Corrales: Argumentos para las “buenas noticias”

Miguel Mojarro.

Hay un periódico, de padre “Bueno” y madre “Noticias, pero varios nombres “de pila”: Huelva, Zaragoza, Córdoba, España, …

Su obj

etivo, obviar lo que se publica en todas partes, no informar de lo informado, cerrar las puertas al morbo y cargar las tintas en la parte positiva de la sociedad, que también la hay. De verdad que sí. Se puede luchar contra lo indeseable desde lo motivador.

Hoy quiero romper una lanza en favor de quienes generan esas buenas noticias, pero en el ámbito casinero, que es nuestro tema de cabecera.

Ya dijimos en meses anteriores (no hace mucho), que un Casino Minero coloca cien velas en su tarta de cumpleaños. Pero no por eso tenemos que alegrarnos, que cien años los cumple cualquiera … que llegue a ellos. Pero no hacen falta más méritos que el tiempo. Basta con haber nacido en 1918.

El motivo de considerar hoy una buena noticia esa efemérides, tiene más que ver con el modo de llegar que con haber llegado. Porque hace pocos meses, este Casino pudo haber desaparecido sin dejar mérito que llevarse a la boca, si no fuera por su enorme y sabrosa historia.

Sucedió que, por esas cosas que no vienen al caso hoy (O sí, pero no queremos ensuciar el buen sabor de la “buena noticia”), esa entidad (Patrimonio Social de Huelva) estuvo a diez minutos de pasar a ser propiedad de una entidad financiera, por mor de sus deudas.

Hasta aquí, nada reseñable que no sea normal en muchos otro lugares. Pero diez minutos antes de lo no deseable, algo sucedió y el Casino Minero de Corrales sacó el pié que tenía dentro de esa entidad financiera y abrió sus puertas a un intento generoso de salvación.

A hombros de un grupo de socios con sensibilidad histórica, optó por usar las armas posibles en aras de dos objetivos:

• Salvar el Casino.
• Desarrollar una realidad que, día a día, recupera sus valores históricos y el brillo de su influencia social

Una directiva osada y generosa, se hizo cargo de la nave casi hundida y comenzó a remar. A contracorriente y sin recursos, pero remando, que de eso se trata. Ésa es la “buena noticia”, porque gracias a ese talante, el Casino Minero cumple hoy su primer Centenario. Que no es poco. Cien años mirando a la marisma y a la corta al mismo tiempo. Cien años junto a su teatro, el muelle y la estación. Cien años que hoy pueden mirar hacia atrás con orgullo y hacia delante con satisfacción.

En estos últimos años, el Casino Minero de Corrales, con su directiva osada, ha afrontado una deuda de vértigo, ausencia de carácter en sus salones y ha incrementado su presencia en la historia y la cultura.

Sus salas se han convertido en museo de su memoria, gracias a las aportaciones de muchos, socios y no socios, que han cedido innumerables objetos que eran parte de su recuerdo personal.

Los juegos han sido renovados y mejorados, con el beneplácito de socios que han visto incrementarse las posibilidades de ocio.

Se ha convertido, de manera brillante, en Sede del Club de Billar José Gálvez de Huelva.

En el último año y medio, el número de socios incrementado en treinta presencias nuevas.

La solvencia económica del Casino Minero se ha tornado en una situación de comodidad, para afrontar los pagos necesarios y mejoras que son algo más que importantes y deseables.

Y así podríamos seguir, en una reseña grata de lo que se puede hacer desde la poltrona, si se llevan en los bolsillos la actitud y aptitud adecuadas.

Un señor, allá por la denostada América, dijo una vez en público y ante el asombro de los que esperaban otra cosa: “No preguntes qué puede hacer este país por ti. Pregúntate a ti qué puedes hacer tú por este país”.

Déjenme que copie y adapte: “No te preguntes qué puede hacer el Casino por ti, sino qué puedes hacer tú por el Casino”

El año del Centenario, el Casino Minero de Corrales saca a la luz sus recientes logros, el haber salido de la postración hospitalaria y anuncia un año bien cargadito de acontecimientos, actos y luces nuevas.

Todo esto es posible por la actitud y la aptitud de quienes dan parte de su tiempo, su sensibilidad entera y sus primeros pensamientos al despertar, al servicio de un casino que es leyenda.

Pero sobre todo es posible, porque hay poltronas que pueden ser usadas por quienes se sientan en ellas al servicio de la entidad y no se sirven de ésta en su propio beneficio.

Señores Socios y señores Directivos (De éste y de todos los casinos): La poltrona de un casino, que no es obligatoria, sólo debe ser ocupada al servicio del Casino. Con talante y con acciones.

Como ha hecho y está haciendo la Directiva del Casino Minero, con su Presidente al frente (Muy al frente), para que un casino mítico abra sus puertas con la satisfacción de un futuro prometedor e ilusionante.

Esto sí es una “Buena Noticia”. Para Huelva y para la comunidad casinera.

Equipo Azoteas
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