RFB. Elegido de forma unánime hace apenas dos meses por los representantes de los quince pueblos que forman parte de la entidad supramunicipal de la singular comarca onubense, Miguel Ángel Curiel confirma que la voluntad del municipio de Bollullos Par del Condado -el único del territorio que en estos momentos no está integrado- es reincorporarse al colectivo, según conversaciones mantenidas con su alcalde. Para ello en breve se establecerá una negociación que no parece que vaya a comportar dificultades.
En estos momentos conforman la Mancomunidad Almonte, Bonares, Chucena, Escacena del Campo, Hinojos, Lucena del Puerto, Manzanilla, Moguer, Niebla, Palos de la Frontera, La Palma del Condado, Paterna del Campo, Rociana del Condado, Villalba del Alcor y Villarrasa.
La entidad supramunicipal abarca 2.400 kilómetros cuadrados y tiene competencias para gestionar todo tipo de ayudas económicas, encontrándose en continua colaboración y coordinación con los organismos provinciales, autonómicos, nacionales e internacionales que se dedican al fomento del desarrollo local.
El nuevo presidente llega con fuerza a este desempeño, como un paso adelante en su personal vocación pública. Asegura que aplicará más dedicación porque el propósito es no mermar en absoluto la atención a su responsabilidad como alcalde de Hinojos. Admite la complicidad de su familia, por que sino sería imposible. Su participación en la Mancomunidad ha sido activa en los años de alcalde de uno de sus pueblos -dos legislaturas previas-, lo que incrementa la ilusión que expresa por el reto de encabezar esta corporación, ‘ayuntamiento de ayuntamientos’ según sus propias palabras.
Profesional técnico forestal, Curiel transmite energía en sus planteamientos. Los adereza con una sonrisa que se percibe sincera. Un buen político de forma y de fondo, a tenor de la claridad de ideas que postula y la seguridad que inspira. Y en esta época de descrédito de la política, de confrontación, bloqueos y vaivenes definitorios, el que puedan conciliarse posiciones de signo diferente ya es un éxito en si mismo, al margen de las evidentes consecuencias positivas que pueda derivar en el ciudadano que, al fin y al cabo, es a quien hay que atender. En la mancomunidad condal hay representados municipios con cuatro fuerzas políticas gobernantes diferentes.
Resultado del consenso que se ha marcado como un objetivo básico Curiel, le acompaña en la vicepresidencia Arturo Alpresa, del PP. Y aunque el nuevo presidente contaba con mayoría absoluta ha preferido, como señalamos, enfocar el gobierno de la institución a una acción colectiva y consensuada.
Gestionar para 120.000 habitantes, casi un 20% de la provincia, que es lo que corresponde a esta mancomunidad, es gran un reto personal y político, según nos indica nuestro entrevistado. Afrontarlo, a su juicio, se explica sin duda porque le apasiona. Viene cargado de ideas que pretenden ‘mantener todo lo bueno que se ha hecho’ y ampliar todo lo que sea posible en el buen servicio a la comunidad.
Quiere hacer valer que su mancomunidad es una de las más solventes y, aunque se ha perdido el apartado de gestión de la ‘ayuda a domicilio’, confía en nuevos planos que mantengan la efectividad de la institución para los ciudadanos. Esta función era sustancial y el no tener que llevarse a cabo ya entiende que comporta un cambio importante.
Turismo, igualdad y empleo son las áreas preferentes a su juicio, y para afrontar estas responsabilidades entiende que su corporación tiene relevantes fortalezas. Entre ellas la capacidad de diálogo entre sus representantes y la diversidad geográfica y física de su espacio. Manteniendo esa ‘patente’ de imagen asociada al vino, consustancial con el Condado, cree que hay que reforzar otras referencias identitarias, como el Río Tinto, la cuna del Descubrimiento y Doñana.
Tesoros todos que se encuentran en la comarca y sobre los que queda mucho recorrido por discurrir en su desarrollo. ‘El Condado, lugar de culturas milenarias’, ‘Doñana, paraíso de la biodiversidad’, ‘Viñedos con aires de Doñana’, ‘Zalema, la uva del Condado de Huelva’, ‘Platero es pequeño, peludo y suave…’, ‘Puente entre culturas’, y ‘un río de otro planeta’ son claims usados en la imagen corporativa de la Mancomunidad que expresan esta percepción que nos sugiere su presidente.
Miguel Angel Curiel acepta que los ciudadanos demandan un amplio abanico de servicios, muchos de ellos fuera de las competencia de una mancomunidad, pero también es consciente de que hay otros que si son posibles y que la ciudadanía desconoce. También es una responsabilidad el darse a conocer en ese sentido, afirma.
En este corto espacio de tiempo desde que está en el cargo, según apunta, Curiel se ha entrevistado con cada uno de los alcaldes, empezando por los de signo político distinto, y ha entablado relaciones también con otras mancomunidades de la provincia, con las que existe una sintonía plena.
Preguntado por el papel en general de las mancomunidades y su hipotético solapamiento con las diputaciones expresa que existe más bien la complementariedad, siendo necesarias instituciones de ambas naturalezas y entendiendo que la gestión de los pueblos desde las todas las supramunicipales puede compatibilizarse a través de la claridad, transparencia y honestidad.
