Coincidiendo con la celebración del Día Internacional de la Paz este 30 de Enero, desempolvamos nuestros versos desde la Plataforma de Poetas de Huelva por la Paz y a falta de poder expresarlos a viva voz por las calles y foros del mundo, nos asomamos a esta prensa aliada para dejar en ella nuestro compromiso por la Vida.
En estos días brillarán poemas en favor de la completa Humanidad a la cual pertenecemos, diremos cuanto sentimos, gritaremos a favor de la concordia y estaremos en la primera fila de la búsqueda por un abrazo, una caricia, una sonrisa o una palabra de aliento. Quizá así podamos detener los próximos conflictos éticos que asolan nuestro mundo. Únete a nosotros.
Con tinta de todos los colores
Con tinta de todos los colores
quiero seguir escribiendo.
De nada puedo olvidarme,
todo está escrito en mi pensamiento.
Intento discernir en la memoria
la música de un violín lejano
que se escucha sobre el silencio,
recordando colores, credos y sueños.
Un palpitar pestañea sobre los ojos entreabiertos
y en la dimensión de la espera fluye un deseo.
La vida se desliza, alegre o triste, según toque el viento.
Voy dejando mi piel por los caminos y mi voz gritando en el desierto
en una carrera sin retorno, en un tiempo sin tiempo.
Me sorprende la Paz tan buscada por un momento
y todo queda amarrado a mi entraña
para seguir creando cada día, un nuevo sueño.
Adelaida Hidalgo
Ella, esta poesía que aúlla y muerde,
es la traidora que convierte una taza de café en los posos hirvientes de un futuro
del que nadie ha oído hablar siquiera.
Lo tiene todo dentro, como un volcán de fuego que ha conquistado el centro de cada uno como si fuese un monstruo o una cadena.
Sus besos húmedos, donde la lengua coloniza el interior siendo la saliva toda suya, son el infierno mismo
que se alza desde el placer de las palabras fáciles, mientras, el demonio que llevamos dentro, se jacta de que somos totalmente suyos.
Suyas, en todo el contexto de la realidad y de la mentira.
Ana Deacracia
Quien place abrazarla, crece en el albedrío sereno,
ella es inmaculada y amorosa, sin atalaya, cualquiera
ronda los corazones, salvando velos brumosos,
aireándose en los miradores de estrellas,
la emoción de la paz, bálsamo de la esencia cotidiana,
se rinden los ecos en la gozosa atmósfera,
el mundo conoce su lucidez en los nobles palcos,
la paz vuela por doquier, posándose cual paloma.
Ana María Cáliz
A força da palavra/La fuerza de la palabra
Os anos vão passando por nós,
e durante a nossa existência,
já fomos testemunhas
de tanta guerra e injustiça.
Os sintomas de violência
são notórios e sempre deixam marca.
Até onde chegaremos?
Para quando um mundo diferente?
Me preocupan los niños,
los hombres de mañana.
Me cuestiono lo que hará,
entre otros, un niño de Siria,
atendiendo por todo
lo que ya habrá pasado,
mas lo que venga.
A minha força está na palavra.
E é pela palavra que renovo
os meus votos pela paz,
pois gostaria de sentir-me
bem com todos, neste Mundo.
¿Hasta cuándo tendremos
esta locura insana?
¿Será que no nos llega
con todas las pandemias?
António Cabrita
Manta Rota (Portugal), 21.01.2021
Adormilada, la paz sueña
poemas de torbellinos, río y torrentes…
Con el dedo escribo,
sobre el vaho del espejo, las palabras
heridas por el dolor supremo
de penas y desgracias.
Cuatro jinetes cruzan los ángulos de plata.
La guerra abraza al hambre
y la enfermedad se deja acariciar
por los huesudos dedos de la muerte.
Los desgarrados velos de la hipocresía
al poder sonríen sin pudor,
y la falsedad de las naciones crece
y escupe su desprecio al corazón.
Todo va mal y acabará peor
si los poetas, a pecho descubierto,
no dan un paso al frente
enarbolado versos,
blancos de luz celeste,
que iluminen la adormilada paz.
Y la despierten.
La paz es quimera
aborrecida por traficantes de sueños
que rubrican papeles ensangrentados
y trasmutan cielo por infierno.
El cielo, arrebol de sangre
reflejado en ojos inocentes,
se deja extraviar por los senderos
del egoísmo de la mala gente.
Poetas de Huelva por la Paz,
no dejad que os lleve la corriente.
Augusto Thassio.
Las aves indican el camino,
el mar en calma, suave el oleaje, 20 días y sin divisar la costa.
Hombres jóvenes ven el futuro más cerca, niños sin escuelas, tendrán escuelas, mujeres embarazadas abrazan sus vientres,
¡sus hijos nacerán en una tierra de paz!
Todos han salido huyendo de la crueldad; se ha torcido la línea recta,
el viento cambió el rumbo,
una frágil embarcación zozobra
en medio de la nada, de la desesperación.
La paz desapareció dando gritos de dolor,
el viento la embrujó convirtiéndola en rencor. La patera tenía sueños,
sueños llenos de verdad, sueños para empezar la vida. El mar se los llevó, iluminando su sombrío fondo.
Otros llegaran llenos de esperanzas, con la guerra a cuesta implorando paz. Llegaran refugiados, desplazados, atrapados entre fronteras,
Buscando el calor de la PAZ.
Mª Carmen Azaustre Lorenzo
Poeta del Guadiana
Poeta de la Paz.
Enero 2021
Qué Paz,
donde está, no la veo, no la siento,
llevo buscándola años y años y no la encuentro,
sonrio sin ganas,
me río por reír,
dónde está el motivo.
Si mi familia está bien,
ellos me dan la fuerza que necesito
para seguir riendo,
pero no quiero parar,
y que nadie pare,
porque si paramos de reír
el mundo se acabará.
Carmen Vázquez
¿Acaso te pertenece su mirada?
¿Acaso la sombra oculta de sus ojos
es la luz que ciega los mañanas?
No hay cimas que adviertan esperanzas
ni versos que asusten las palabras.
La sal embriaga de escozor la herida
y ondea sin rubor su blanca desidia
para que el mundo disfrace su piel
con el atuendo oscuro de la vida.
En el horizonte aún se percibe
la búsqueda incansable de tu cuerpo,
ese espíritu que anida infinito y blanco,
el bien escrito en tus pétalos de nardo,
el bien hallado, allí donde conviven
la luz del sol y la penumbra del ocaso.
¿De qué vale tu nombre en mis labios
si tus pálpitos no habitan en mi pecho?
¿De qué vale la Paz en nuestros deberes
si no consideramos a la Paz como un derecho?
Casto Sancha Maestre
Aroche (Huelva)
Almas velhas que espanam
o mais fundo dos sentimentos
capazes de falar de amor
de sonhos, de guerras
que matam crianças e velhos sem teto.
É tempo de amar
é tempo de paz
é urgente pintar a vida de outras cores
destruir muros e construir Pontes.
É tempo de um tempo lá atrás
velho e caduco
onde os sonhos preenchiam
todo o nosso universo.
Cobriam pensamentos,
mandavam recados aos passarinhos
pelo Vento que sopra forte.
Não calemos os nossos corações
avivemos a nossa memória
nem que seja por um dia.
É tempo de amar
é tempo de paz!
Clara Lourenço . Portugal.
24/1/2021
Hoy tengo frío…
Suena triste el monótono
piano de noticias.
Con brizna de epidemia.
Tengo frío sin calma,
todo me parece gris,
hasta el alba.
Tengo frío en las manos.
Se me muere la esperanza.
¿Dónde está la Paz,
que no hay forma de hallarla?
Tengo frío en el pelo,
en las pestañas.
¿Y esa justicia para los pobres?
que no da la cara.
Tengo todo el cuerpo frío,
también el alma.
Trabajos para todos
y techo donde resguardarse.
Eso es vivir en Paz
en esta vida parda.
Hoy tengo fría las entrañas,
y hasta las lágrimas.
Cristi Fernández Martín 22/1/21
SONETO.
Del alma, en un rincón, paz sembraré,
con amor, con dulzura y sentimiento,
invirtiendo todo mi pensamiento
en el cómo y con qué la regaré.
Lo mejor que haya en mí yo entregaré
y espero que a mi guerra arrastre el viento,
que la luna ilumine ese momento,
que con versos la paz abonaré.
Y nacerá repleta de ilusiones
y crecerá regalándole al mundo,
un cúmulo de sueños e ilusiones,
de lluvia de esperanza a corazones
que buscará un futuro fecundo,
lejos del miedo y de las desazones.
Cristóbal Carrasco Delgado.
La Paz en la voz
Hay quienes dejan máculas electrizantes al arrullo de la voz, arrojando palabras con síntomas de enraizadas cunas.
El prepotente grito da rienda suelta al interior sin base.
Hueco discurso que de su agenda sale.
Vociferante llamada, fanático ideal, creencias gastadas
ante cabezas erguidas que dan de lado a desquiciados fines.
Augurios de paz desfilan
con la persona que sabe de tonos inmaculados en tiempo y uso.
Dicción en alto, manipulada mercancía nada tentadora
al oído que gusta paz y música en la voz.
Diego Bardallo Méndez.
Los áridos días pasan
el sol reluce indiferente
y sus llamas no alumbran
la vida que se desvanece .
No hay calma ni sosiego
sí , prisa por atrapar el verso suelto
la voz que grita en el silencio
y se niega a morir en el viento.
Cuando esto haya pasado
vendrá otro sol , otra luna.
Y un olmo que grite :
¡Volverán la luz y las estrellas¡
¡Volverá la Paz
y las palabras bellas.¡
Emilio Marin
Háblame Paz de tus silencios
de esos que sin hacer ruido
hacen ensordecedor el lamento del grito.
Háblame Paz de tus sueños
de esos sueños despiertos
que hacen que el desvelo sea tu quimera.
Háblame Paz de tus miedos
de los que derrotan sin piedad
los prejuicios indecentes
que se mueren por sonreír
mientras un susurro aviva tus inquietudes.
Háblame Paz de tus deseos
de esos deseos prohibidos
que la vergüenza no se atreve a describir
mientras que el descuido pretencioso
cierra los ojos y nos sorprende insensible.
Háblame Paz del amor
de ese amor que no pretende,
que no condiciona, que no limita
que no sueña ni pide
que regala y dona.
Que alimenta y prende
que derrama su mesura y sonríe satisfecho.
Háblame Paz,
hoy necesito escucharte.
Esther Fortes
Paz, que canturreabas al ramal, a la oliva y al porvenir. Paz, te supe enamorada como una doncella ataviada,
te supe encendida en los corazones de hombres y mujeres; inocentes criaturas que, de buena voluntad, te convocaban.
Paz, hoy te invoco en los lamentos rasgando vestiduras. Habitas como una lejana sombra de osadía y trémula figura; nubarrones que esconden maquiavélicos horizontes rosas, hilos invisibles, empobrecidos, que de guerras se alimentan.
Fronteras absurdas de un cuerpo frágil sin coyunturas, donde no debería caber el desamor y caben todos los virus. A pesar de tantos pesares, ignorantes, jugamos al más fuerte sin comprender, sin vislumbrar la falta que tú Paz nos haces.
Y como los inexpertos que sufren los dolores del hambre vamos soportando las tripas que crujen y los entierros,
sin poder gozar la bella desnudes del alma, que nos acoge. Nada será como antes, los hijos de la utopía deberán ser aptos.
Victoria Elizabeth Nowak Hradek
Pelo bem do mundo vamos juntar as mãos como asas de pombas
voando num espaço comum onde respiramos o mesmo ar onde pisamos o mesmo chão onde avistamos o mesmo céu onde partilhamos o mesmo sol que dá à pele
as cores do arco-íris. Fernando Reis Luís(Portugal)
Paz
Por el bien del mundo vamos a unir las manos como alas de paloma
volando en un espacio común donde respiremos el mismo aire donde pisemos el mismo suelo donde veamos el mismo cielo donde compartamos el mismo sol que da a la piel
los colores del arco iris.
Fernando Reis Luís (Portugal)
Si todo fuera paz …..
Yo ya así, con esta paz, no quiero ni estar,
ni con tus virus, ni de nadie, ni con el mío.
Hay guerras de paz, paces de guerra, y vacío,
lucha la injusticia y la paz puedes ganar.
Nuestra vanidad ególatra nos va a matar,
nos grita, “eres centro del universo frío”,
del nuestro, del tuyo, del de un mundo impío
sin pensar qué dejar a los nietos al despertar.
Yo no quiero estar en paz con esa infamia.
El Hombre sí que es un lobo para el hombre,
que justifica todo con la economía.
Hay que luchar con la palabra y sentir hambre,
de poesías que emocionan sin alquimia
y conmemoran la paz victoriosa y libre.
Francisco José Martínez López
Era mi paz tan soñada.
Tan pequeña, tan buscada.
Era la miel en los labios.
Luz de una boca salada.
Anhelo de pueblos sabios.
Esa paz, paz convergente.
Confluye fresca en la gente.
Emigrante, sin fronteras.
Sin pasado penitente.
Preñada de mil banderas.
La noche viene y me grita:
¡Viene al fin la paz bendita!
Ríen niños con sus madres,
renace la flor marchita.
Hablan tranquilos los padres.
Vuela la paz sin herida.
Al cielo, que todo olvida,
en este tiempo sin dueño.
Digo con voz encendida:
“No me alejes de este sueño”.
Gabriel Gil
Sevilla.
Como un gemido sobre el desierto lejano
de baobabs enflaquecidos.
Y después del lamento, no llegó la paz para nadie.
Las jirafas se asomaron a la fruición sin sentido
de los hombres,
y les resultó tan fácil ver entre tanta lástima.
Un pan de munición más que los campos henchidos
cuando el Kalashnikov es el dedo principal
del universo.
Con los besos que no rindió la adolescencia
se forjó un presente de cuchillos hambrientos.
Con los coitos enterrados bajo los juncos
germinó una ira impaciente de caoba y bambú.
Toda la sabana no pudo enjugar
la fiebre que provenía de una selva empantanada
en la memoria oscurecida de tambores negros,
y anhelaba otras historias más antiguas
que danzar.
José Ángel Piqueras
Blanca la pintamos.
Paloma blanca en los cielos, sangre en las manos.
Utopía para el ciego.
Utopía para el necio.
Utopía desangrándose como lava que arde y mata.
¡No, no podéis pintarme de blanco!
¡No, no podéis negar mi existencia!
Soy Paz en los corazones humanos. Soy Paz en el pan del hermano.
Soy brisa temprana que no se ve, ni se palpa, ni se huele. Se siente.
Soy huracán en campos de guerras con espadas enterradas en la tierra.
Soy Paz, tú y ellos eligen pintarme de blanco o rosa.
Clavarme en la cruz si es preciso. Yo Soy, el camino de estos poetas.
José Carlos Arellano
Y con tu abrupta llegada
llegó la PAZ deseada.
Del recuerdo de la Tierra
se ausentaron las guerras,
disipaste enfermedades
y tantas calamidades;
ocultaste terrorismos
y el terror de los machismos,
ofertas otra pobreza
el pueblo ateo le reza,
engulliste el atroz hambre,
ascendieron los fiambres.
El mundo patas arriba,
sociedad a la deriva.
Pero un día partirás
y el telón se correrá,
serán miedos restituidos
nada quedó en olvido.
¿Cuáles serán nuestras armas
cuando salten las alarmas?
Sólo una que la mente abra,
no existe otra, LA PALABRA.
G.L5.S1. (Gaspar Limón) 19/1/21
Hice acopio de sonrisas
y me llené los bolsillos,
¡era otro tiempo!
Me hice un collar de pedacitos de amistad,
¡fueron tantos escenarios…!
Ahora me siento desnuda
por la pérdida de esos aderezos.
Me daré un baño de esperanza
para recuperar lo perdido.
Cuando creíamos que se podía
ganar la guerra con palabras,
llenando cuadernos y cuadernos de versos,
llega este arma invisible a los ojos,
pero no al corazón
y ella solita gana la batalla al mundo.
Y vuelvo a soñar con la paz,
esa intangible criatura
que llega de puntillas, sin hacer ruido,
la que deseo acariciar con mi vida,
para ser feliz en todos los combates.
Solo pido un gramo de paz
y que anide en mi alma.
21/1/21 Inés Díaz Rengel
Si la flor permanece erguida sin ser decapitada por la mano inquieta
hasta morirse de vieja sobre el húmedo suelo
Si ríen con ruido y estrépito enormes azucenas de nieve pura mientras cantan bailando los niños en las plazas de todos los pueblos del mundo
Si juegan los vuelos cruzados de las gaviotas que arden gritando con el viento solapado de una tarde que muere sobre el mar deshabitado
Si el sol nos promete a diario volver con la aurora de la mañana y nos regala la luna creciente
con la luz prestada de su ausencia
Si respiran los muertos helados para buscarse un hueco entre la hierba que aflora en los campos perdidos
brillarán la Paz y la Esperanza
Javier Sánchez Durán
¡Qué pena llevo en mi alma! La llevo en el corazón por esta guerra infernal que todo arrasando va.
¡Tantos niños desvalidos!,
¡Tantas madres doloridas!,
¡Tantos padres destrozados!
No llego a comprender tanto odio y maldad.
El miedo pernocta en los corazones,
¡No se puede sufrir más!
El alma llora, lo invade la pena, desapareciendo la alegría, implorando paz,
buscando ese resquicio de paz.
¡Paz para combatir las injusticias!,
¡Paz para poder vivir!
¡Paz para ganar a las guerras!
Claro es el mensaje:
no malgastéis el dinero, utilizadlo para que el hambre se acabe,
construir hospitales y no se mueran los enfermos
en la calle.
Joaquina Vázquez Lago (Ayamonte)
Muere la noche y nace el día.
El pueblo duerme, sin poder soñar.
Romanzas de sirenas rompen el silencio.
Comediantes a sueldo vocean mentiras pagadas.
Ocultan verdades detrás de un cendal negro.
Sus palabras son bosquejos amañados.
El olor a podrido traspasa sus corazas.
Figurantes de oficio llenan las calles
buscando espectadores sordos y ciegos.
¡Empieza la comedía!
Diálogos huecos aprendidos de memoria
embaucan a un público hambriento de paz.
Promesas de libertad alimentan la esperanza
de un pueblo hastiado que idolatra a héroes de paja.
Risas delatoras suenan entre bambalinas.
¡Termina la comedía!
Comediantes con guantes impolutos desmontan el decorado.
Sin dejar huellas, huyen con caretas de oro falso,
embozados en capas que ocultan la ignominia y el engaño.
Los comediantes reclaman su salario.
Reciben treinta monedas de plata por olvidar y callar.
Los amos del mundo a salvo de culpa, preparan la próxima comedia…
Lola Guevara
Desde lo más hondo de mi ser
siento que tengo en mi pecho
una caja de música.
De ella sale el rasgueo de una guitarra
que suena por bulerías.
Mis pies perciben la armonía
y comienzan a bailar al son de sus notas.
De los brazos crecen alas
y por la sangre manan las escalas
que suben hasta mis labios
para entonar la partitura.
Y con ese tono preciso,
comienza a salir del corazón
un caudal de alegría.
Ha llegado la noche y con ella la paz.
Y así, entre el sueño fugaz y la música,
contraigo mis pupilas para templar con mesura
las cuerdas de mi guitarra.
Loli González
Mi pecho triste resbala hacia una laguna de lágrimas
sin el soplo de la paz.
Mis besos mueren y van a la sombra del silencio,
sin el soplo de la paz.
Mis ojos se vuelven rojos y no ven el sol de la mañana
sin el soplo de la paz.
Quiero, necesito exhalar la sonrisa del aire que mueva,
aunque sea solo para encontrar un soplo de paz.
Recorrer las calles sin ruido de miserias.
Descansar en mi ventana sin socorros.
Gritarle al mundo con voces de todos los colores.
Volar hacia el sueño sin espadas y encontrar
el cristal hermoso donde solo se refleje el corazón
del hombre que busca la paz.
MJLeblic (19-01-2021)
Esto no es una simulación de guerra,
ni un mal sueño, ni una película de ficción… Este guión ha sido previamente pensado,
escrito con premeditación y alevosía…
No hay detalle improvisado ni palabra equivocada que haya quedado al azar,
las partituras están todas orquestadas,
el llanto bajo la lluvia tiene el éxito asegurado,
el dolor y la muerte siempre han sido record de taquilla, no hacen falta efectos especiales para conmover al mundo, ni macro escenarios de cartón piedra que queden
para la historia del cine.
Esto no es Stalingrado, ni Normandía, ni Waterloo… Esta guerra es aquí y ahora.
Un virus letal ha sitiado la tierra.
Mientras los hombres juegan a ser dioses… La paz sigue esperando.
Manuela Lozano/ Punta Umbría.
(Espectáculo performativo)
Muerde el frío bajo el cartón
y el cielo se estrella en sus ojos desheredados.
Supuran sus huesos.
Nievan los sueños del ayer.
Tiritan las pesadillas.
Se gasifican las palabras.
Por su boca huye la paz…
Mientras un grito se escenifica en una hoja de papel.
María Coronado
Entre la burla de las bombas, se pierde el sonido de los gritos
se derrama sangre y se callan bocas que nunca pudieron decir nada como si todo estuviera escrito.
Se espera un momento de paz
que calme la tristeza de las familias
del infierno de destrucción, miseria y dolor , por los seres queridos que no pudieron huir
y se quedan entre los escombros de ese lugar desolador.
Mientras los líderes se miran unos a otros
entre conferencias y palabras vacías sin emoción quien va a poner fin a tanta ejecución
La sangre mancha la tierra, se hacen tumbas en los mares nadie está seguro en su casa, tienen que partir, abandonar dejando su historia sin volver la mirada atrás
y la muerte como compañera, que no se va a distanciar .
Canta la paloma blanca en su rama, con dolor intenso y en su canto unas letras, que llenan los sentimientos
¡ Paz en el mundo entero!.
JOSÉ ROMERO MUÑOZ
Busqué la paz en la tierra
en tiempo de hongos silvestres
por los terrenos agrestes
y por los campos de hierba.
Con una canasta vieja
voy preguntando a la gente
y todos con un rostro ausente
dicen que allí sólo hay piedras.
En el llano y en la playa
tampoco la han conocido
y en un bosque de palabras
la encontré muerta de frío,
sin nadie que la tapara
y a mi casa la he traído.
Paco Durán.
Así como la nieve cae sobre la tierra
para que todo florezca de colores.
Así quiero que caiga la paz sobre el mundo
y nos inunde con sus copos blancos de ilusiones…
Así mi corazón tirita de frío
y la sangre se me hiela
cubriéndome de escarcha
cuando miro las colas del hambre…
Así veo en cada esquina cómo espera un indigente,
un parado, un niño llorando…
Así desde hace mucho tiempo
vive entre nosotros la pobreza
y llegó sin fecha de retorno…
Paqui Aquino
En el ocaso de este día y
tras el silencio aderezado
de unos besos en hibernación,
recibo soplos de recuerdos,
llenos de vida.
Y me interrogo:
Quién inventa las armas,
las balas de matar sueños
y aventuras?
¿Quién desflora las primaveras,
el grito de los más débiles,
la ternura de las miradas,
quien?
Las alforjas del alma están
sedientas de paz.
Pedro Javier Martin Pedrós.
Yo no quiero la paz del mediodía
que llega mal vestida
por culpa del dolor.
Yo no quiero batallas y porfías
que en el tren de la vida
se vistan de rencor.
Lo que yo quiero es que sobre alegría
que nunca sea mentida
la suerte del amor.
Ramón Llanes. Enero 2021.
Muerte inaudita en soledad, tiempo de guerra entre ventanas, noticias pandémicas en televisión. Paz añorada entre pueblos,
entre hermanos, entre amigos. Sinuosas disputas internacionales.
La paloma de la Paz parte sin un adiós….
¿Dónde volando vas ¿
¿Dónde la Paz ¿
Raúl Talavera Lozano
Recuerdo la paz que sentía cuando acariciando mi vientre, le cantaba a mi niña.
Recuerdo la paz que los brazos de mi madre,
me daban con sus abrazos en forma de arrullo. Recuerdo cada día más levemente las sonrisas sinceras,
los besos verdaderos, los encuentros que unían cada vez más. Recuerdos que pululan en mi mente como la brisa del mar en mi rostro, las gotas saladas rozando mis labios, inolvidable sabor…,
la libertad donde la soledad venía como compañera de paseos nocturnos. Recuerdos de paz que quizás, no son recuerdos,
solo vida guardada a la espera de volver a seguir siendo recordada.
María José Fernández
Te siento al pisar la hierba
impregnada del rocío de la mañana,
eso hace que me llene de ti
y que mi alma despierte.
Al pasear la playa en una tarde de agosto,
cuando la brisa, de sal perfuma mi cara.
Estás entre los besos de apasionados amantes
que calientan el gélido invierno
de una humanidad callada.
Te veo a través de la primera mirada
de una madre a su retoño;
la lágrima que se desliza por la mejilla
moja su embelesada sonrisa.
En el contacto de seda entre sus pechos
y en el calor de la nueva vida,
a la que ella ha dado su aura.
Al final del camino, allí también estás,
cuando el dolor de quien sufre acaba.
Difícil es seguir tus huellas,
se desvanecen como estelas en el aire,
pero quien sabe buscarte, te halla.
Rosa Álvarez
Mi corazón vibra con tristeza,
mi cara la cubre un antifaz,
y solo tengo vida cuando percibo
tu belleza, paz.
Déjame alimentarme de ti
y abrígame en tu luz,
poséeme, siémbrame
y haz que brote en mí,
tu hermosura.
Rosa Pazos
Siguen los hombres inmortales
mientras beben de la copa
envenenada.
Y en la eternidad los muertos
mueren una vez más.
Y en el silencio, los llantos
corren por las mejillas
hasta bañarnos en el barro,
dejando al descubierto
el oro que está en la sangre.
Y en medio de los silencios,
el buen ciego, el mudo y el sordo
esperan pacientes, que los
inmortales surquen los cielos,
la tierra y los mares.
Pero todos antes o después
seremos, menos que un grano
de arena o una paja seca a merced
del viento.
Rosa Veiga Medero
Paz te llaman
La tribu humana entera
Fervorosa te aclama
Te desea.
Vestal de perfección
Diosa de bondad y mil virtudes
Venerada. Traes bonanza
dicen
traes concordia
dicen
A tu amparo florece toda vida en la tierra
Pero ríos y cataratas de sangre
la han regado en tu nombre.
No tienes rostro y tu hálito reconforta y te entregas
luminosa como premio individual a las almas solitarias
silenciosas piadosas
brindándoles equilibrio y satisfacción al encontrarte
concluido el bregar de la larga jornada.
Cada vez que muere un niño
-en el mar, en el desierto,
en los campos insalubres donde se hacina y abandona, en las vallas que rajan la carne y derraman la sangre- intentando escapar de otra muerte segura,
nace un clavel rojo en el corazón de alguien.
Miles de claveles rojos van andando por las calles
y desvelan las vergüenzas de quienes debieran evitar tales atrocidades, tales desmanes.
Pronto habrá un enorme prado de claveles rojos. Nadie podrá esconderse,
nadie podrá decir que no ve nada, nadie podrá negar lo innegable
El rojo de los claveles inunda ya las calles.
Jose Luis Muñoz Calvo-Manzano