José Manuel Alfaro/ Sección de ficción ‘Cuaderno de Muleman’. Las últimas 48 horas han sido frenéticas en Santa Olalla del Cala desde que se conoció la noticia de que el conocido actor Clint Eastwood había reservado una apartamento en la localidad serrana a través de una conocida web de alquiler de viviendas entre particulares. La reserva se habría hecho para los cinco días del puente de la Constitución y la Inmaculada, uno de los más largos de este diciembre, en el que en muchos lugares de la provincia vendrá cargado de actividades que serán la antesala de una Navidad en el que las comidas con amigos, los encuentros familiares, las compras por internet, la caridad y los buenos propósitos pondrán a prueba la provincia.
Un Clint Eastwood, de 93 años, icónico actor, director y productor estadounidense y con una carrera cinematográfica que ha marcado durante esta últimas décadas la historia del cine, dejando su huella en esta industria con películas como El Bueno, el Feo y el Malo (The Good, the Bad and the Ugly) – 1966, Harry el Sucio (Dirty Harry) – 1971, Los Puentes de Madison (The Bridges of Madison County) – 1995, Sin Perdón (Unforgiven) – 1992, Gran Torino – 2008 Million Dollar Baby – 2004 Mystic River – 2003 y que podría haber elegido Santa Olalla del Cala por error para pasar unos días alejado del bullicio y la artificialidad de esta pseudonavidad en la que el espectro del consumo sin límites del 11-11 y el Black Friday de este noviembre que no tiene límites y está dispuesto a acabar con la vida de todos los trabajadores de las empresas de paquetería.
El conocido actor habría elegido este bello lugar para pasar unos días en los que pasear por sus frías y solitarias calles llenas de chimeneas humeantes en la que no paran de arder leños de encina, caminar por los senderos que abrigan al pueblo, subir hasta el castillo para respirar aire puro o desplazarse hasta alguno de los lugares secretos de la Sierra del Viso donde disfrutar de una café, mientras ve caer con su espalda apoyada en una majada de piedras centenarias la senectud de un tarde que pasa del naranja nuclear en su horizonte al azul eléctrico de la noche mientras canta los pájaros su melodía estrellada.
En Santa Olalla del Cala se empezaba además a especular que este inmortal actor y director habría elegido la localidad para buscar escenarios y extras para rodar la segunda parte de Los Puentes de Madison. Está ser rodaría en la Ribera de Cala en la que Francesca Johnson (Meryl Streep) y el fotógrafo Robert Kincaid (Clint Eastwood), habrían abandonado juntos Iowa y aquel amor fugaz que experimentaron durante aquellos cuatro días se convertiría en la historia de amor que los habría llevado a vivir el resto de sus días en Santa Olalla del Cala, demostrando así que un romance que desafía nuestra convicciones morales se puede convertir a pesar de sacrificarlo todo en una oportunidad de vivir la historia de amor de tu vida.
Pero a pesar de la alegría que esta noticia generó en esta bella localidad serrana, todo cambió tras conocerse que esta reserva se había producido debido a un error de uno de los asistentes de Clint Eastwood que confundieron Santa Olalla del Cala en Huelva con Santa Francisco en California. A pesar de todo, un grupo de vecinos y vecinas han constituido un grupo de trabajo con el objetivo de conseguir que el veterano actor no solo venga a pasar unos días a uno de los pueblos más hermosos de la provincias, sino para proponerle ideas para hacer realidad la segunda parte de los puentes de Madison y en la que participaría todos los santaolalleros y santaolalleras que necesitasen para hacer realidad esta esperada segunda parte de una película que ya es un clásico de la historia del cine y de la que indisolublemente sería de ella Santa Olalla del Cala.