de productos. Una gran oportunidad para dar a conocer la excelencia de sus caldos y la calidad del Condado de Huelva a todo el mundo.