Ana Rodríguez. La isleña Rocío Medero ha sido reconocida hace unos días por la Fundación Andaluza Beturia para la Investigación en Salud (Fabis) por su brillante trabajo en su proceso de especialización en el área de Medicina de Familia. La joven es uno de los médicos que han culminado este año su formación dentro del Programa EIR –Especialista Interno Residente (antes MIR)– en los centros de atención primaria y hospitales de la provincia de Huelva, y sus calificaciones han sido ‘excelentes’ en estos cuatro años, motivo por el cual la entidad ha querido reconocer su esfuerzo concediéndole el llamado ‘Premio Fabis al Mejor Residente’.
Medero es el tercer facultativo en recibir este galardón, que estimula y reconoce la labor de los posgraduados, y al que en esta edición optaban 11 personas. La onubense se ha mostrado “muy agradecida e ilusionada”, ya que el premio supone para ella “un reconocimiento al trabajo tan duro de estos años y también me siento muy orgullosa por la medicina familiar, porque es muy complicada la investigación en atención primaria y hemos conseguido llevar a cabo proyectos en este área”, afirma.
La joven habla en plural porque los proyectos de investigación los ha realizado junto a otras dos personas: Antonio Jesús Domínguez Teba e Inmaculada Macías Beltrán, ambos ganadores de sendos accésit en esta edición de los Premios Fabis. Y es que los tres profesionales han indagado estos años en diversos temas, como las insuficiencias cardíacas o enfermedades celíacas, todos ellos en el marco de la atención primaria.
“Hemos elaborado muchas investigaciones a pequeña escala, alcanzando las 60 comunicaciones en congresos, pero la principal por la que me han premiado es una relativa al estado nutricional de los mayores de 65 años”, explica Medero. Asimismo, la onubense reconoce que “los tres teníamos las mismas posibilidades de ganar este premio y los tres nos lo merecíamos por igual. Además estoy muy agradecida porque sin Antonio e Inmaculada no habría conseguido esto. Gracias a ellos, a todos mis compañeros, tutores y a la unidad docente”.
Con esta humildad acepta la doctora esta distinción que obtiene tras muchos años de esfuerzos, pues a la joven no le ha resultado nada fácil llegar hasta aquí. Rocío destaca que gracias a los sacrificios que ha hecho su familia ella pudo estudiar en Sevilla la carrera que le gustaba, pues siempre tuvo claro que su vocación era la Medicina. “Sin ellos no podría estar donde estoy”, afirma en relación a sus padres y hermanos (ella es la menor de cuatro), que siempre la han apoyado y para los que este galardón es también una recompensa.
Después de licenciarse en 2006, Medero volvió a Isla Cristina, donde tras un año en la medicina privada y cuatro trabajando en el área de Pediatría del centro de salud de la localidad costera, decidió estudiar la especialidad. Al principio tuvo dudas entre Pediatría y Medicina de Familia, pero al final se decantó por esta última porque ofrecía “una visión más amplia y pensé que me aportaría un enfoque profesional más variado”, destaca la doctora.
Así que se preparó el examen de acceso y en mayo de 2011 comenzó su residencia en Huelva, en concreto en el centro de salud de El Torrejón de la capital y en el Hospital Infanta Elena. La experiencia de Rocío en ambos espacios sanitarios ha sido muy positiva como ella misma reconoce: “en El Torrejón, a pesar de los prejuicios sobre el barrio, he tenido una vivencia muy buena, el centro funciona muy bien, tiene un programa orientado al barrio y sólo tengo palabras de agradecimiento hacia los profesionales de allí, he aprendido mucho con ellos. También en el Infanta, donde pasé por los distintos servicios, sobre todo de urgencias me llevo excelentes experiencias”.
Ahora que su formación ha acabado, Medero quiere seguir con la labor asistencial, que es su verdadera vocación, compaginándola con la investigación y, a ser posible, con un toque de docencia. “El premio ha fomentado que mantenga mi interés por investigar en atención primaria. De hecho ahora estoy haciendo mi tesis doctoral, que girará en torno a la nutrición, aunque aún no está definido el tema del todo”, indica la isleña.
A lo largo de estos años, la labor de Rocío también sido reconocida con otras distinciones. Así, la joven junto a sus compañeros de investigación Antonio Jesús Domínguez e Inmaculada Macías han obtenido dos premios ‘Maese Alonso’, que concede anualmente el Colegio Médico de Huelva, en la categoría de Comunicaciones en Congresos o Publicaciones en Revistas Médicas para Residentes. En 2013 fue por el trabajo ‘Adecuación y adherencia al tratamiento en los pacientes con insuficiencia cardíaca’ y en 2014 por ‘Papel del Médico de Atención Primaria en el diagnóstico y tratamiento de la Enfermedad Celíaca’.
A nivel individual, la isleña obtuvo la Beca Isabel Fernández de la Samfyc, destinada a proyectos de investigación, así como cuatro premios, uno por cada año de residencia, en las jornadas que anualmente organiza la Unidad Docente y en las que los residentes presentan sus investigaciones, concediéndose distinciones a los mejores casos clínicos.
Asimismo, el ser una persona inquieta, Rocío no ha parado de participar en diversos proyectos y en la actualidad mantiene una línea de colaboración con la Universidad de Huelva y también con la de Sevilla, ciudad a la que acude puntualmente por su implicación en el Plan Integral de Obesidad Infantil de la capital hispalense.
Sin embargo, la doctora hace hincapié en que, a la hora de conseguir un puesto de trabajo, preferiría que fuera en la provincia onubense, donde tiene a su familia y amigos: “ahora estoy a la espera de los contratos de verano y espero quedarme aquí, en Huelva”.
En suma, Rocío se lleva, además del Premio Fabis, dotado con 2.000 euros, algo mucho más importante, “la gratificación personal de lo aprendido en estos cuatro años” y aconseja a los nuevos residentes, que se encuentran en la misma situación que ella hace ahora cuatro años, “que aprovechen esta etapa. Tenemos una de las profesiones más bonitas y gratificantes y estos cuatro o cinco años son únicos y hay que vivir al máximo esta experiencia”.
1 comentario en «La ‘excelente’ residente isleña Rocío Medero, ganadora del Premio Fabis 2015»
Me alegro mucho por ese premio a Rocio Medero Y con un tutor de la categoria profesional y humana como Jose Camacho