Ana Rodríguez. Con motivo de la escala en Huelva de la campaña de reciclaje de vidrio que abandera el artista onubense Manuel Carrasco –estará todo el sábado, 29 de junio, instalada en la plaza de la Soledad, en Pablo Rada– en Huelva Buenas Noticias nos hemos hecho la siguiente pregunta ¿cuánto reciclamos los ciudadanos de la capital?
Según datos proporcionados por el Ayuntamiento de Huelva, en 2012 se recogieron 831.420 kilos de vidrio, 55.580 kilos más que en 2011, año en el que se recuperaron 775.840 kilos.
En relación a la recogida de pilas, la cifra alcanza los 8.525 kilos, un dato muy similar al de 2011, mientras los envases recogidos llegaron a los 872.920 kilos.
En lo que respecta al papel, la cifra descendió en relación a 2011, pasando de 2.099.100 a 1.837.465 kilos, sin embargo esta caída no responde a que se recicle menos, sino a que, debido a la coyuntura económica, mucha gente se queda directamente con el papel y el cartón para venderlos posteriormente a empresas recicladoras.
Por otro lado, diariamente se recogen en la capital onubense una media de 8.000 kilos de residuos voluminosos, como muebles, colchones o restos de podas, entre otros, lo que supone más de 2.000 toneladas de este tipo de residuos al año.
Ya que hablamos de desperdicios, no podíamos dejar de dar el dato sobre las toneladas de residuos sólidos urbanos que se retiran de las calles de Huelva capital al año y que arrojan la cifra 65.000 toneladas.
Cuestión de colores. Nunca está de más recordar para qué tipo de residuo está destinado cada contenedor en función del color del mismo. Los azules son para la recogida de papel y cartón; los verdes para el vidrio, el cristal; los amarillos para los envases (no olvidar que los tetra brik se depositan en este contenedor) y los de color gris para los desperdicios orgánicos.
Fomentar el reciclaje. Desde la Concejalía de Infraestructuras y Servicios Municipales, al frente de la cual se encuentra Felipe Arias, se mantiene un programa anual para contribuir al fomento del reciclaje entre los ciudadanos y se mejoran los medios para que esto sea posible.
Así, se han colocado en los últimos tiempos 900 nuevos contenedores en toda la ciudad, 300 de cada color (azul, verde y amarillo) y se ha implantado un sistema de recogida por carga lateral para los contenedores azul y amarillo, más sofisticado, que permite recoger contenedores de hasta 2.400 litros y los camiones son compactadores y pueden con más cantidad.
Al mismo tiempo, se ha aumentado considerablemente el número de islas en toda la ciudad y la frecuencia de recogida se ha multiplicado por cinco.
Por otro lado, cabe destacar que durante 2012, el Consistorio puso en marcha una iniciativa para facilitar la recogida y reciclado de los envases de vidrio a los locales hosteleros de la ciudad. Un programa específico para fomentar la recogida selectiva en bares y restaurantes, al tratarse de un sector que consume el 48% del vidrio.
La iniciativa incluye a 170 locales de la ciudad, a los cuales se les han facilitado 70 cubos de 120 litros y 100 cubos de 90 litros, mientras se han instalado unos contenedores especiales, con una boca ancha y un sistema de elevación hidráulica para que el cubo pueda ser descargado de forma rápida, cómoda y segura. La puesta en marcha de este nuevo servicio coincidió con una campaña de refuerzo de mobiliario urbano destinado al Servicio de Limpieza que consistió en la instalación de 440 nuevos contenedores de residuos sólidos urbanos y 90 papeleras de distintos modelos.
En este afán de concienciación social no se puede descuidar a los más pequeños quienes, en numerosas ocasiones, son los introducen en sus hogares la sana práctica del reciclaje. En este sentido, desde el Ayuntamiento se puso en marcha una campaña de educación ambiental, distribuyendo en todos los colegios pequeños contenedores de reciclaje para colocarlos en aulas de Infantil y Primaria, con el objetivo de fomentar el reciclado en el propio colegio, separando envases, papeles, vidrio y residuos orgánicos.
Como conclusión, según argumenta Felipe Arias, “el reciclaje protege los recursos naturales, reduce la contaminación, genera empleos y es una excelente manera de combatir el cambio climático” y añade que reciclar todos los útiles “supone la disminución del consumo de petróleo, agua, emisiones de CO2 y consumo energético”.