José Manuel Alfaro / Sección Especial ‘El Cuaderno de Muleman’. El pasado viernes se filtró a la prensa la información de que un gigante tecnológico de Silicon Valley, conocido por su hegemónico buscador de internet, está estudiando instalar un ordenador cuántico en la población andevaleña de Paymogo. Fuentes consultadas del Departamento de Ingeniería Informática de la Universidad, nos han informado que, de producirse la instalación de este súper ordenador, estaríamos ante el hito tecnológico más importante, no de este municipio de poco más de 1300 habitantes, sino de Europa. Desde que la computación cuántica salto a terreno de la competitividad tecnológica, tanto entre empresas norteamericanas de primer nivel, como de origen china y europeo.
La carrera de esta tecnología, que revolucionará muchos de los procesos de cálculo más complejos, no ha parado de crecer exponencialmente. Hasta el momento y desde que esta disciplina de la física solo era un ensoñación teórica, muchos han sido los recursos humanos y tecnológicos que se han puesto al servicio de una tecnología, que de conseguirse resultados fiables, se podría comparar con el hito que se produjo el 17 de diciembre de 1903, cuando los Hermanos Wright consiguieron hacer volar bajo control su primer aeroplano. Un hito histórico que convirtió este hecho, en el comienzo de una carrera aeronáutica que revolucionó y cambio el mundo del transporte de mercancía y personas.
De confirmarse que Paymogo podría ser la sede de este súper ordenador cuántico, de al menos 53 Qubits, esta localidad olvidada del Andévalo podría convertirse, no el próximo Silicon Valley, sino en la primera súper dehesa cuántica del continente. Este cuaderno se ha puesto en contacto con un estudiante de cuarto de ingeniería informática de la Universidad y famoso recolector aficionado de gurumelos de la localidad, que ha querido contestar a algunas de nuestras preguntas, con el objeto de hacernos comprender cómo la revolución cuántica podría cambiar no solo la forma de vida de los paymogueros y paymogueras, sino la de toda una comarca, que ya mira al mundo.
-¿Qué es la computación cuántica?
-Es una nueva forma de computar o hacer operaciones matemáticas, que aplica las leyes de la mecánica cuántica. Estas leyes prevén que una partícula pueda encontrarse en dos estados distintos al mismo tiempo, lo que se conoce como superposición. El ejemplo clásico del estado de superposición es el del gato de Schrödinger, que estaba vivo y muerto al mismo tiempo. Imagine que tiene que resolver un crucigrama en el que hay un nombre de una seta de cuatro letras. Un ordenador convencional probaría todas las combinaciones posibles una tras otra, hasta encontrar las soluciones como Tana, Yema… Un ordenador cuántico probaría todas las combinaciones posibles de manera simultánea. En un ordenador de 53 Qubits, un cálculo de números aleatorios se podría hacer en 3 minutos y 20 segundos, un proceso que, al ordenador convencional más potente en la actualidad, le llevaría miles de años.
-¿Cómo ha vivido la noticia?
-Cuando conocí la noticia, no me lo podía creer e incluso la acogí con rabia, porque parecía una de esas noticias de broma. Pero cuando empecé a documentarme y comprobé que ese gigante de Silicon Valley había sido el primero en el mundo, en poner en marcha ese equipo, antes que sus más directos competidores. Se me paso el estado de incredulidad en el que me encontraba y me asaltó una euforia que no pude dejar de compartir con todos mis vecinos. Puede que aún nadie en este pueblo sepa el alcance de esta noticia, pero para un estudiante de 4º de ingeniería de informática que se tiene que levantar todos los días a las seis de la mañana para llegar a las ocho a la universidad, estar todo el día allí y llegar a casa a las diez de la noche, ya con el arroz del puchero apelmazado, esto no era solo una noticia, era el gran proyecto que necesitaba Paymogo para convertirse en la ciudad transfronteriza del futuro y el motor tecnológico de un andévalo, que forma parte de ese mundo rural que se desangra. Si la instalación de este ordenador cuántico se produjese, pasaríamos de una Paymogo emisor de capital humano a receptor, algo que hasta ahora no se había dado en núcleos de población tan pequeños como el nuestro.
-¿Qué es lo que tiene Paymogo para haberse fijado en vosotros este gigante tecnológico de Silicon Valley?
-Yo creo que existen múltiples factores, pero si hay uno, que destaca sobre los demás este es su clima en invierno. Los ordenadores cuánticos necesitan temperaturas cercanas al cero absoluto y en invierno en este territorio si sales a la calle en calzoncillos puedes tener la misma sensación térmica que un electrón en un procesador cuántico. Aunque yo tengo otra teoría y es la que, los ingenieros de Silicon Valley se han fijado en nuestro pueblo por su nombre Paymogo, país de magos. Porque si se consiguiera instalar y poner en funcionamiento un ordenador cuántico aquí, esto sería lo más parecido a hacer magia.
-¿En qué consistiría la instalación y donde crees que iría ubicado?
-Al tratarse de una tecnología tan nueva, que aún no hemos podido ni estudiar en clase, no podría decirle que espacio necesitarían los ingenieros para instalarlo, pero creo que un buen lugar para hacerlo podría ser la Iglesia-Castillo Santa María Magdalena. Es un espacio estupendo, situado en el punto más alto de Paymogo, del que se podría utilizarse tanto su recinto amurallado, como parte de la iglesia, actualmente infrautilizada.
-¿Qué supondría la instalación del ordenador cuántico para el pueblo y la comarca?
-Una revolución, que pondría al servicio de la ciudadanía la solución a los problemas más importantes a los que se enfrenta actualmente un Paymoguero o Paymoguera como puede ser la recolección de gurumelos. Se imagina usted, conocer con precisión la ubicación de todos los gurumelos de un determinado tamaño, pues eso hoy en día es ciencia ficción, pero con ordenador cuántico al que se le implementaría un algoritmo de distribución de gurumelos, esto podría ser una realidad que facilitaría enormemente el trabajo de búsqueda, a todos los que nos dedicamos a la recolección de esta deliciosa y maravillosa seta.
-¿Cómo se lleva la noticia en el pueblo?
-Desde que conocí la noticia y la trasladé a toda la ciudadanía la ciudad por mensajería instantánea, la locura se ha instalado en este pueblo de poco más de 1300 habitantes, es la noticia del siglo. Aunque eso sí, la gente a pesar de estar muy ilusionada, también de alguna forma, quieren esperar a que se confirme la noticia y comiencen las obras de instalación. Sobre todo porque son conscientes de que se enfrentan a una transformación total del municipio y la comarca que podría por fin paliar la precariedad en la que viven muchos de los vecinos y vecinas de una de las localidades más olvidadas de la provincia.
