Víctor Rodríguez. El trabajo que realiza Proyecto Hombre en Huelva va mucho más allá de la relación que determinadas personas puedan tener con el mundo de las drogas y adicciones, trasciende a las sustancias y a sus consecuencias físicas. De este encuentro normalmente se sale con una gran dosis de sufrimiento, hartazgo, y dudas sobre el sentido de la vida, algo que se proyecta, no sólo en la persona en sí, sino en familia, amigos, compañeros, etc.
Es ahí donde aparece la labor que Proyecto Hombre realiza, para poder lograr que cada persona desenmarañe la madeja en la que se ha convertido su vida, que vaya identificando aquello que no funciona (por supuesto empezando por el alcohol u cualquier otra droga) y vaya recuperando el control sobre sus palabras, sus impulsos, sus sentimientos y, sobre todo, sus proyectos de futuro.
Para lograrlo nosotros contamos con cuatro pilares: el primero y más importante es la propia persona, que confía en que Proyecto Hombre pueda acompañar un proceso en el que solo es muy difícil encontrar la salida, el segundo es la familia y amigos, que van a ser un soporte fundamental, a la vez que van a crecer junto a la persona, el tercero es el equipo de terapeutas y profesionales que dirigen las acciones y herramientas para que den su fruto, y, por último, pero no por ello menos importante, las personas voluntarias que ofrecen el espejo de una sociedad solidaria y preocupada por implicarse en las dificultades de sus semejantes.
Esta unión de fuerzas, a las que sumamos tantos donantes, empresas, socios y Administraciones, logran lo que parecía muy difícil; contar con personas que, al finalizar su paso por Proyecto Hombre, cuenten con un proyecto de vida que renueve las ganas por estar vivos para sí mismos y para los demás.