M. P. D. Cumplir nuestros sueños es un objetivo que todos nos planteamos y para lo que no ponemos frenos a la hora de conseguirlos. Al menos, debemos intentarlo. Y así lo ha hecho la riotinteña María Dorado Carrasco, una amante de la cocina que ha decidido apostar por su verdadera pasión. Para desarrollar esta actividad profesional, se marchaba hace cinco años a Reino Unido, donde ha logrado convertirse en la jefa de cocina de un restaurante italiano en la ciudad de Liverpool. Un logro por el que, asegura, «estoy muy contenta, la verdad».
Y es lógico. Porque se trata de una recompensa a su esfuerzo. Con 30 años, la historia de María se inicia cuando, después de acabar el Bachillerato, se fue a Sevilla para estudiar en la Escuela de Hostelería ‘La Taberna del Alabardero’, un centro en el que se estuvo formando durante tres años. Recuerda que, tras su paso por esta escuela, “me fue fácil encontrar trabajo”. Sin embargo, Dorado tenía pendiente su deseo de aprender inglés, por lo que “decidí cambiar de aires y dejarlo todo, así que guardé mis cuchillos y me fui a Reino Unido”.
Por el momento, el balance de su experiencia es muy satisfactorio, “mejor de lo que me esperaba al llegar. He ido subiendo en mi trabajo bastante rápido, teniendo en cuenta el hándicap del idioma. Estoy en una buena posición, haciendo lo que me gusta y teniendo bastante calidad de vida, cosa que si me hubiese quedado en España sería difícil, sobre todo por los horarios de cocina”, nos comenta. De hecho, antes de ser jefa de cocina de este restaurante italiano, también fue jefa de cocina en otro establecimiento de comida vegana.
Sobre su vida en Liverpool, María asegura que, en esta ciudad, que se ha puesto de moda, se vive bastante bien. Eso sí, es necesario acostumbrarse a no ver el sol o verlo poco, pero “es muy diferente a España, no sólo por el clima, sino también por cómo cuida el sector hostelero a los trabajadores”.
A pesar de ello, las cosas nunca son tan simples. Al principio, su adaptación a vivir en el extranjero no fue nada fácil, ni para ella ni para su familia, al menos hasta que no vieron lo contenta que se encontraba allí. Tal y como nos explica, en la actualidad, “lo que más echo de menos, además de mi familia, amigos y el sol, es mi pueblo de Minas de Riotinto y La Antilla, aunque siempre me guardo días vacaciones para poder ir en verano. Tampoco se puede olvidar el pescado y el marisco. Eso sí que lo echo de menos”.
Ahora, una vez que ha conseguido sacarse el título de inglés, su objetivo es seguir formándose en este idioma, así como en cocina vegana y vegetariana, además de otras especialidades. Tanto es así que no descarta “empezar de cero en otra ciudad o en otro país”, puesto que asegura que “en un futuro no muy lejano espero poder cambiar de ciudad o de país y seguir aprendiendo todo lo que pueda. Es lo que más me gusta de mi profesión, que puedes viajar todo lo que quieras y aprender mucho”.
Con todo ello, en los planes de María Dorado no se encuentra, de momento, volver a la provincia de Huelva, “aunque nunca se sabe”. Lo que tiene claro es que lo importante es luchar por lo que uno desee, no acomodarse, “porque, a veces, lo mejor está aún por llegar”.