José Manuel Alfaro/Sección de ficción ‘El Cuaderno de Muleman’. Cuando parecía que el oficio de detective se había terminado extinguiéndose en la provincia, como muchos más, hoy nos despertamos con la noticia de que un detective de Cumbres de San Bartolomé se encuentra entre los mejor posicionados en una lista internacional, de una de las más prestigiosas asociaciones de detectives del mundo. Una noticia que llega en un momento en el que parecía que la tecnología estaba engullendo todo el tejido socio productivo clásico, que hasta ahora mantenía vivo unos barrios y nos pueblos que no estaban sucumbiendo al ruido de los coches de los mensajeros y al olor de los embalajes de cartón.
Pero en medio de este holocausto de la economía familiar y los oficios de toda la vida, un rayo de sol parece haber salido de esta tormenta perfecta, que está vaciando una provincia ya de por si vaciada. Un escenario desolador que parece tener los días contados, gracias al efecto que ha producido la pericia de este detective de Cumbres de San Bartolomé formado en Ucrania y Rusia, que se ha convertido en uno de los aspirantes más jóvenes en formar de la lista de los diez detectives privados actuales más influyentes del mundo.
En el municipio ya se ultima el recibimiento para uno de su héroes más recientes, que sueña algún un día, no solo con poder trabajar en algún caso en su pueblo, sino con montar una academia de detectives en el corazón de esta comarca. Ésta podría convertirse muy pronto en una de los lugares de la provincia dónde se formen los mejores detectives privados del mundo, dispuestos a investigar los casos más importantes en países con una gran demanda de este tipo de servicios. Como puede ser China, donde se concentra actualmente la mayor demanda de investigadores privados. Así nos lo cuenta el detective de Cumbres de San Bartolomé, el más importante de la provincia, del mundo y puede que de todos los tiempos.
– ¿Cómo se llega a ser uno de los detectives más demandados?
– Esta profesión no es un camino de rosas, porque detrás de un detective hay muchas horas comiendo pizza en el coche. La gente tiene una idea equivoca de nosotros, nos imaginan esbeltos, con gabardina, una lupa y un sombrero, como si fuéramos un clon del inspector Gadget. Pero somos gente formada y con una vocación sin límites, en mi caso desde pequeño quise ser detective, yo en mi casa era quien averiguaba la persona que no había levantado la tapa, quien se había comido el último trozo de salchichón o quien me quitaba el dinero de la hucha. Siempre he llevado en la sangre, un espíritu investigador que me ha acompañado hasta ahora y gracias en gran medida a mis padres, que me enseñaron mucho de lo que ha hecho de mi uno de los mejores detectives del mundo, pasar desapercibido, la intuición, aprender a pensar, todo lo aprendí de esa biblioteca de mis padres en la que no faltaba ninguno de los libros de Agatha Christie, leer fue no solo mi tabla de salvación frente a la intolerancia de mis compañeros que no aceptaban mi transexualidad, sino el motor de todas las competencias que debe tener todo detective.
– ¿Dónde aprendió las principales técnicas de investigación?
– Aunque cuando termine los estudios de secundaria y bachillerato, mis conocimientos y capacidades eran extraordinarias. Lo que fue determinante fue mi viaje de formación a Ucrania, donde aprendí en esos años, técnicas de investigación de la mano de los espías en paro más conocidos de Rusia. De ellos aprendí todo tipo de técnicas necesarias para llevar una investigación en la que pudiera pasar totalmente desapercibido, ha mimetizarme entre la muchedumbre, a toser sin hacer ruido, a respirar solo por la nariz, a andar de puntillas, a mirar de reojo o incluso a mover las orejas a mi antojo para oír mejor. En los detectives hay varias normas no escritas que todo buen profesional sabe, una de ellas tiene que ver con la violencia, ningún detective debe emplearla jamás, ni tampoco llevar armas de fuego y otra de las más importantes es, la de no enamorarse de su cliente, eso que parece una cosa sencilla de cumplir, cuando pasas horas hablando con tu cliente sobre los avances en la investigación, terminas entablando una relación personal que, si no sabes gestionarla, puedes terminar enamorándote.
– ¿Quién suele solicitar sus servicios?
– Los casos suele ser muy diversos, aseguradoras en busca de algún fraude, maridos celosos, padres con custodia compartida, directores de hotel en los que han sustraído toallas de baño, agencias de viajes, jefes de cocina denunciados por intoxicación alimentaria, criadores de perros, dueños de viveros de plantas y en los últimos tiempo partidos políticos que nos contratan para investigar a algunos de su afiliados, de los que quieren conocer todas sus mierdas por si llegado el caso necesitarán utilizar esa información para dañar su imagen personal, coaccionarlos o simplemente sugerirles que cambien el sentido del voto en una votación ajustada.
– ¿Cuál ha sido el caso más difícil al que se ha enfrentado?
– Últimamente tengo mucho trabajo, de echo he tenido que contratar un alumno en prácticas, que ha tenido que llevar la investigación de un par de casos sencillos de aseguradoras. Para que yo pudiera dedicar todos los esfuerzos, para averiguar la vida y obra del hermano de una afiliada de una un partido político del que se sospechaba había orinado sin levantar la tapa del váter, lo que había provocado que uno de los cargos orgánicos del partido más importantes, acostumbrado a mear sentado, se habría manchado sus nalgas. Un hecho que me ha llevado semanas de investigación hasta conocer toda la verdad de lo sucedido, algo que posiblemente sea lo más gratificante de este oficio y no me refiero a la verdad, sino a esa reescrita a nuestro antojo a la de nuestro cliente.
– ¿Qué dicen sus vecinos sobre su nuevo proyecto?
– Mis vecinos esta encantados con mi idea de montar una academia de detectives en el pueblo, sobre todo por las oportunidades que representará para un municipio castigado por la despoblación. Yo no puedo asegurarle que esta academia llegue a ser la mejor de mundo, pero sí le puedo decir que voy a hacer todo lo posible para que lo sea.
– ¿Díganos un sueño?
– Mi sueño es coger un caso importante, de esos que te permiten entrar en los programas de televisión a desmentirlo todo, incluso tu propia existencia. Yo incluso estaría dispuesto a dar mi ojo izquierdo a la ciencia por investigar que se esconde debajo del maravilloso Castillo de Cumbres de San Bartolomé.