José Manuel Alfaro/ Sección de ficción ‘Cuaderno de Muleman’. La última cumbre de la OTAN ha marcado un antes y un después en este mega proyecto que llevaba muchos años en estudio y que podría convertir a Villarrasa en el mayor fabricante de crecepelo de la provincia. Actualmente nos encontramos ante una situación internacional en la que la incertidumbre se ha convertido en el factor más desestabilizador de una provincia que depende en gran medida de numerosos productos y servicios externos. Entre los que tendríamos que destacar el crecepelo, del que la provincia se ha convertido en una importante importador y dependiente de un producto estratégico para la economía de la provincia.
Pero esta situación puede cambiar porque la provincia podría contar en breve con una importante fábrica en Villarrasa que podría satisfacer no solo la demanda interna, sino que podría convertirse en una exportadora de uno de los productos más importante del mundo tal como se ha podido constatar en el documento estratégico que ha salido de esta cumbre. Aunque el proyecto se encuentra en fase de estudio, todo indica que dada la situación socioeconómica por el creciente número de conflictos que se están produciendo en el continente, este tipo de industrias se podrían ver beneficiadas del aumento del presupuesto de defensa que los nuevos miembros de esta organización tendrían que asumir en los próximos años hasta acercarse al dos por ciento del PIB.
Una financiación que podría salir del ‘fondo de innovación’ firmado junto con otros 21 países de la OTAN para el apoyo de ‘start-ups’ especializadas en tecnologías clave y de doble uso. El fondo prevé invertir alrededor de 1.000 millones de euros en 15 años, de los que 60 corresponderían a España. Algo que implicaría, que parte de esta cuantía, así como de otras partidas procedentes de las pensiones, educación y sanidad servirían para poner en marcha esta industria. Una industria que ha salido reforzada de una cumbre en la que se ha querido garantizar la seguridad de todos los territorios de los miembros de esta alianza que tiene como objetivo la unidad y cohesión de los países que la forman. Así como preservar la paz y proteger a nuestras sociedades abiertas, diversas, inclusivas, prósperas y comprometidas, tal como nos cuenta uno de los asesores calvos más activos de la delegación provincial que han participado en esta cumbre histórica.
– ¿Cómo ha vivido esta cumbre como asesor?
– Todos los participantes la han vivido con intensidad, pero sobre todo los calvos, que hemos podido percibir que estábamos ante uno de los encuentros transnacionales más importantes de los últimos tiempos. Hemos pasado en unos años, de querer acabar con una alianza, a trabajar para reactivarla e integrar a nuevos socios en ella. Y otra cosa que yo he percibido es, que se estaba más pendiente de ser protagonista de este encuentro trascendental, que de las consecuencias que implicaba la activación de este proyecto, que en los últimos años se había convertido en un lastre para muchos de sus miembros y que ahora podría conllevar activar algunos mecanismos de intervención con muerto incluidos, algo que de momento parece no preocupar.
– ¿Qué es lo más importante que salido de ella?
– Lo más importante, naturalmente es la posibilidad de que parte de los fondos económicos que se van a liberar, se utilicen para la fábrica de crecepelo de Villarrasa, lo que convertiría a lo localidad en un referente en el mundo de este producto tan necesario. Debemos saber que en la primera fase solo se van a producir productos destinado al crecimiento del mismo, es decir personas a los que quiere que le crezca el pelo con mayor rapidez. De momento está en estudio los laboratorios que permitan investigar productos destinado a la alopecia severa, pero seguramente para eso habría que esperar a otra cumbre de la OTAN y ver si esta contingencia también se convierte en estratégica.
– ¿Cuándo podría ponerse en marcha esta fábrica?
– Los próximos años van a ser determinantes, todo dependerá de la escalada de los conflictos y su intensidad. Pero lo que esta reunión de OTAN ha dejado claro es que la Alianza debe abordar los problemas con intensidad y determinación para evita una expansión de los conflictos. Y dentro de esta esencialidad está la fábrica de crecepelo de Villarrasa que será posible gracias a la disminución de las partidas presupuestarias de sanidad, educación y pensiones.
– ¿Por qué ha sido elegida Villarrasa para este megaproyecto?
– Villarrasa se encuentra en un lugar estratégico está al mismo tiempo cerca y lejos de cualquier lugar. Pero sobre todo por su cercanía al puerto, un nudo logístico ideal para hacer llegar el crecepelo a cualquier parte el mundo incluido Ucrania y Rusia donde ahora más que nunca se hace necesario este producto esencial para la vida de los calvos.
– ¿Qué significará esto para los calvos del mundo?
– Lo primero es que este crecepelo implicará aumentar el crecimiento del cabello al doble de la velocidad que lo hace actualmente. Es decir que un soldado que se rape para ir al combate podía recuperar el pelo normal en tan solo ocho semanas, algo que podría mejorar la calidad de vida de quienes sufren las consecuencias psicológicas y físicas de un combate, pero sobre todo podría cambiar el rumbo de una guerra.