R.M. Llegaba a Huelva Nathy Peluso con la palabra personalidad escrita en su frente, con tinta invisible pero en negrita. Impulsadas por melodías muy propias esas largas uñas pintadas de colores arañan el espacio que le rodea sobre el escenario. Lo hacen con una combinación sorprendente de suavidad y magnetismo eléctrico.
El paso por Huelva de la popular y joven artista argentina ha confirmado las expectativas de su anuncio, desplegando en el coso taurino -musical a estos efectos- de La Merced un espectacular repertorio de escenografía para acompañar a los temas de su último disco, Calambre.
La cantante, afincada en España pero con proyección internacional, ha sido uno de los platos fuertes de la programación musical del verano en nuestra ciudad. Caída la noche del miércoles, abría el concierto en la Plaza de Toros onubense con el potente tema ‘Celebré’, del referido álbum.
Un buen comienzo para desplegar toda esa energía que caracteriza a la intérprete. Aseguró la máxima adrenalina a lo largo de las casi dos horas de la actuación.
Llamativas coreografías para deslumbrar a un público que ha disfrutado sin poder estar sentado. Con detalles como esas dos rosas lanzadas a la gente tras un sensual baile de Nathy, propio de ese estilo tan característico y personal.
Los distintos temas que fue interpretando la Peluso situaron el calor en el ambiente de la noche huelvana. La artista elevó la temperatura en una velada algo más fresca que en días anteriores. La puesta en escena de la cantante argentina cautivó a los presentes, con esquemas de iluminación muy dinámicos y recursos técnicos llamativos.
Nathy Peluso en Huelva compartió su peculiar estilo, con amplias mezclas que incorporan blues, el jazz, el funk o el soul. El resultado final es una combinación que determina temas en cierta medida de estilo caribeño pero muy, muy peculiar.
La cantante manifiesta su visión con expresiones como «La maestra música habla a través de nosotros. Hay que concederle que su mensaje se muestre claro y sincero«. Esa sinceridad parece una nota característica de Nathy Peluso, que afirma que «me inspira ser mujer, ser humana y me da fe saber que la música nos alimenta y nos atraviesa«.
Nacida en 1995, se crio escuchando a grandes artistas de la música norteamericana de mediados del siglo. Referentes como Ella Fitzgerald o Ray Charles, así como a grandes representantes del folklore musical como Joao Gilberto, Ray Barreto o Atahualpa Yupanqui.
De aquí surge su afinidad por el jazz y los ritmos elegantes y sofisticados que ha sabido fusionar con las influencias de hip-hop y la música urbana. Ha creado un estilo particular que, pese a contar con un número reducido de referencias en el mercado, le ha hecho convertirse en una de las estrellas de la escena musical contemporánea en castellano.
Después de una fase lírica, más experimental, Nathy Peluso encuentra su sonido a través de la mezcla de géneros y la reinterpretación de los mismos gracias a su prodigiosa voz. En 2017 cristaliza su primer recopilatorio “Esmeralda” y compone la canción que supone un punto de inflexión en su carrera: “Corashe”, donde todo el potencial que venia apuntando se hace incuestionable.