José Manuel Alfaro / ‘El Cuaderno de Muleman’. Hoy domingo se ha conocido el proyecto que podría ponerse en marcha en los próximos años en una de las playas más conocidas de la provincia, gracias a la inversión millonaria de uno de los holdings mineros más importantes del mundo. Un proyecto en el que tendremos la suerte de tener al frente de su puesta en marcha a un conocido Jefe de Obras de la localidad andevaleña de Cabezas Rubias. Si domingos atrás, nos despertamos con los esperanzadores proyectos que podrían poner a la vanguardia de la ciencia y la técnica a esta aislada y desatendida comarca de la provincia, como el de la súper niña de El Cerro de Andévalo que patentará un chicle mágico que podría salvar miles de vidas humanas y hacerla multimillonaria, la luz verde a la fabricación mundial de una revolucionaria máquina de un vecino de la localidad de El Granado o la construcción por parte de un gigante tecnológico de Silicon Valley del primer ordenador cuántico del continente en Paymogo.
Hoy nos despertamos con la noticia de que un rubiato será el encargado de estar el frente de uno de los proyectos mineros más ambiciosos de los últimos años en la provincia, que hará posible extraer parte de los 6 millones de toneladas de oro, que hay disueltas en el agua de los océanos. La planta que, una vez instalada, tras la aprobación del proyecto que se ha redactado y la obtención de todas las licencias administrativas, tendrá una capacidad de filtrado de más de 250.000 toneladas de agua al día, es decir, más de 100 piscinas olímpicas, obtendrá gracias a su innovadora técnica de filtrado del mismo, la mayor cantidad de oro disponible, en ese volumen de agua oceánica. Las pruebas que podrían comenzar en esta década hará posible transformar el ansiado oro del turismo de nuestras playas, en auténtico oro, que podrían lucir, en forma de joyas, las personalidades más influyentes del mundo.
Un Jefe de Obras octogenario que nos habla ilusionado a continuación de un proyecto que posiblemente sea el último de su dilatada carrera profesional.
-¿Cómo se sintió después de ser elegido para el puesto?
-Como si me hubiera tocado la lotería. Cuando entras en proceso de selección al que se presentan más de 131 candidatos. Un proceso en el que tienes que competir con gente sumamente preparada, quizás no con tanta experiencia como yo, que he visto caer puentes sobre mis pies, pero con estudios de grado y posgrado envidiables. Tengo que reconocer que nos es fácil deshacerse de la sombra del fracaso, aunque a mi edad no tenga que demostrar nada, lo que tuve que hacer lo hecho, incluso podría morirme de manera fulminante de una insuficiencia hepática y me sentiría igual de realizado. A mi edad estamos para disfrutar de lo vivido y de lo poco que nos queda por vivir, no para competir. Creo que por esa razón me ha hecho tanta ilusión que haya sido seleccionado como uno de los 5 jefes de obras que pondremos en marcha este ambicioso proyecto que proveerá de oro a los talleres de orfebrería más importantes del panorama nacional, incluso quien sabe si el oro que extraigamos formará parte de la próxima corona de la Virgen de Consolación, de DIU de la conocida Youtuber Martina, las uñas postizas de la extravagante Rosalía o el anillo del aniversario de las bodas de oro del Rey Felipe VI. Lo cierto es que tras ochenta y un año de vida, puedo decir que me siento lo suficientemente realizado como para morirme tranquilo, viendo solo pasar por delante de mí un solo gramo de oro.
-¿Cuál es mayor reto al que se enfrentará este proyecto?
-Quizás el reto más importante al que se enfrenta este proyecto sea el de lograr la optimización necesaria, como para extraer a través del filtrado del agua de mar, la cantidad máxima de oro disponible en la misma, una cantidad que se estima en 0.000000004 gr/litro. Una misión que no va ser fácil, los ingenieros de proyecto sobre el papel habrán sido capaces de haber diseñado el sistema de filtrado más eficiente, pero luego cuando esto se traslada al terreno, al día a día de la explotación, las cosas son diferente. En los cientos de obras en las que he tenido la suerte de participar, una cosa es la línea recta que se dibuja en el papel y otra la línea curva que termina siendo en el terreno la vida misma. Porque en este proyecto y creo que no se ha tenido muy en cuenta, la óptima explotación dependerá del estado del agua, no es lo mismo realizar una extracción en las Islas Galápagos que a uno cientos de metros del emisario de una fábrica del polo químico, evitar que afecte al proceso la presencia de plásticos y micro plásticos, la abundante materia fecal disuelta en sus agua o incluso la presencia de restos de compuestos de protectores solares, que pueden afectar en menor o mayor grado al proceso. Pero para eso nos han contratado para sacar oro del agua del océano y eso es lo que vamos hacer.
-¿Qué dice su familia de todo esto?
-Mi familia está entusiasmada con el proyecto, mis hijos no paran de decirme que les traiga un poco del primer oro que salga de la planta. Yo les he dicho que sí, que en el momento de que se acabe la fase de pruebas y comencemos a producir, dentro de los ratios normales de una planta de extracción de este tipo, que no se preocupen que les voy a traer oro suficiente para hacerse una medalla de la Virgen de Consolación, patrona de todos los rubiatos y rubiatas. Tengo la suerte de tener una familia con cinco hijos maravillosos, que por cierto ninguno de ellos, han querido coger el testigo de mi vocación, bueno uno de ellos es ingeniero, pero hace tiempo que decidió ser escritor y mira que le he dicho que eso es más duro que ser jefe de obra de una refinería en Arabia Saudí. Y luego está mi mujer que ha sido luz y guía en una vida no exenta de dificultades de las que hemos tenido el coraje siempre, de salir reforzados y a la que nunca agradeceré en vida, todo lo feliz que me ha hecho.
-¿Cree que la opinión pública ha sido dura con el proyecto?
-Yo lo resumiría con una frase, la opinión pública, es la publica opinión de las cosas, y eso tiene sus cosas buenas y sus cosas malas, entre las buenas está, que son el catalizador perfecto para construir el necesario debate que se debe dar en toda compleja decisión. Decidir no es fácil y la opinión pública ayuda a ello, aunque eso sí, son la razón verdadera por la que las cosas terminan polarizándose y ese es el germen de las tensiones entre las personas. Luego está la parte de la opinión pública de la ignorancia supina, esa que pertenece a quien opina sin tener ni idea de nada, por el hecho de opinar, son el ruido y la gresca del debate, que no debería de afectar a la objetividad de las decisiones, aunque esto en la práctica es imposible.
-¿Cree que esta será su última obra?
-Estoy seguro que sí, al menos en la tierra, aunque no descarto cuando muera, hablar con quién sea, para terminar de una vez, la línea de metro que conecta el mundo de los vivos y los muertos [ríe nuestro entrevistado, mientras lo dice y nos muestra unos bocetos del proyecto que ha dibujado en nuestro Cuaderno de Muleman durante la entrevista, antes de quedarse felizmente dormido].