Alejandro Díaz. Los municipios de la mancomunidad occidental de Huelva reúnen una gran riqueza histórica y monumental. Sus pueblos han sabido mantener la esencia que los caracterizan gracias a la gran conservación de sus casco urbanos, en cuyas calles se disfruta del encanto de la arquitectura tradicional, descubriendo su pasado y su rico patrimonio.
Los pueblos de la sierra occidental se caracterizan por ser fundamentalmente rurales.Las principales actividades económicas están relacionadas con la explotación agro-silvo-pastoril de sus recursos naturales. Los usos agrícolas son en muchos casos explotaciones de tipo familiar con pequeños propietarios a la cabeza donde la producción se destina al uso personal.
Los cultivos más comunes son, en herbáceas, cereales de invierno para forraje y alfalfa. También hay que añadir las hortalizas y frutales como naranjos, melocotones, manzanos y una producción más comercializada de olivares, castaños y nogales.
En cuanto a las actividades ganaderas, se encuentran representados tanto el ganado vacuno como el caprino y el porcino, cuya producción está, sin lugar a dudas, lejos de los otros sectores. El cerdo ibérico, elemento indispensable de la cultura serrana, se ha erigido en pilar decisivo de su economía motivando un emergente sector de industrias cárnicas. Los productos elaborados del cerdo proyectan además toda la comarca en el exterior dada su merecida fama acreditada por una denominación de origen. No obstante, en los últimos años se ha producido un resurgir de los aprovechamientos del ganado caprino para la fabricación de quesos de gran calidad y sabor.
Debido a la gran riqueza artística, monumental y natural que desprenden estas localidades situadas en la zona más occidental de la provincia, Huelva Buenas Noticias aprovecha la oportunidad para repasar cada una de ellas.
Situada en la zona septentrional al pie del cerro de San Cristóbal, uno de los puntos más elevados de la provincia, Almonaster la Real, cuenta con una posición privilegiada para apreciar la diversidad de paisajes que se suceden entre la Sierra de Aracena, el Andévalo y la cuenca minera.
De casas señoriales y ambiente fresco y tranquilo, Almonaster da una silenciosa bienvenida al visitante que enseguida se ve envuelto en la calma y hermosura de sus calles, zaguanes y plazas.El centro urbano consta de numerosos monumentos declarados de interés histórico-artístico como la Iglesia de San Martín y la Ermita de la Trinidad. Sin duda, una de las joyas de su rico patrimonio es la mezquita que se conserva junto al castillo-fortaleza. La abundancia de restos arqueológicos romanos y visigodos son testimonio de la antigüedad y el carácter multicultural de la población.
La Romería de Santa Eulalia es una de las fiestas más peculiares de la Sierra.
Enclavado sobre un cerro con impresionantes vistas sobre los llanos que lo rodean, Aroche ha sido durante siglos punto estratégico de dominio fronterizo con Portugal.
Su extenso término municipal de más de 500km² está ocupado en gran parte por Parajes Naturales como el de Las Peñas, Sierra Pelada y Ribera del Aserrador, lo cual, hace de Aroche un lugar de bellos paisajes accidentados que además sirven como refugio de valiosas especies como la nutria y el buitre negro.
Su pasado histórico es muy rico como prueban los yacimientos de la ciudad romana de Turóbriga y el castillo almorávide, eje central alrededor del cual se dispone el casco urbano, declarado Conjunto Histórico-Artístico.
Este legado árabe de calles enrevesadas y llenas de sorpresas, invitan a perderse y descubrir sus secretos.
El término municipal de Cortegana, constituye desde antaño uno de los centros cívicos más importantes de la sierra por su localización y actividad económica.
El emblema por excelencia de su patrimonio cultural es el Castillo, dominando el pueblo famoso por su importante papel en la llamada banda gallega, línea defensiva de la frontera portuguesa.
Casi adosada al Castillo, encontramos la Ermita de Nuestra Señora de la Piedad; al centro del casco urbano, la Iglesia del Divino Pastor. La riqueza en recursos hídricos de Cortegana queda reflejada en la gran cantidad de fuentes y lavaderos del municipio junto al conjunto compuesto por el nacimiento del Chanza. Algunas de las actividades artesanales más relevantes son la fabricación de tapones de corcho, alfarería, frenería y romanas. Otros elementos arquitectónicos a resaltar son las sencillas pero valiosas fuentes y humilladeros.
La Fiesta de la Mesa en honor a la patrona Virgen de los Dolores tiene la particularidad de terminar con una subasta pública de donaciones hechas por los vecinos para financiar los gastos.
Encinasola, al extremo noroeste de la provincia, es tierra de fuertes señas de identidad marcadas por su posición fronteriza y su aislamiento del resto de la comarca.
Principal enclave de la banda gallega, su pasado de continuadas luchas con Portugal han determinado el perfil de la población, resguardada tras edificaciones militares de las que hoy se conservan los restos del castillo y baluartes defensivos. También forman parte del patrimonio cultural, la Iglesia de San Andrés y Ermitas de Virgen de las flores y de Rocamador.
Reflejo de la afluencia de culturas que históricamente se ha dado en este lugar son las peculiares y distintivas tradiciones que componen el rico folklore marocho como los típicos fandangos y la danza del pandero.
La campiña de Encinasola, de gran valor paisajístico y natural, está repleta de molinos, chozas, bujardas y otras construcciones de interés etnográfico.
Santa Ana la Real se encuentra en el corazón del Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche. La placidez de sus calles enmarcadas por su buen estado de conservación, merece una detenida visita con especial atención a los detalles y trabajos en forja que adornan portadas y ventanas.
Las principales actividades económicas se basan en la explotación agro-forestal de castaños, encinas, olivos, huertas y frutales. En Santa Ana aún subsisten prácticas de cultivos tradicionales tan antiguas como el uso de eras comunales que forman un paisaje atractivo y colorista.
Como parajes de gran valor natural destacamos los caminos hacia las aldeas de La Presa y La Corte de Santa Ana y el Chorro de Ollarancos de 50 metros de salto.
La fiesta del voto, en junio, es la más popular.
Jabugo ha sabido combinar sabiamente las necesidades de su industria, basada en la elaboración de productos del cerdo ibérico, con las tradicionales actividades rurales en dehesas y castañares. Cuenta con un reducido término municipal de tan sólo 21,5 km² y una alta densidad de población.
De orografía accidentada, las Riveras de Jabugo y Río Caliente transforman el municipio a su paso formando fuentes, manantiales y barrancos. El agua, elemento esencial de su paisaje, va dibujando mosaicos de bosques en galería de gran belleza y enorme valor ecológico. La Cueva de la Mora, a las afueras, es el yacimiento arqueológico más antiguo de la comarca.
En Jabugo se pueden degustar exquisitas chacinas: lomos, morcillas, embuchados, morcones, solomillos y, ni que decir tiene, jamones.
1 comentario en «La Huelva occidental»
es muy bonita toda la provincia de huelva .