Esa tristeza que entra
Ramón Llanes. Llegaron las carretas con crujidos de cansancios y cánticos rotos; llegaron los hombres a
Ramón Llanes. Llegaron las carretas con crujidos de cansancios y cánticos rotos; llegaron los hombres a
Ramón Llanes. El solano inyecta un lubricán preciso a la marisma allí donde la recua cruza
Ramón Llanes. Anda por ahí el hambre estrangulando vidas sin dañar siquiera una simple conciencia.
Ramón Llanes. La vida colectiva de una mina se nutre de convivencias. Aunque la explotación
Ramón Llanes. En asuntos cercanos resulta imprescindible fijar los sentidos en estas manifestaciones nuestras que
Ramón Llanes. Porque es abril y los días son fastuosamente más cálidos, se han puesto
Ramón Llanes. Alguien inventó el libro, se quedó tan pancho pero en realidad estaba metiéndonos
Ramón Llanes. Se esperan epidemias de emociones hasta ocupar todos los costados nuestros, de sur
Ramón Llanes. Se me viene la imagen golosa del sol cuando hace su entrada en
Ramón Llanes. Preparar los decibelios y la correspondencia de calma para soportar hasta otro devenir