Redacción. El Ayuntamiento de Huelva ha rendido homenaje al Practicante Juan Carbonell, rotulando una calle del Ensanche Sur para reconocer “su destacada vida profesional y personal y su dedicación a los enfermos de la ciudad, especialmente a los más desfavorecidos”, ha destacado el alcalde Gabriel Cruz. Así, ha puesto de relieve “el compromiso y dedicación de un profesional que, más allá de sus obligaciones, se sensibilizaba con la situación de sus pacientes para hacerles la vida más agradable y amable”. Por ello, como alcalde de Huelva, se ha mostrado satisfecho de “poder devolver un poco de tanta entrega, perpetuando su recuerdo en la ciudad que tanto amó, dedicándose a sus vecinos, con toda la generosidad, además de profesionalidad”.
En presencia de su viuda, Carmen Romero, la hija del homenajeado, Esther Carbonell, ha sido la encargada de agradecer un reconocimiento “con el que conseguimos prolongar su presencia para que perdure en la memoria de la ciudad, reconfortando a todos los que sentimos que fue un honor formar parte de su vida”.
En un acto arropado por familiares, amigos, representantes del Colegio Oficial de Enfermería de Huelva y compañeros de los distintos centros de trabajo donde desarrolló su labor el recordado practicante onubense, se ha descubierto la placa 21 años después de su muerte, demostrándose, como ha destacado el alcalde, “la huella que este gran profesional dejó en la ciudad y en los corazones de muchos onubenses”.
La concesión de la calle Practicante Juan Carbonell se hizo efectiva en el Acto de Entrega de los Honores y Distinciones de la ciudad del Día de Huelva 2015, a iniciativa de su viuda, también enfermera, con el respaldo del Colegio de Enfermería de Huelva. “Esta es nuestra forma de agradecer una trayectoria profesional, humana y solidaria al servicio de los onubenses” -ha señalado Cruz-, “nuestra forma de combatir el olvido, para que siempre recordemos su compromiso, una huella que con esta calle se hace eterna”. El alcalde ha asegurado que “hay trayectorias humanas con nombres que no aparecen impresos en las hemerotecas, pero cuya memoria flota y penetra en el ambiente, a nivel popular. Precisamente, dejar constancia de este recuerdo es, si cabe, una mayor responsabilidad”.
