Redacción. Cruz Roja ha ampliado el programa ‘Un Baño sin Barreras’ y, tras catorce años de trabajo con el Ayuntamiento de Huelva, colabora por segundo año consecutivo con el Consistorio de Cartaya para hacer posible que las personas mayores y/o con alguna discapacidad física o psíquica puedan participar en este programa por el que ya han pasado cientos de personas.
Así, Cruz Roja Huelva y el Ayuntamiento de Cartaya han trabajado conjuntamente para que todos los viernes de los meses de julio y agosto, los usuarios del Centro de Mayores, así como los de todas las asociaciones de personas discapacitadas y usuarios particulares de la localidad puedan disfrutar de este servicio que pone a su disposición todo lo necesario para que puedan disfrutar de la playa.
Los concejales de Seguridad Ciudadana, Movilidad, Protección Civil y Educación y Servicios Sociales, Tercera Edad y Salud del Ayuntamiento de Cartaya, Domingo Crespo y Constanza Pérez; y la coordinadora provincial y el director de Voluntariado de Cruz Roja, Rosario Miranda y Miguel Ángel Rodríguez, han acompañado este viernes 12 de julio a usuarios de la organización de discapacitados Aspandicar en su salida a la playa del Caño de la Culata, acondicionada por el Ayuntamiento con pasarelas, zona de aparcamiento, Protección Civil y avituallamiento para el desarrollo del programa ‘Un baño sin barreras’.
El objetivo de esta iniciativa es facilitar a personas con discapacidad una actividad tan sencilla y habitual, pero tan complicada e inaccesible para ellos, como la de darse un baño o dar un paseo por la playa. Un servicio integral ya que incluye recogida en domicilio y transporte, para pasar una jornada completa de playa, con todo tipo de talleres y actividades de ocio y dinamización.
Para la prestación del servicio se cuenta con dos vehículos especiales llamados ‘Anfibuggy’, atendidos en todo momento por personal de Cruz Roja, para permitir que los usuarios en silla de rueda, puedan gozar de un baño en el mar sin ningún riesgo. Esta silla adaptada, posibilita que la persona discapacitada disfrute del baño con total seguridad. El vehículo dispone de tres ruedas para un mejor manejo por la playa, así como para la entrada en el agua.
‘Un baño sin barreras es posible gracias la colaboración de más de 25 voluntarios y voluntarias de Cruz Roja, con distintos perfiles, como conductores, monitores o técnicos en discapacidad, que son los encargados de atender a los usuarios y usuarias en todo momento.
Cruz Roja y el Ayuntamiento de Cartaya ofrecen de esta forma una actividad de ocio y tiempo libre lo más normalizadora e integradora posible y dirigida de forma específica a este colectivo, fortaleciendo sus capacidades y reduciendo su vulnerabilidad.