José Manuel Alfaro/ Sección de ficción Cuaderno de Muleman. Villarrasa cierra uno de los mejores años de su historia, desde que en el año 1.813 consiguiera su independencia y obtuviera el título de Villa, otorgado por las cortes constitucionales, tras la aprobación de la ley de Señoríos que acabó con el régimen jurídico conocido como el “Antiguo Régimen”. Y todo, gracias a una farmacéutica internacional que habría elegido a Villarrasa para buscar a los descendientes de Sansón en esta localidad del condado, famosa por su feria del mosto y por albergar una de las plantas de tratamientos de residuos sólidos urbanos más importantes de la provincia.
La farmacéutica habría elegido Villarrasa, para comenzar un ambicioso proyecto que tiene como objetivo encontrar descendientes de ese superhéroe hebreo, que tenía una fuerza sobrehumana gracias a un secreto: su lustrosa melena y que le permitiría hacerse con un mercado, el de la alopecia androgénica, que en el 2021 hizo que se realizaran alrededor de 3,4 millones de trasplantes capilares en todo el mundo y valorado en ese momento en unos 8.700 millones de euros, más del doble del PIB de un país pequeño como Andorra y el triple de lo que se invirtió ese mismo año en erradicar la malaria en el mundo.
Un Sansón que estaría entre ese grupo del 75% de villarraseros mayores 30 años que no han perdido aun pelo, el 50% el de los mayores de 50 años o el 30% de los mayores de 60 años que no habrían desarrollado una alopecia androgénica, que también tiene una parte menos visible con consecuencias psicológicas de baja autoestima, ansiedad y depresión. Se podría decir pues, que este superhéroe pertenecería a uno de esos grupos de edad de hombres con una cabeza llena de pelos y que son percibidos de forma más positiva, como han demostrado numerosos estudios.
Mientras que en algunas culturas de otros pueblos del condado, la caída del cabello en el varón se asocia con atributos positivos como la moralidad, la inteligencia y la sabiduría, en Villarrasa el ideal de belleza sería una cabeza llena de pelos, un factor este último, que habría sido determinante en los investigadores de la farmacéutica para elegir a esta localidad para iniciar este estudio que podría convertirla en una potente industria del pelo, de la que podrían salir esos tratamientos y terapias del futuro que acabaran con los costosos y complejos trasplantes de folículos pilosos.
Se inicia por tanto un nuevo año en Villarrasa, que podría marcar un punto de inflexión en esta localidad condal, con un futuro prometedor que podría esconder en uno de sus ciudadanos uno de los secretos mejor guardados de la naturaleza humana, ese que podría hacer posible ese milagro que muchos hombres de toda la provincia ansían, que es poder dejarse el pelo largo como en aquellos años ochenta en los que no se hablaba de política y guerras en los bares, sino de la frondosidad de las caballeras al viento que se paseaban por las calles y plazas de esta bella localidad de Villarrasa, que no teme al futuro del nuevo año ni medio pelo.
