HBN. La tarde de ayer fue muy especial para los rocieros, ya que supuso el broche de oro a los cultos de la Hermandad del Rocío de Huelva. Así, a las puertas de la Catedral de la Merced, la carroza esperaba para llevar el Simpecado, a escasos días de su partir hacia la aldea del Rocío.
Este acto fue todo un guiño al pasado de la hermandad, cuando salía a la Romería desde la Plaza de la Merced. La familia Figueroa López se hizo cargo de la hermandad en los difíciles primeros años del siglo XX y se recordó principalmente a Camila López, camarista del Simpecado. La Catedral guarda otros gratos recuerdos para los rocieros, al ser también el punto de partida de los simpecados de la Matriz, Huelva y Emigrantes, en 2018.
El centro de la capital vibró con el recorrido de la carroza por sus calles, mostrando la devoción de los onubenses por la Blanca Paloma y las ganas que tienen de volver a encontrarse con ella. Pasó por Plus Ultra, la Plaza de las Monjas y subió la calle La Fuente para dirigirse hasta Los Litri, en un ambiente más rociero que nunca.
El Simpecado se quedará en su Casa de Hermandad mientras los onubenses esperan impacientes a una nueva romería, sin duda la más esperada de la historia.