HBN. Cuando la Competencia Digital forma parte del trabajo diario en el aula, ningún bicho, ni tan siquiera el innombrable COVID-19, puede frenar las ganas de aprender de los estudiantes y el deseo de enseñar y acompañarles de los docentes. Los alumnos de 3º de ESO (15 años) del profesor de matemáticas Luis M. Iglesias Albarrán, le han dado otra muestra de coraje y compromiso. Tras ir realizando y entregando en el aula virtual con regularidad y naturalidad las tareas del plan de trabajo elaborado para esta primera semana, planteando a través de la misma apenas unas cuantas dudas puntuales, les propuso la realización de una prueba (16 cuestiones sobre expresiones algebraicas y operaciones con polinomios) a través de un formulario interactivo. La misma la han realizado absolutamente todos, los treinta, con un resultado excelente.
El coraje de estos chicos/as y sus ganas de aprender, con la situación tan difícil que estamos atravesando, también es digna de reconocimiento. Asegura: «Hoy, mis aplausos también son para ellos/as y sus familias, por su esfuerzo y actitud frente al aprendizaje tras una semana de confinamiento en sus domicilios. Como servidor público, trabajar para ellos en este contexto tan complicado, luchando para que “no pierdan el compás”, es un auténtico placer». Sin embargo, el docente asegura que para llegar a obtener este resultado con naturalidad, tanto alumnos como docentes deben estar habituados al uso de plataformas digitales, a comunicar en este tipo de entornos (preguntando, compartiendo, reflexionando), a entregar tareas digitales, a participar en videoconferencias, a elaborar de productos digitales,…
En definitiva, hay que profundizar y trabajar a fondo a diario la competencia digital de los estudiantes, al tiempo que los docentes también deben formarse de manera permanente, tanto metodológicamente como en todo lo relacionado con la tecnología en el ámbito educativo, para poder diseñar, propiciar y gestionar este tipo de escenarios de aprendizaje digital. Los docentes que llevan aprendiendo, introduciendo la tecnología en el aula y debatiendo sobre “El uso de la tecnología en la educación y el aprendizaje hoy” son conscientes de la importancia de la tecnología educativa. Hoy más que nunca, en esta situación desconcertante que nos ha tocado vivir por el COVID-19, se antoja imprescindible.
Hay que dejar de etiquetar a esos docentes como profesores frikis, puesto que realmente son ‘docentes digitalmente competentes’. «¿Friki o digitalmente competente? Sinceramente no me importa, en absoluto. La etiqueta es lo de menos. Lo realmente importante es el aprendizaje de nuestros alumnos y, hoy día, la competencia digital es un ingrediente básico del menú de la Educación del siglo XXI. A partir de aquí… que cada docente elija su camino. Eso sí, sin olvidar que ese camino que elijan marcará la senda de aquellos por los que transitarán sus alumnos. Está en sus manos que esos caminos sean empededrados, carentes de servicios y llenos de obstáculos o, por el contrario, amplias y despejadas autopistas, repletas de los mejores servicios para el aprendizaje. Yo, lo tengo claro. Hace una década, usar la tecnología en el ámbito educativo podría ser una opción. Hoy, año 2020, es una obligación».
Esto es una reflexión de este profesor onubense pero también es una realidad, y es las administraciones educativas y los distintos organismos internacionales están insistiendo en su importancia. Entre ellos la Comisión Europea, que define Competencia digital como la habilidad vital del siglo XXI para el profesorado y el alumnado.