Redacción. Uno de los espacios más singulares de la ‘Casa 21’ del barrio de Bella Vista de Minas de Riotinto lleva desde ayer tarde el nombre de Isabel Naylor. Fundación Río Tinto (FRT), propietaria del citado inmueble, muestra así su reconocimiento a la figura de esta antigua vecina del barrio inglés, recientemente fallecida en Huelva, sin cuya aportación no habría sido posible recrear el modo de vida de sus habitantes a finales del siglo XIX y principios del XX.
Los seis hijos de Isabel: Carmen, Cinta, Lucía, Alfonso, Carlos y Gladys Méndez Naylor, han asistido a un sencillo acto en el que se ha descubierto una placa con el nombre de su madre y la leyenda “In loving memory”, situada en la puerta de paso al comedor.
La ‘Casa 21’, sección etnográfica del Museo Minero, es uno de los principales atractivos del Parque Minero de Riotinto. Cuando FRT decidió la musealización de la casa para retrotraerla al estado más parecido al de su construcción hacia 1883, se tomó contacto con Isabel -siempre dispuesta a colaborar con todo lo relacionado con el patrimonio británico- que además de residente del barrio en los años 40 del siglo XX aportó sus conocimientos de los años vividos en Inglaterra. “Ella cogió un cuaderno –recuerda Aquilino Delgado- y fue pegando fotos de revistas de decoración británica, indicando los elementos que había que instalar en las habitaciones de la casa desde el salón, comedor, dormitorios, cocina, etc.”
Siguiendo sus consejos se adquirió el 80 por ciento del mobiliario, llegándose a construir otros como el reposapiés de la chimenea del salón al no ser posible encontrar uno original. “Su única petición –comenta el director del Museo- fue montar personalmente la mesa del comedor para el tea time. Para ello donó la vajilla de té completa, tetera, cubre tetera y cubertería. Desde entonces la mesa sigue igual que ella la dejó en 2005. Cada vez que se limpia se vuelve a colocar del mismo modo”. Precisamente por ello el homenaje tuvo lugar a las cinco, tradicional hora del té. Además de los elementos del comedor Isabel donó mobiliario para otras dependencias de la casa, así como láminas y libros originales para el salón.
Fue igualmente importante su colaboración con proyectos del Archivo Histórico de FRT. Su director, Juan Manuel Pérez, recalca que Isabel tenía debilidad por Riotinto, “desde que su padre Thomas Liddle Naylor empezara a trabajar en 1942 como ingeniero mecánico en Talleres Mina. Se sentía muy orgullosa de su padre, le encantaba regodearse con los certificados conservados en el archivo de todas las empresas en las que trabajó. A Isabel le encantaba recibir cada año a la Esquila en el club de Bella Vista donde había crecido y vivido su primera juventud hasta los 23 años, cuando se traslada a Huelva por el nombramiento de su padre como Jefe de Talleres Huelva en 1955”.
Isabel supo armonizar –como dice Juan Manuel Pérez- su patriotismo británico, heredado de su padre, con su amor a la tierra onubense que la vio nacer. Nadie como ella supo aunarlas, con actos como depositar cada año las flores en la tumba del soldado William Martin, que le mereció la obtención de condecoraciones como la ‘Medalla de Huelva’ y la ‘Medalla extranjera del Imperio Británico’.