José Manuel Alfaro/ Sección de ficción ‘El Cuaderno de Muleman’. Desde que el 30 de julio de 1998 se abrieran las puertas de vertedero más grande del sur de Europa, muchas son las cosas que han sucedido durante más de treinta años de vida, pero nada más inquietante que lo que solo conocen los ciudadanos de Nerva. Años en los que han pasado todo tipo de sucesos, que comenzaron con la rotura de la cohesión social de la ciudad y a los que se sumaron una vez abierto, la llegada de residuos procedentes de toda la geografía nacional y también de países vecinos, como Portugal, Reino Unido, Italia, derrames constantes en las carreteras durante su transporte, la construcción de un depósito de amianto, y otros materiales altamente peligrosos y cancerígenos, numerosos incendios, humaredas, grandes polvaredas, filtraciones e incluso vertidos directos al cauce del río Tinto.
Años de actividad que han provocado, que el vertedero se encuentre actualmente sobrepasado y colmatado, sobre el que planea una ampliación tanto del volumen de residuos tóxicos que se podrán seguir enterrando, como del tiempo de funcionamiento de la instalación, además de la creación de cuatro nuevas líneas de negocio: una planta de fabricación de combustibles sólidos de sustitución a partir de disolventes, piezas de fragmentación de vehículos fuera de uso y otros residuos, una planta de tratamiento de residuos líquidos externos de cualquier tipo de industria y una planta de tecno suelos, que podrían convertir a Nerva en la ciudad residual más importante del mundo.
Nueva e inquietante línea de negocio
Pero a todo esta nueva operativa se podría sumar una nueva e inquietante línea de negocio, que podría contribuir no solo a la expansión y la consolidación del vertedero hasta el año 2100, sino que podría generar ingentes cantidades beneficios para la empresa gestora, que podría convertir Nerva en uno de los lugares más peligrosos del mundo para vivir. Aunque aún no se sabe públicamente nada sobre esta misteriosa actividad, que solo conocen los ciudadanos de Nerva, 12.000 toneladas de residuos tóxicos y peligrosos procedentes de Montenegro están entrando por la puerta del vertedero para quedarse para siempre bajo su subsuelo, tal como nos cuenta en la siguiente entrevista, un anciano del pueblo, que hemos seleccionado al azar para que conteste a todas nuestras preguntas.
¿Cuántos años lleva viviendo en Nerva?
Se podría decir que llevo aquí desde que se descubrió el cobre, bueno tantos años no, aunque vamos a decir, que cuando abrió esta máquina de tragar residuos peligrosos, yo ya estaba pasando de largo por la vida y aunque la gente pensara que yo ya no tenía nada que perder, yo pensaba todo lo contrario, que ahora más que nunca tenía que luchar para no dejarle a mis hijos, algo que no se merecían, así que 1000 manifestaciones y treinta años después mis hijos tiene un viejo al que cuidar y un vertedero en el que podrán seguro llevar mis cenizas para que la entierren como si fuera un residuo peligroso.
¿Un punto de inflexión en todos estos años?
Para mí hay uno muy claro y decisivo, 30 de julio de 1998, el día que decidieron que dejáramos de extraer más cobre de las minas, para enterrar los residuos más peligrosos en ella. Creo que ese día algo se rompió en toda la comarca, pero sobre todo en Nerva, donde asistimos impotentes al nacimiento de ese vórtice en el que se quería reescribir el futuro de nuestro pueblo y que ha terminado convirtiéndose en el símbolo de condena para el pueblo para siempre.
En ese tiempo de nada sirvió la presión social que ejerció la ciudanía día tras día con más de 1000 manifestaciones, concentraciones y actos en contra de algo que solo sabían los ciudadanos y ciudadanos de Nerva, que el vertedero era para nosotros solo y que ese estigma no solo marcaría nuestro presente, sino el futuro de unos hijos, que ahora tiene la misma edad que el vertedero y que se preguntan dónde estaban sus abuelos y sus padres el día que lo abrieron.
¿Podría decirnos algo positivo del vertedero?
Nada, perdone la simpleza de la respuesta
¿Y algo negativo?
Todo, perdone otra vez la simpleza de la respuesta
¿Serán algún día urbanizable, los terrenos sobre los que se asientan el vertedero?
Nunca lo había pensado, pero sería bonito, convertir los terrenos que ahora mismo están colmatados de residuos peligrosos y que lucen esa cubierta de plástico negro, en terrenos urbanizables con una capa de tierra vegetal de 50 cm, en los que se podría construir una urbanización de lujo de chalet adosado, campos de futbol y pádel, colegios privados, incluso una universidad prestigiosa de la que podría salir un premio Nobel.
Una urbanización que se podría llenar de cientos de casas de lujo, en la que podrían vivir los jubilados que trabajaban en las empresas que tienen enterrados allí sus residuos, para que pudieran llevar y recoger a sus nietos todos los días de las escuelas, mientras sus hijos e hijas, los padres y madres de esos niños y niñas estuvieran trabajando en lujosos edificios de oficinas diseñando una nueva ampliación del vertedero, haciendo la compra de la semana o jugando al pádel en el club privado más exclusivo de la comarca.
¿Es verdad eso que cuentan que hay restos alienígenas enterrados?
Yo no soy nadie para afirmar y desmentir eso, lo que sí le puedo decir es, que con todos los residuos que hay enterrados en ese vertedero, no sería extraño que algún día se supiera que allí están enterrados los restos de una nave espacial que impacto contra la tierra, generando una montaña de residuos altamente peligrosos de origen alienígena que nadie sabía qué hacer con ellos, hasta que al alguien se le ocurrió que la mejor solución podría ser enterrarlos en Nerva, porque en la puerta no habría nadie haciendo preguntas, sobre los cientos de cuerpos de extraterrestres que perecieron tras el impacto de la nave contra el suelo de Montenegro.
Antes de terminar ¿Nos podría decir eso que solo el pueblo de Nerva sabe sobre el vertedero?
Lo que pasa en pueblo, se queda en el pueblo. No obstante, tengo que decirle, que si quiere puede venirse a vivir una temporada a Nerva y si puede ser lo más cerca del vertedero que pueda, seguro que terminará conociendo la inquietante verdad que hay bajo el vertedero de Nerva.