Mari Paz Díaz. Hacer el Camino de Santiago es un anhelo de muchos onubenses que, normalmente, suelen elegir el verano para realizar esta peregrinación que atrae a miles de personas de todo el mundo. En Huelva Buenas Noticias queremos vivir con dos onubenses que acaban de regresar de Galicia cómo es esta experiencia en la que han tenido la oportunidad de comprobar cómo las muestras de solidaridad a veces puede llegar a sobrecogernos
Se trata de Enrique y Javier Ramos Villarán, dos hermanos de Huelva capital de 28 y 37 años de edad, que este año decidieron emprender esta aventura, haciendo la ruta del llamado Camino Primitivo. «Existen muchos Caminos: el francés, el mozárabe, el portugués, el del Salvador, el del Norte, el de la Ruta de la Plata…, pero decidimos realizar el Camino Primitivo, el camino que hizo Alfonso II el Casto cuando se descubrió los restos del Apóstol Santiago», nos explica Javier.
En concreto, el viaje comenzó el pasado 14 de julio en Oviedo, Asturias. Delante tenían trece días en los que realizarían andando el trayecto de más de 250 kilómetros hasta la capital compostelana.
Es cierto que en un principio se habían planteado hacer el trayecto en bicicleta, pero al final prefirieron a pie, porque, como indica Enrique, «es un camino con muchos desniveles y en el caso de hacerlo en bicicleta, gran parte del recorrido había que hacerlo por carretera y no queríamos perdernos la variedad de paisajes y aldeas por las que pasaríamos».
Y es que Javier ya tenía experiencia como peregrino. Para este onubense de 37 años, el Camino de Santiago no era nada nuevo, ya que lo había realizado en una ocasión anterior. Ahora, dos motivaciones le habían impulsado a repetirlo: por una promesa y como una fórmula infalible para desconectar de la rutina. Sin embargo, su hermano Enrique se estrenaba por primera vez y tiene claro que «no será el último».
Y es que hacer el camino es toda una experiencia, llena de sensaciones únicas y anécdotas irrepetibles en ningún otro lugar. Por ejemplo, Enrique nos cuenta que entre esas curiosidades puede contar que ha tenido la oportunidad de conocer a un japonés (Thosido) de 74 años que se sorprendía por todo lo que veía y comía, así como «las ocasiones en las que nos perdíamos y, de una u otra manera, la naturaleza nos mostraba el camino correcto».
Por su parte, Javier tiene claro que del recorrido «destacaría el ambiente de convivencia y la ayuda que prestan los peregrinos. Salimos de Oviedo los dos solos y, al segundo día, ya formamos un grupo de 6 personas con las que llegamos hasta Santiago. Todo era de todos. Y en los momentos de descanso compartíamos no sólo nuestra comida, sino también confesiones que uno tan sólo hace a personas muy allegadas».
Es más, en el Camino también coincidieron con alguna cara conocida, ya que se encontraron al cocinero José Andrés, que iba caminando con dos amigos como un peregrino más.
El trayecto en todo momento fue muy positivo, tanto que Javi lo define como un «Camino mágico, que hace que nos abramos a los demás».
Sin embargo, un acontecimiento iba a empañar su aventura. Y no sólo la de estos dos hermanos onubenses, sino la de todos los peregrinos que pretendían estar en Santiago el 25 de julio, festividad del patrón de España. La noticia del trágico accidente de tren cayó como un jarro de agua fría entre todos los peregrinos que se dirigían hacia la Catedral del Apóstol Santiago. Enrique y Javi también vivieron esos difíciles momentos en tierras gallegas. Más aún teniendo en cuenta que alcanzaron Santiago de Compostela tan sólo dos días después del siniestro.
«Nuestra llegada a Santiago se realizó en silencio. En años anteriores, los últimos metros antes de llegar a la Plaza del Obradoiro, nos acompañaba una gaita, pero, en esta ocasión, podíamos oír nuestras pisadas», explican los dos onubenses.
Eso sí, en medio de la tragedia, a estos peregrinos les llamó la atención las imágenes que siguen recorriendo los informativos de todas las televisiones: la solidaridad de los gallegos, así como las muestras de condolencias que están realizando todos los peregrinos que llegan a la catedral: «Un pequeño altar formado por velas y notas se había ido depositando en la entrada de la catedral. Las calles de Santiago, silenciosas y sin apenas transeúntes, nos recibieron con un abrazo de tristeza y solidaridad», nos comentan.
Con todo, el final de esta experiencia ha marcado a estos dos jóvenes, que recomiendan a todos hacer el Camino de Santiago, que se conviertan en peregrinos durante unos días, porque nunca en su vida lo podrán olvidar.
6 comentarios en «Dos hermanos de Huelva, Javier y Enrique Ramos, ejemplos de convivencia y solidaridad en el Camino de Santiago»
Qué envidia. Lo hice en el 99, el Camino Francés, y lo repetiré en septiembre de 2014, el Camino Mozárabe.
Un artículo estupendo que recoge nuestro parecer.Ha sido una convivencia inolvidable que nos ha permitido conocer a gente estupenda y de cuya compañía hemos disfrutado mucho. El camino ha sido un reto físico y psicológico que hemos superado gracias a personas que como Javier y Enrique nos han acompañado. Gracias por todo y también a Juan, Daniel, Eusebio y Gustavo que, además, nos ha aliviado con su botiquín mágico.
Jorge y Araceli
Felicidades amigos. Encontrarse con la tumba del Apóstol Santiago es algo único y hacer el camino más. Lo máximo que hice fue desde Cacheiras para las JMJ 89′ con el Papa Juan Pablo II.
Gustavo
gracias por esos maravillosos dias he aprendido mucho y he crecido mucho como persona y lo mejor de todo he tenido la gran suerte de compartirlo con personas en el mayor sentido de la palabra un abrazo a todos no lo olvidare nunca
Gustavo
gracias por los dias tan estupendo que pase con vosotros espero y deseo que tengamos otra oportunidad para reunirnos y hacer otros caminos juntos el esfuerzo merecio la pana, ciempre me tendreis dispuesto. aunque como sabeis he echo muchos caminos pero encontrarse con personas como vosotros es una gran recompensa. os deseo lo mejor vesos y abrazos a todos ARACELI JORGE GUSTAVO ENRIQUE JAVIER DANIEL EUSEBIO y tambien a THOSIDO HOOOOOO CHAO. JUAN estupendo el reportaje
Que gran experiencia yo no pude terminarlo por la lesión de mi compañero pero no tengo duda de que el año que viene volveremos a intentarlo. Gente como esta es la que hace falta en este país un abrazo.
muy buena noticia. gracias.