Redacción. Romántico empedernido, tanto en su vida como en su obra, el prestigioso fotógrafo Fernando Manso se ha desplazado hasta la milenaria ciudad de Niebla para retratar una pila bautismal visigoda ubicada en el singular y romántico patio de la iglesia Santa María de la Granada.
El artista ha inmortalizado esta joya iliplense perteneciente a una de las épocas más relevantes de su historia, utilizando una
máquina de placas con película negativa, unas placas «carísimas y cada vez más difíciles de encontrar», que son el ADN de este fotógrafo del alma al que su padre, arquitecto, transmitió esa mirada llena de sensibilidad que impregna todo su trabajo.
La imagen quedará plasmada en su trabajo de investigación denominado “Susurros de Piedra” y es que Niebla cuenta en su haber con una riqueza sin fin perteneciente a todas la épocas de su rico pasado.
Fernando Manso, lleno de paciencia y puro sentimiento para transmitir lo que siente, dice que “Susurros de Piedra” tiene como objetivo “la localización de espacios arquitectónicos, monumentos y obras de arte que puedan ser objeto de un tratamiento fotográfico único”. Las cualidades que este autor posee hacen que sea “más observador que espectador a la hora de captar no solo un encuadre y una luz bonita, “quiero ir más allá, quiero pintar cada imagen con mi cámara de placas y mostrar mi interior más profundo”.
La finalidad de este trabajo es “realizar un viaje fotográfico por el patrimonio español plasmado en un reportaje único con el fin de potenciar la imagen de España, impulsando el turismo cultural e idiomático en el extranjero”.
La obra finalizará en la realización de un libro con las 250 – 290 fotografías y su documentación histórico-artística y un proyecto expositivo itinerante con 75 obras de gran formato y un documental del making off del proyecto. “La repercusión tanto museística de este proyecto -cuya finalidad es la itineraria internacional de la exposición por distintas instituciones artísticas- como mediática ofrece un valor añadido potenciando la economía de muchas zonas dado el aumento de turismo”.
El madrileño Fenando Mansó, que nació en Madrid en 1961, es un fotógrafo autodidacta, con una larga trayectoria, que refleja en su trabajo una personalidad exquisita, serena, reflexiva… Como fiel observador del mundo que le rodea, hace años que se alió con su cámara de placas para desarrollar una técnica artesanal muy personal, con un resultado y calidad únicos en el mundo digital y acelerado en el que vivimos. Tiene en su haber ser el fotógrafo español que más libros de fotografía vende a día de hoy.